A unos meses de haber ganado la elección para gobernador del estado de Nuevo León sin haber sido postulado por algún partido, Jaime Rodríguez El Bronco continúa en campaña, no ya por su entidad, sino por la causa independiente, la cual lo trajo de visita a Zacatecas.
Ayer por la tarde, en evento organizado por la asociación Soy Zacatecas, y lo que parece ser el partido de los independientes, una centena de personas escucharon en la Universidad Autónoma de Durango, campus Zacatecas, la conferencia con aires de mitin político de El Bronco.
La charla básicamente consistió en un curso de superación personal para políticos sin gloria, que salieron no ya con ánimos de convertirse en los campeones de las ventas, sino de lanzar su candidatura a un puesto público por la vía “independiente” para “vencer al sistema”.
Para los más aguzados, fue una lección de comunicación política pues es notoria la preparación de Jaime Rodríguez en la materia, y para muestra, un botón:
El poco público, que presumiblemente atrasó el evento, fue justificado porque los camiones contratados (desconozco el patrocinador) para llevar gente al lugar, supuestamente fueron retenidos por la Metropol, que habría intimidado a la gente para que no los abordaran.
El Bronco sacó provecho de que el número de asistentes fuera bajo, saludó de mano en mano a buena parte de los presentes, y exhortó a que se sentarán más comprimidamente de lo que estaban, lo cual permitió que las fotografías de la prensa, y las tomas hechas con dron fueran, aunque muy cerradas, favorecedoras. Además, destacó que los que estaban ahí eran los valientes, pues lo estaban a pesar del “bloqueo del sistema”.
Es notoria la mano del equipo de publicistas y expertos en imagen pública que construyó a Vicente Fox, pero también la asesoría de psicólogos sociales o expertos en persuasión, que tienen bien ensayado la forma de preparar los argumentos de defensa contra escépticos, la manera de presentarse como un producto diferente: mal hablado e inculto, pero auténtico y valiente; aderezado todo con chistes estudiados.
Todo ello enmarca el discurso que busca posicionar un Llanero solitario a través de la promoción caudillista e individual, esencia del sistema cultural capitalista; sembrada con un reiterado “yo solito hice”, “empecé yo solo”, “al inicio éramos solo yo y mi alma”, y la exaltación de proezas dignas de súper héroe, como sobrevivir a los atentados de la delincuencia organizada y al secuestro de una de sus hijas.
En todo caso, la mayor concesión de mérito a otro ajeno a El Bronco es Facebook y YouTube, gracias a los cuales se pudo “vencer al sistema”, sin ayuda de los partidos políticos (en uno de los cuales militó por un cuarto de siglo), sin los medios de comunicación a quienes desacreditó de un jalón, y también sin más organización social que la que le permitió conseguir las firmas necesarias para lograr la candidatura.
La charla, que habría encajado perfecto en un foro de marketing político giró en torno a las campañas, y solamente dio pincelazos generales de los “qué” en el gobierno: contratar maestros jubilados para enseñar a los jóvenes sin educación (no a los maestros jóvenes desempleados), eliminar la corrupción (sin especificar cómos, ni quiénes), llamados a promover que regresen los migrantes, y rechazo a pagar a medios de comunicación. Y nada más.
En cambio en los cómos, recetas al por mayor a los candidatos independientes, sea cual sea su propuesta, sean quienes sean: mucho YouTube, Facebook, spots de corte popular, un cantante que te hace un corrido supuestamente por iniciativa propia, lenguaje soez pero “cercano a la gente”, y respuestas simplistas y simpáticas a los cuestionamientos serios. Por ejemplo, si su adversario pregunta “¿cuál es tu propuesta?”, usted responda “chingarte”, y tendremos un ganador del debate.
No hubo entre sus palabras, alusión alguna a temas sociales, políticos o económicos relevantes, como los 25 mil desaparecidos, el rumbo económico del país, las uniones entre personas del mismo sexo, la legalización o no de la marihuana, la relación con Estados Unidos, con América Latina, si aprueba o no la compra del avión más caro del mundo que pronto estrenará Peña Nieto, la adquisición de empréstitos, etcétera.
Tampoco hubo referencias al estado de cosas del país o de Zacatecas, sino la reiteración constante de la necesidad de “vencer al sistema” entendido como el derrocamiento de los partidos políticos como forma de representación, sin que eso signifique trastocar siquiera el sistema político actual.
En resumen, la lucha de El Bronco, parece ser una lucha pro daltonismo, meramente contra los colores; en la que no se cuestiona siquiera al sistema electoral o político como tal, no se plantean métodos de organización o lucha, como los que en cambio propone el zapatismo, o quienes llaman a la desobediencia civil, o cuando menos al anulismo.
En ese contexto, es comprensible que prefiera seguir en campaña, que actuar como gobernador.■
