No es explicable, menos justificable que un país
con riquezas concentradas viva en el desamparo
y la cerrazón económica, y también ahora social y política
Rolando Cordera Campos
Indiscutiblemente que la Reforma Educativa que ha impuesto no tan solo el sistema educativo sino el sistema gubernamental, lleva toda una serie de intenciones, menos la de favorecer al proceso formativo de los educandos ni a la profesionalización de la práctica de los docentes, mucho menos a garantizar la calidad educativa. Esto ha ganado el mote del título del presente escrito. Son solo tres grandes y magnánimas organizaciones las más interesadas en imponer la reforma; la Secretaría de Educación Pública, el sistema gubernamental y los empresarios, ello porque así responde a los intereses de dichas organizaciones, no les interesa la educación de los que deberían ser educandos, mucho menos el desarrollo profesional de los mismos, con esta reforma lo único que desean es formatear a los alumnos para que se conviertan en mano de obra barata para los grandes consorcios empresariales.
Han tendido una cortina de humo para que los grandes empresarios no aparezcan de una manera abierta en el escenario educativo, una organización que se dice social los representa, me refiero a Mexicanos Primero quien se encuentra conformada principalmente por empresarios. Detrás del secretario de educación pública se encuentran aquellos quienes vorazmente desean adueñarse del sistema educativo y quienes con intereses más que oscuros, perversos diría yo, dan indicaciones acerca de cómo debe proceder el secretario, la consigna de éste es la de los grandes empresarios -continuar con la aplicación de la reforma-, muy por encima de las manifestaciones de sectores magisteriales que luchan de una manera determinante por defender la educación pública.
No podemos permanecer indiferentes ante los procesos que se han desencadenado como consecuencia de la imposición de la Reforma Integral de la Educación Media Superior (RIEMS), la propia Reforma Educativa y, por si fuera poco, el Modelo Educativo del que se derivarán los planes y programas de estudio, mismos que serán elaborados por integrantes del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE). Estamos pues, ante un escenario educativo de total contradicción, se dice que habrá de favorecer el desarrollo de competencias tanto en alumnos como en docentes, así como en directivos y se diseñan instrumentos que ayudan a cualquier cosa menos a favorecer el desarrollo de competencias, se implementa una Ley a la que se le llama del Servicio Profesional Docente, la que en su contenido no proyecta estrategias académicas sino postulados de completa destrucción a los derechos ganados por los docentes y, lo que es peor, se da a conocer un modelo educativo que no es otra cosa más que un tratado de orden teórico-conceptual que no proyecta estrategias académicas ni rutas críticas para derivar programas de asignatura. No es de esta manera como se puede mejorar el sistema educativo, con un nuevo modelo que para muchos docentes y directivos es desconocido y que, para quienes lo conocen, alardean de que este modelo es el ideal para los mexicanos…….. no sé realmente en qué tipos de mexicanos están pensando.
Es claro que el secretario de educación pública, así como un sector empresarial son los responsables de entorpecer la solución al conflicto magisterial, con ello pretenden controlar a los docenes para iniciar la privatización de la educación, este es el único propósito de la reforma; prueba de ello es la política de dilación en las negociaciones, a grado tal que hasta poco antes de romper con estas, se convirtieron en mesas de plática más que de verdaderos acuerdos. El gobierno mexicano solamente apoya a las empresas transnacionales, utiliza a la reforma educativa para entregarles el sistema educativo, estas, lo único que desean es que el gobierno genere la mano de obra que requieren las empresas.
Con todo este estado de cosas por las que está pasando el sistema educativo, se deduce que la instrumentación de la reforma ha evidenciado la falta de conocimiento y capacidad para organizarla, ello ha acrecentado las protestas de parte de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), logrando además el apoyo de padres de familia y otros sectores de la sociedad. Esto da una lectura clara de que la única vía para lograr una auténtica reforma educativa es involucrar a sus actores principales que son quienes se encuentran en las aulas. En sí, no hay interés legítimo de parte de quienes deben ser garantes de promover una educación que realmente forme a los alumnos y los fortalezca en todas sus dimensiones.
Cierto es que el conflicto se ha agravado y acrecentado a grado tal que las medidas represivas para “desaparecerlo” están resultado contrarias a lo que la oficialidad esperaba, a mayor represión, mayor es la reacción contra la misma. Para este caso particular, una de las mejores alternativas para abordar este problema es estructurar un proyecto educativo que emerja de los maestros y que incluso se convierta en una organización de carácter popular, que vaya sentando las bases para legitimar una nueva plataforma educativa, en la que, no tenga cabida la verticalidad, el burocratismo y el control. ■
