■ Comentarios Libres
La tesis de Peña “El Presidencialismo Mexicano y Álvaro Obregón”, en la que plagió obras de mínimo diez autores para obtener el título de Licenciado en Derecho por la Universidad Panamericana hace 25 años, no le permitió entender lo que implica la investidura del máximo cargo de elección popular en nuestro país. Y esto se debe a que, además del sucio trabajo, “consultó” obras de ediciones desactualizadas y simplemente, no prestó atención de leer el contenido de lo que en ella escribió.
Mi afirmación de que Peña carece del conocimiento más elemental de lo que es el Presidencialismo Mexicano, y la política exterior, la sustento en los comentarios que menciono:
1.- De manera sorpresiva, el martes 30 del mes recién concluido se anunció por parte de la presidencia, que, al día siguiente miércoles 31 del mismo, el candidato del Partido Republicano a la presidencia de Estados Unidos Donald Trump, a invitación de Peña, vendría a México para conversar en privado por espacio de 45 minutos, en la residencia de la biblioteca Miguel Alemán de los Pinos. El norteamericano aterrizó en el hangar presidencial del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México a las 13:10 horas, y a la cita llegó en un helicóptero del gobierno mexicano. En la conversación estuvieron presentes: Claudia Ruiz Massieu Salinas de Gortari, secretaria de Relaciones Exteriores; Luis Videgaray, secretario de Hacienda y Francisco Guzmán, jefe de la Oficina de la Presidencia.
¿Para qué invitó Peña a Donald Trump a venir a México? ¿Por qué aceptó la invitación?
2.- Ambos personajes, gozan de gran desprestigio mundial. El primero, por los altos niveles de impunidad, corrupción, inseguridad y flagrante violación a los derechos humanos que se vive actualmente. Pero además, por todos y cada uno de los escándalos en que Peña ha incurrido: La Casa Blanca; Departamento de Miami; su tesis etc. El segundo, por su carácter belicoso, lenguaje insultante y la amenaza de lo que su actitud representaría para muchos países incluyendo el nuestro, en caso de verse favorecido por el voto de los ciudadanos de aquel país en el mes de noviembre próximo, para convertirse en el próximo Presidente de los Estados Unidos.
3.- No obstante que su complexión física es diferente, Trump gigante y Peña diminuto, tienen algo en común: los dos odian a México.
4.- Buscando datos históricos mexicanos, no se encuentra que algún Presidente con tal investidura, y en la residencia oficial, haya tenido la ocurrencia de invitar, para conversar, a un candidato presidencial extranjero.
5.- Ciertamente, el Presidencialismo Mexicano otorga a una sola persona como es el Presidente, un cúmulo de facultades constitucionales y meta constitucionales. En él, se depositan dos cargos: la jefatura de Estado y la jefatura de Gobierno. En tal virtud, de las facultades primeras que se mencionan, está la de dirigir la política exterior, celebrar tratados internacionales, así, como terminar, denunciar, suspender, modificar, enmendar, retirar reservas y formular declaraciones interpretativas sobre los mismos, sometiéndolos a la aprobación del Senado. En la conducción de tal política el titular del Poder Ejecutivo observará los siguientes principios normativos: la autodeterminación de los pueblos; la no intervención; la solución pacífica de controversias; la proscripción de la amenaza o el uso de la fuerza en las relaciones internacionales; la igualdad jurídica de los Estados; la cooperación internacional para el desarrollo; el respeto, la protección y promoción de los derechos humanos y la lucha por la paz y la seguridad internacionales.
6.- Tal facultad, a su vez, también corresponde al Senado, puesto que debe analizar la política exterior desarrollada por el Ejecutivo Federal, con base en los informes anuales que éste y el Secretario del Despacho correspondiente, rindan al Congreso.
7.- En este mismo sentido, los Tratados acordes con la Constitución que el Presidente de la República celebre con aprobación del Senado, se convierten en Ley Suprema de toda la Unión.
8.- Vino Trump a amenazar a Peña con la construcción de un muro que divida la frontera entre los dos países. Pero no solo eso, también le recordó personalmente sin señalar cantidad, que el costo de la obra, será con cargo a México.
9.- Un Presidente impávido como Peña frente al norteamericano, no tuvo el valor siquiera para defender a nuestro país. Sumiso, aceptó sonriente el regaño. No se da cuenta de dos aspectos. Primero, que Trump es solo un candidato, no es, por ahora, ningún Presidente, tampoco autoridad, no representa a los ciudadanos. Segundo, de llegar a convertirse en el próximo Presidente de Estados Unidos, y que llegara a cumplir su promesa de la construcción del muro, representaría un serio peligro para la Federación por parte de un gobierno extranjero.
10.- Sin embargo, al plagiar su tesis, desconoce que le asiste como Jefe del Ejecutivo Federal, otra facultad constitucional para preservar la seguridad nacional, y disponer de la totalidad de la Fuerza Armada permanente (Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea), para la seguridad interior y defensa exterior de la Federación.
Faltó poco para que Peña sumiso y deslumbrado ante la prepotencia de Trump, con reverencia le dijera A SUS PIES, MAJESTAD… ■
