Con protestas de por medio, insultos entre los diputados, bajo resguardo policiaco y en un inicio sin convocar a la oposición a sesionar, 18 de 30 legisladores locales aprobaron la nueva Ley del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado de Zacatecas (Issstezac).
A partir de su publicación, la edad para el retiro laboral de los cotizantes será de 65 años, la nómina de la institución progresivamente deberá disminuir 35 por ciento y se cerrarán los negocios que no sean rentables. A casi dos meses de que el Ejecutivo estatal presentó ante el Congreso la polémica ley, este miércoles se consumó su aprobación en una sede alterna al Poder Legislativo (el auditorio del Poder Judicial). Las protestas magisteriales contenidas por policías estatales antimotines y la toma momentánea de la tribuna, encabezada por la perredista Eugenia Flores, no fueron suficientes para detener a la mayoría conformada por el PRI, PVEM, Panal y el legislador del PAN, Luis Acosta Jaime. Alrededor de las 11 horas el presidente de la mesa directiva, el priísta Javier Torres “por falta de condiciones” canceló la sesión citada en el recinto legislativo, donde ya había manifestantes (maestros disidentes de la sección 58 del SNTE y del Spauaz).
A la primera cita sólo acudieron los diputados de oposición, ya que simultáneamente, a escondidas, los del bloque oficial se instalaban en el Poder Judicial con el fin de aprobar la ley. Decenas de agentes antimotines resguardaron todas las entradas y sólo se permitió el paso a personal legislativo y la prensa. Fue así que tras instalar la sesión, en menos de 5 minutos, el priísta Rafael Gutiérrez leyó el dictamen de la ley, el cual fue interrumpido por Eugenia Flores, que apenas ingresaba al recinto. Acto seguido, llegaron los 11 diputados de oposición para intentar detener la sesión. Se le quitó el micrófono al presidente de la mesa y a quien leyó el dictamen, con ello se desataron los gritos y las confrontaciones entre unos y otros. “Váyanse a esconder a otro lado, aquí no pueden llevar a cabo la sesión, es una violación contra los derechos de los diputados”, gritaron.
Los reclamos versaron en el hecho de que no hubo citatorio para la oposición, pese a que Eugenia Flores y Mario Cervantes son los secretarios de la mesa directiva, este último desenfrenadamente gritaba que no habría sesión, porque no está la gaceta publicada, “los vamos a seguir como ratas a donde vayan a sesionar, malditas ratas”, dijo. Cervantes les recordó a los priístas que como diputados van de pasada, pero la ley que aprobaron afectará a miles de trabajadores, a lo cual la respuesta de las legisladoras priístas fue: “siguiente sesión, ya cállate”. “Malditas ratas” les respondió el panista. Las diputadas del PRI, Érica Velázquez, Irene Buendía, Luz Margarita, Hilda Ramos y otras sentadas en la primera fila, a gritos pidieron que la sesión no se cancelara, incluso se reían de las confrontaciones de sus homólogos, también de mofaron por cómo la prensa persiguió de un lado a otro los enfrentamientos verbales de sus compañeros. María Elena Nava, del Panal, dijo que ellos debían legislar para los maestros que están en las aulas, no para quienes va a confrontar.
A la par que sucedió la discusión legal y que la legisladora Érica Velázquez leyó, en tribuna, que la ley fue un consenso general con los ciudadanos “en un ambiente de cordialidad y respeto”, los maestros intentaron entrar al lugar y la situación se puso tensa. Una maestra logró burlar el cerco y al entrar al lugar los policías a empujones la sacaron, también quisieron quitar el celular con el que grabó la escena el asistente del legislador José Luis Figueroa. A una fotoperiodista la encapsularon y le dieron empujones, por mencionar algunos casos. Llegó el momento de la votación y en lo general tuvo 18 sufragios a favor y 11 en contra del PT, PRD, Morena, Movimiento Ciudadano y un diputado del PAN; la coordinadora del blanquiazul, Guadalupe Medina, fue la única que no asistió a la sesión. Se presentaron múltiples reservas a la ley en lo particular, sin embargo, sólo se aprobaron las hechas por los diputados del bloque oficial, no así las de la oposición; todas se rechazaron con 17 votos y sólo ocho las avalaron.
El panista Mario Cervantes planteó disminuir las altas tasas de interés de los préstamos a trabajadores: la ley estableció que sea la TIIE más 17, con lo cual es más caro que en el banco, propuso que fuera de TIIE más 3 a corto plazo y TIIE más 5 a largo plazo. No se avaló. Soledad Luévano, de Morena, propuso establecer un apartado para evitar el remate inmediato de las propiedades del Issstezac. El perredista Iván de Santiago planteó establecer que las sesiones de la junta directiva serán públicas y que el Fideicomiso Fondo de Pensiones se conforme con 30 por ciento de cuotas hasta llegar a 70 por ciento; también éstas se rechazaron. Alfredo Femat, Juan Carlos Regis, Guadalupe Hernández, Rafael Flores y otros diputados de oposición también hicieron reservas, todas desechadas. Se avalaron las del PRI, como la de Irene Buendía, referente a reducir los gastos de funcionamiento del Issstezac.
La sesión extraordinaria duró más de 5 horas y hasta el último instante estuvo el resguardo policiaco, en lapsos los diputados aprovecharon para bromear entre sí, hablar de que fue el cumpleaños de César Deras y debían cantarle Las Mañanitas; pese a ser lugar libre de humo de humo de tabaco, hubo quienes aprovecharon para fumar adentro del Poder Judicial. Al final de la sesión los diputados del PRI, PVEM y Panal salieron por la puerta trasera en una camioneta con las cortinas cerradas y custodiada por los policías. Los pocos manifestantes que quedaron les aventaron piedras, huevos y jitomates. Sólo los de oposición se reunieron al término de la votación con los maestros.
