Gustavo Petro, y la política exterior mexicana

En la segunda vuelta electoral llevada a cabo el pasado domingo en Colombia, para elegir al presidente que gobernará aquel país por cuatro años, a partir del próximo 7 de agosto, obtuvo el triunfo Gustavo Petro, del Pacto Histórico, un izquierdista y ex guerrillero. Con 11 millones 276 mil votos = 50.48%, se impuso al empresario de extrema derecha Rodolfo Hernández con 10 millones 558 mil votos = 47.26%. Solamente 718 mil votos hicieron la diferencia. Por primera vez en la historia del país andino, será gobernado por un presidente de izquierda. Sin embargo, Petro enfrentará contrapesos a lo largo de su gobierno, debido a la estructura del sistema político, ya que los países sudamericanos tienen características muy particulares: muchos han sido gobernados por dictaduras militares; otros por regímenes autoritarios; los hay, que por gobiernos conservadores y, no faltan los que han tenido gobiernos de extrema derecha. Por supuesto, en muchos, los golpes de Estado han sido recurrentes, y otros han sufrido la existencia de guerrillas.
Principales contrapesos:
1.- La Corte Constitucional. Forma eficiente derivada de la Constitución para controlar a los presidentes. El presidente no controla completamente a la Corte. Durante su periodo, Petro podrá nominar a dos magistrados que completarán su periodo de un total de nueve. Es decir, siete serán completamente independientes al presidente electo.
2.- Congreso. Este órgano de poder en Colombia está conformado por el Senado y la Cámara de Representantes. Pacto Histórico consiguió 20 escaños en el Senado y, además varias circunscripciones en la Cámara de Representantes, que se eligen a nivel departamental. Entrará en funciones en julio próximo por un periodo de cuatro años.
3.- Organismos de Control. La Constitución Política de Colombia de 1991 dispuso que los Organismos de Control son: Procuraduría General, investiga las faltas disciplinarias de los funcionarios públicos; Defensoría del Pueblo, se ocupa de la protección de los derechos fundamentales; Contraloría General, controla fiscalmente a quienes manejan fondos o bienes de la Nación; Fiscalía General, ente autónomo que investiga delitos e infracciones. Petro iniciará funciones con organismos de control que él no nombra inmediatamente porque el gobierno saliente de Iván Duque dejó como titulares a amigos personales y ex subordinados de la derecha colombiana.
4.- Mercados. Obligan a los gobiernos a tomar decisiones para que no haya gran alteración, por ejemplo, en la tasa de cambio o el costo de endeudar al país. Si la gente siente que todo es más costoso, que hay mucha más pobreza, que no hay oportunidades de empleo, claramente será desfavorable para el gobierno y, le quitará margen de maniobrar. Por esta razón es importante mantener la buena economía.
5.- Los militares. La llegada de Petro a la presidencia ha generado mucha curiosidad y especulación sobre la relación que tendrá con la Fuerza Pública (Ejército, Policía Nacional. Armada y Fuerza Aérea). El mayor general Eduardo Zapateiro, jefe del Ejército colombiano, mantuvo en campaña una disputa por twitter con el ahora presidente electo, a quien criticó con dureza. Incluso, en la noche del 19 de junio (2022), ante el triunfo, se rumoreaba la renuncia del representante más notable del ala dura y conservadora de los militares.
Ante este panorama tan incierto, el presidente López Obrador, desacatando los principios que rigen la política exterior señalados en la fracción X del artículo 89 de la CPEUM: autodeterminación de los pueblos; no intervención; solución pacífica de controversias; proscripción de la amenaza o el uso de la fuerza en las relaciones internacionales; igualdad jurídica de los Estados; cooperación internacional para el desarrollo; respeto; protección y promoción de los derechos humanos y lucha por la paz y la seguridad internacionales, felicitó así al triunfador:
“El triunfo de Gustavo Petro es histórico. Los conservadores de Colombia siempre han sido tenaces y duros. El escritor José María Vargas Vila relataba que los dictadores de su país mojaban en agua bendita su puñal antes de matar”. “El triunfo de hoy puede ser el fin de ese maleficio y la aurora para ese pueblo hermano y digno. Felicidades”.
Anteriormente, por comentarios “de apoyo y solidaridad” hacia el entonces candidato (el 3 de junio 2022), Colombia manifestó su inconformidad: “por las declaraciones del señor presidente de México Andrés Manuel López Obrador, las cuales constituyen una injerencia desobligante en los asuntos internos de nuestro país. Con el mismo respeto que hemos profesado por las instituciones y por el señor presidente de México, le solicitamos respetar la autonomía del pueblo colombiano para escoger a su próximo presidente, sin injerencias que traten de influir en sus electores”.
López Obrador debería abstenerse de su protagonismo, porque, además de violentar el orden constitucional en este particular caso, en materia de política exterior, su gobierno le está quedando a deber mucho a México: la desbordante inseguridad y violencia, impunidad, corrupción, pobreza, educación y salud por mencionar algunos conceptos.
Lo grave, todo eso de conocimiento nacional e internacional. En consecuencia, como presidente y máxima autoridad de nuestro país, debe actuar con estricto apego a las disposiciones Constitucionales.
Sus comentarios en nada ayudan ni ayudarán a Petro, próximo presidente colombiano. Todo lo contrario.