■ Todo Zacatecas está inmerso en el problema del despojo, señala delegado de la comunidad
■ Enumeran iniciativas para evitar daños ambientales; intercalan muestras de música y fotografía
#SalavernaResiste. Contra el despojo y la opresión: arte, cultura y organización, reunió ayer en el Mercado González Ortega, las voces de la academia, el periodismo, diversas organizaciones sociales y ciudadanos en lo individual, para hablar y escuchar acerca de los efectos de la megaminería extractivista en territorio zacatecano, refiriendo para ello principalmente, el caso que ha confrontado los derechos de la población de Salaverna en el municipio de Mazapil, a los intereses de la Minera Tayahua, propiedad de Carlos Slim Helú.
Roberto de la Rosa Dávila, delegado municipal de Salaverna, agradeció “el interés que tienen de estar enterados de lo que está sucediendo en nuestro estado de Zacatecas y más en el municipio de Mazapil”. Asunto sobre el que alertó, “está destinado a desaparecer” el mazapilense “por darle entrada al capital extranjero y a que las mineras se adueñen de toda nuestra región”, pues los desarrollos extractivistas desplazan a comunidades enteras de sus lugares de origen para dar continuidad a la explotación ya sea subterránea pero cada vez más a tajo abierto, todavía más perniciosa ambientalmente, de oro, plata, cobre, zinc y plomo.
“Desgraciadamente muchos no lo vemos así pero todo nuestro Zacatecas está inmerso en este problema”. Agregó sobre el peligro de despojo no sólo de los recursos naturales incluida el agua, sino de la forma de vida, y por tanto, la identidad cultural de las comunidades y poblados.
A colación del mensaje del líder comunitario, se precisó que 40 por ciento del territorio zacatecano ha sido ya concesionado a mineras, en un fenómeno que refiere “una concentración brutal”, pues tan sólo 20 de ellas pueden explotar 67 por ciento del territorio enajenado, y cinco lo poseen en 26 por ciento. Mientras que la canadiense Gold Corporation, “es dueña de 17 por ciento del territorio zacatecano para su explotación”, según expuso Francisco García González, investigador de la Maestría en Ciencias Sociales de la Universidad Autónoma de Zacatecas.
Ayer no sólo fue exhibida y condenada la voracidad de las empresas extractivas nacionales y extranjeras, sino la permisividad que han logrado para sus fines, por parte de los gobiernos federal y estatal.
No obstante, fue también expresada una lectura esperanzadora cuando se señaló por el investigador del Centro Regional Norte de la Universidad Autónoma de Chapingo, René Ruíz Gudiño, que “el silencio cómplice que opera en otras partes ya no existe en Zacatecas”, mientras que Grecia Rodríguez, de la Maestría en Ciencias Sociales de la UAZ, agregó que antaño la minería era poco cuestionada y aun enaltecida, contrario a lo que ocurre actualmente.
El mensaje común por tanto, fue que existe un auténtico interés de la ciudadanía por este fenómeno y sus repercusiones en lo ambiental, social, económico y político, y en consecuencia, condiciones para que exista una confluencia organizativa entre diversos sectores de la sociedad no sólo en el ámbito local sino nacional e internacional, para construir la resistencia contra el modelo de desarrollo extractivista que han abanderado en años recientes los gobiernos neoliberales.
Una resistencia que precisó ahora el periodista Alfredo Valadez, corresponsal del periódico La Jornada, no se expresa “contra la minería como actividad productiva, económica que puede ayudar al desarrollo de un pueblo, pero sí contra el atropello, el despojo, la depredación y el saqueo”, fenómenos que asoció a nombres de propietarios o cabezas de consejos de administración de empresas extractivistas como Carlos Slim Helú, Alberto Bailleres González y Germán Larrea Mota Velasco.
Advirtió de la presencia en territorio zacatecano, de otras empresas trasnacionales además de los ya conocidas canadienses, ahora de mineras chinas y australianas, aún “más abusivas”.
Entre las propuestas expuestas ayer, se enumeraron iniciativas para ir “más allá de la denuncia” y que articulen acciones ciudadanas para evitar daños ambientales que están transformando el paisaje zacatecano “para toda la vida”, entre ellos, modificar la Ley Minera, -dicho esto por René Ruiz en consonancia con la postura expuesta por el colaborador de La Jornada Zacatecas, Álvaro García, director de Monitor Ambiental Ciudadano-.
Jesús Zúñiga Teniente, en representación de Compañeros de la Naturaleza, observó que desde la ciudadanía puede recuperarse la iniciativa de creación del Área Natural Protegida para el semidesierto zacatecano bajo la figura legal de Reserva de la Biósfera, que fue impulsada incluso desde el ámbito gubernamental, esto para incidir en una mejor gestión del territorio.
Francisco García González propuso su análisis entre dos conceptos de territorialidad que se oponen, aquel “donde vive el hombre, se reproduce y transita su vida cotidiana y por tanto donde realiza su reproducción social, economía y cultural”, y el de la “territorialidad extractivista representada por las mineras y los gobiernos que se expresan al servicio del capital monopólico internacional, donde empresas inglesas, canadienses, estadounidenses, etc., “buscan incrementar su ganancia a través del despojo, el engaño, la destrucción del medio ambiente y la apropiación de los bienes comunes.”
Ayer también se expuso respecto del conflicto jurídico, entre la Frisco-Tayahua y los habitantes de Salaverna, por parte de Efraín Arteaga Domínguez, integrante del Frente Social por la Soberanía Popular, que el despojo de que han sido objeto es ilegal, en tanto que contrario a lo dispuesto constitucionalmente, no puede ejecutarse sin que fueran vencidos en juicio, algo que no ha ocurrido, pues ni la minera ni el gobierno han iniciado siquiera un recurso legal para ello, no obstante haberlo ocasionado bajo distintas presiones.
La convocatoria ayer, logró reunir y acercar rostros y oídos de ejidatarios de Francisco I. Madero, demarcación territorial que se encuentra apenas a 15 kilómetros de la capital del estado; aquellos de representantes de la comunidad La Colorada, ubicada en el municipio de Chalchihuites; los propios de los habitantes de Salaverna, y por parte de las organizaciones, la Asamblea Popular Zacatecas, La Red de Organizaciones en Defensa del Centro Histórico, el Frente Social por la Soberanía Popular, Compañeros de la Naturaleza, el Centro Histórico es de Todos, Apazac, y locatarios del Mercado González Ortega.
Los habitantes de Salaverna recibieron asimismo el respaldo de “individu@s, colectivos y alumn@s de la Escuelita Zapatista, adherentes a la Sexta Declaratoria de la Selva Lacandona en Zacatecas”, manifiesto en un texto titulado “A las compañeras y los compañeros de Salaverna en resistencia contra el despojo”, entregado por Ernesto Menchaca a Roberto de la Rosa y
Cuauhtémoc de la Rosa, líderes comunitarios.
En #SalavernaResiste, se intercalaron muestras de música, blues y son jarocho, con Luis Díaz Leaños y Manolo Leaños, y Son de La Bufa, se expuso asimismo una muestra fotográfica alusiva a la problemática de la comunidad.
