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viernes, 24 mayo, 2024
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Premio Nobel de Literatura a Bob Dylan obliga a pensar la visión de qué es arte: Gonzalo Lizardo

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Por: ALMA RÍOS •

■ La decisión se expresa como un parteaguas, pues reconocen a la canción como un género literario

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■ Críticas en torno refieren más bien una estrechez de mente y un enfoque mercadotécnico, considera

¿Qué es la literatura? A la pregunta hecha por Gonzalo Lizardo viene su propia respuesta: “el manejo de la palabra con un fin estético, con el fin de provocar una emoción, con el fin de revelarnos la belleza; creo que las canciones de Bob Dylan hacen eso”.

La definición responde al anuncio hecho ayer por la Academia Sueca de otorgar el Premio Nobel de Literatura 2016 al músico norteamericano.

Una noticia que causó polémica inmediata en las redes sociales y que refrescó dijo Lizardo, la discusión del mítico premio, también celebrada por el también académico de la UAZ, porque es algo para aprovechar en tanto que obliga “a pensar mucho nuestras respuestas, nos obliga a pensar nuestra visión del arte”.

Gonzalo Lizardo, narrador, artista visual y melómano, dijo al respecto de esta decisión controversial que se expresa como otro parteaguas en las definiciones del Premio Nobel de Literatura, como lo fue el entregarlo a la periodista Svetlana Alexievich el año anterior, que está seguro que si se ponen por escrito las canciones de Dylan “son mejores que la mayoría de los poetas actuales. Entonces en ese sentido yo creo que es merecidísimo, es un gran acierto, no podemos decir que se equivocó la academia al premiarlo a él. Si estamos diciendo que otros lo merecen más, es la discusión de todos los años”, observó.

Añadió a su punto de vista que ésta es una muestra de que la Academia Sueca “quiso sorprender” al abrirse de esta manera y reconocer “a la canción como un género literario”. Una decisión que además hace justicia “a una tradición que se remonta a los rapsodas, a Homero, a todos los poetas griegos”.

La poesía recordó, antes de ser escrita fue cantada, entonces el Premio Nobel de Literatura para Bob Dylan es también, “un retorno a las raíces”.

Dijo en abono a la controversia y exponiendo su propio carácter de narrador y no de poeta, que muchos de quienes “están en contra de este Premio Nobel son narradores que dicen que solamente la literatura es para los novelistas, o incluso cuando premian a algún periodista también se escandalizan”, como fue con el caso de Alexeievich.

Al respecto agregó el comentario de que “a lo mejor el nombre de Premio Nobel de Literatura ya resulta demasiado estrecho para la manera en la que se hace arte y literatura en la época actual”. Y atacó con otra pregunta a los críticos de entregar la distinción literaria más codiciada a Dylan.

“¿Bob Dylan no es literatura? Dame tres razones por las que las canciones de Bob Dylan no son poemas ¿A ver?”

“Vamos a ver ¿Por qué lo que pudiera hacer por ejemplo un grafitero en una calle en un mural no puede ser arte? Puede serlo y entonces yo creo que este Premio Nobel de Literatura debería ser considerado más bien como  un Premio Nobel a las Artes”.

Dijo no obstante que sería imposible, pero agregó, “por lo menos hay que aceptar la posibilidad de que la literatura es algo más de lo que nos han dicho en las escuelas, de lo que nos han dicho los clichés y las formas estrechas de pensamiento”.

Las críticas en torno a que se entregue la distinción a un periodista o un cantante refieren más bien una estrechez de mente y un enfoque mercadotécnico que no puede negarse, dijo.

“Vende más un novelista que un poeta, es decir, le dan el Nobel a un novelista, se van a vender más libros, y si se lo dan a un cantante no se van a vender libros, los que van a ganar son los de la industria del disco”. Todas éstas, reflexiones que dijo, son extraliterarias.

En respuesta a qué es lo que se premia en la obra de Robert Zimmerman, un hombre nacido el 24 de mayo en Duluth, Minnesota, y que ha sido celebrado, referido y citado como Bob Dylan, dijo que esencialmente son tres cosas: la lírica, la contracultura y al hombre “que ha hecho una gran aportación a la cultura” mundial.

Trajo a colación respecto al primer aspecto que la lírica como su nombre lo dice, “se toca con lira, se toca con canto”, haciendo referencia otra vez a la raíz de la poesía. Agregó la reflexión de que en los últimos 20 años “son poquísimos los poetas” que han sido distinguidos con el galardón instituido por Alfred Nobel.

Se premia también con esta decisión a la tradición contracultural que viene desde Walt Whitman “hasta Allen Gingsberg, Leonard Cohen, Gregory Corso, -Lawrence- Ferlinghetti, un montón de poetas, el mismo Jim Morrison, que han hecho esta expresión mucho más antiacadémica, mucho más vital, mucho más callejera, mucho más pata de perro”.

“Es una literatura que prefiere más andar en las calles que en las bibliotecas ciertamente, pero el mundo también es una biblioteca, el mundo también debe explorarse”.

Se celebra entonces, a una poesía contracultural que no era admitida en las academias, aunque actualmente ya se le estudia en los Estados Unidos donde “hay gente que sí tiene esta capacidad de decir: la poesía es algo más de lo que se ve en los libros”.

También se destaca así, a un hombre cuyas aportaciones han influido en la obra de otros músicos, poetas, escritores y artistas en general.

“Hagan una lista de los músicos que han tocado una canción de Dylan, hagan una lista de los poetas que alguna vez han leído a Bob Dylan y les aseguro que no hay quien se le compare”.

Lizardo dijo no ser dylaneano, “en el sentido de que yo hubiera preferido que le dieran el Nobel a David Bowie”, pero dijo estar consciente de que todos los cantantes roqueros, poetas y novelistas que le gustan actualmente “han leído o están influenciados” por Dylan, incluso Los Beatles, acotó, “lo reconocen como maestro” y en México puede citarse en esta diáspora de influencia la obra de José Agustín.

De esta forma no puede negarse su importancia literaria, y sin ser un gran conocedor de su música y poética, sí se expresó como un “absoluto admirador” de poemas musicalizados como Like a Rolling Stone, que junto con Blowing in the wind, himnos cantados en los movimientos sociales de los 60, dijo.

Para la gente de su generación, agregó Gonzalo Lizardo, a quienes puede acusárseles de hippies o post hippies, “es muy importante y es muy valioso” que se haya distinguido a Dylan de esta forma porque implica “la reivindicación de toda la Literatura de la onda, de toda la literatura Beatnik”, justo esa heredera de la poesía de Whitman y otros.

Robert Allen Zimmermann converso a Bob Dylan además, es un símbolo emblemático de esa contracultura del siglo 20, que fuera importantísima a nivel mundial, expuso.

“Yo lo relaciono a Bob Dylan con el Movimiento hippie, con el nacimiento de las protestas por los derechos civiles en Estados Unidos, por un montón de movimientos” generados “supuestamente la capital del imperialismo mundial” y que han influenciado a otros “movimientos de liberación de conciencia” en el orbe.

Es además un artista que ha incursionado en el cine y la escritura con sus autobiografías y prosas experimentales y fundamentalmente con sus canciones, “que por desgracia la mayoría de la gente desconoce, y desconoce su influencia”.

Aquí volvió la polémica ahora expresada en las redes sociales, pues también observó, compararlo con Arjona, Paquita la del Barrio o José Alfredo Jiménez, “es una injusticia, es un chiste de mal gusto, porque por el hecho de tener una guitarra en las manos no son Bob Dylan, discúlpenme”.

Dijo entonces que “hay que premiar a los buenos”. Y en este caso si se descalifica al músico norteamericano, “se estaría pecando contra la tradición de la poesía. Si lo acusamos por ser roquero, generalmente es porque no les gusta el rock”.

El Premio Nobel 2016 otorgado a Bob Dylan debería ser, dijo casi para finalizar, un motivo de gusto para los zacatecanos que tuvieron la oportunidad de verlo cantando “para nosotros hace años” y asimismo porque se distingue a un poeta cuya obra puede leerse, cantarse, bailarse o brincarse.

En un mundo “tan hegemónico y tan vertical, hay que ser más abierto y hay que aprender a disfrutar de una manera más democrática, más horizontal el arte y la cultura”, dijo Gonzalo Lizardo.

La poesía puede estar en todas partes, aseveró, el problema de quién la descubre y cómo, es lo de menos, “el chiste es que nos la haga visible. Y yo creo que Bob Dylan lo ha hecho y qué bueno. Espero que a un editor inteligente se le ocurra  hacer pronto la antología de los poemas para poder leerlo también cuando no tengamos chance de conectar el estéreo”.

 

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