Por ilógico que parezca, el título de estas reflexiones es prácticamente el mismo que el de hace un año, planteando – entre signos de interrogación – la posibilidad de que el 2022 sea realmente un año feliz. Mi mirada siempre pesimista me permite pensar que no lo será, como no lo fue el presente año.
A inicios del 2021 ya entendíamos sobre la seriedad de la PANDEMIA que el mundo vive desde inicios del 2020 y que paralizó la economía del mundo entero sin comentar la enorme mortalidad que provoco en el primer año de su aparición el 2020 en que no se tenían las vacunas y los hospitales se saturaban ante la falta de equipos y de profesionales entrenados para enfrentar la crisis.
Este año confiamos que se daría la recuperación económica por la existencia de un intenso programa de vacunación que se dio sobre todo en los países del norte y los países económicamente preparados para la compra de lotes millonarios (en número y en dineros) de vacunas, dejando rezagados a lugares pobres como es el caso del CONTINENTE AFRICANO.
La recuperación que se esperaba para este año que hoy termina era de alrededor de un 6 a un 8 por ciento que en primer lugar no nos recuperaba la caída del 2020 que fue más pronunciada que estas cifras, y por si esto no fuera del todo difícil de aceptar tenemos una espiral inflacionaria en el mundo entero por arriba de estas cifras de alrededor del 7% lo que anula en automático la supuesta recuperación que esperaba el mundo y nos hace pensar en un futuro difícil de enfrentar no solo en el aspecto de la economía, sino por la continuidad de una pandemia que no nos deja de sorprender.
No olvidemos que a fines del 2020 la rápida respuesta de CHINA ante la pandemia, nos hiso – al mundo entero – pensar que su control sería más simple, estábamos equivocados primero al ver los estragos que esta pandemia provocó sólo en EUROPA y que los sigue teniendo en la lona, después de una primera, una segunda una tercera y ahora una cuarta ola.
Es como si la pandemia quisiera tomar venganza sobre el primer mundo que ha sido poco solidario con un mundo de pobreza y falta de recursos como es el caso del continente africano ya que hoy por hoy no vemos una afección tan importante en este el continente negro que la que observamos en un mundo que supuestamente tendría que haber ya alcanzado la inmunidad de rebaño al vacunar a su población por arriba del 80% como es el caso de EUROPA OCCIDENTAL y ahora de los ESTADOS UNIDOS.
Tal vez el apostar por la recuperación económica – que de cualquier forma no se está dando – no haya sido lo más adecuado, porque una pandemia que pareciera poseer una inteligencia propia encuentra la forma de golpear de nuevo sobre todo al primer mundo, solo que cuando se golpea al primer mundo siempre los más afectados somos los países tercermundistas.
Después de dos años de pandemia y con todo y la vacuna y ahora con la existencia de medicamentos para combatir las fases agudas del covid-19 nos encontramos que el virus vuelve a ganar la batalla con una variedad DELTA que ha devastado a EUROPA y ahora con una nueva variedad la OMICRON que si bien no es más maligna en términos de gravedad de la enfermedad lo mismo induce a la cuarentena de quienes la padecen.
LAS CIFRAS NO MIENTEN, un RÉCORD DE UN MILLON Y MEDIO DE NUEVOS CASOS POR DIA en el mundo, y MEDIO MILLÓN EN LOS ESTADOS UNIDOS, con cifras que se acercan a los 200 mil nuevos casos por día en los países primermundistas de la EUROPA OCCIDENTAL.
Una variedad DELTA que no se va del todo y que tiene una mortalidad cercana al 3% y la llegada del OMICRON las cosas no pintan nada bien, LA RESPUESTA EN CUANTO A LA PROTECCIÓN DE LA ECONOMÍA ES QUE OCCIDENTE RECOMIENDA – ante el estado de las cosas – un AISLAMIENTO DE SÓLO UNA SEMANA, mientras que en los ESTADOS UNIDOS este se restringe a sólo 5 días.
Me da la impresión, y no veo otra forma de entenderlo, que lo que sucede en los ESTADOS UNIDOS, al menos que yo he podido atestiguar al venir a pasar estas fechas con mi hija en su hermosa comunidad universitaria de IRVINE al sur de LOS ÁNGELES, es de ser testigo de LO POCO QUE LE IMPORTA A LOS NORTEAMERICANOS EL USO POR EJEMPLO DEL CUBREBOCAS, en una visita rápida a VENICE BEACH y a SANTA MÓNICA, las aglomeraciones son excesivas, pero según una cuenta rápida ni siquiera el 15% de quienes ahí estaban utilizaban el cubreboca, y esto paradójicamente a lo que vi en mi reciente visita a la CIUDAD DE MÉXICO –hace apenas un par de semanas, donde con todo y las aglomeraciones era la excepción a la regla a quien veías sin cubreboca y me refiero a quienes utilizaban el METRO, porque en lugares más sofisticados como en el FESTIVAL DE JAZZ de POLANCO sí había grupos de jóvenes pirrurris sintiéndose –supongo- Superman no lo utilizaban o lo traían en el cuello o peor aún en la muñeca ¡just in case!
Los niveles de contagio en nuestro país comienzan a subir, pero aún no son alarmantes, en Zacatecas en un numero de 50 nuevos casos por día, y en el país siguen por debajo de 5 mil, tal parece que la nueva ola aún no se decide a pegarnos como por ejemplo a los EU donde ya tienen medio millón de casos por día y con todo y ello países como ISRAEL prohíben a sus ciudadanos viajar a MÉXICO, pero les permiten viajar a los ESTADOS UNIDOS por paradójico que ello sea.
Estamos hablando de un asunto de LIBERTADES y de CONCIENCIAS, EU Y EUROPA defienden las libertades, pero ello les permite inducir a su población al LIBERTINAJE, que no es lo mismo, me enorgullece que mis hermanos mexicanos sepan cuidarse mejor que los norteamericanos ello nos permitirá afrontar de una mejor forma el 2022 que de cualquier forma no avizora nada bueno.
