Las protestas estudiantiles en Estados Unidos contra el genocidio palestino son un signo de que las juventudes han vuelto a salir a las calles para manifestarse, volviendo a situarse en el escenario político como los protagonistas que deben ser, señala el historiador Eduardo Jacobo Bernal.
En medio de un clima de polarización que es reminiscente a la Guerra Fría, las protestas de estudiantes en el país vecino han visibilizado la inconformidad que hay adentro de Estados Unidos, respecto a su política externa.
El docente-investigador de la Universidad Autónoma de Zacatecas, señala la embestida que los medios de comunicación y el gobierno estadounidense están lanzando contra los manifestantes, encendiendo las alarmas del antisemitismo, ante una protesta que claramente no tiene estos tintes, ni ha dado muestras de generar acoso o molestia a estudiantes judíos.
Que las y los estudiantes manifestantes en Yale y Columbia estén ejerciendo presión a sus autoridades universitarias para que pongan un alto a las inversiones que destinan a fabricantes de armas militares, es un suceso cultural y político relevante que recuerda a los actores universitarios que se convirtieron en los más férreos críticos de la política norteamericana respecto a las guerras en el exterior, durante la Guerra de Vietnam.
Sobre los actos de represión y arrestos que han sufrido los manifestantes en Estados Unidos, Jacobo señala que, “desde luego, tal como quedó en evidencia en el ’68, la peor forma de enfrentarse a una manifestación estudiantil es a través de la represión policíaca”.
La coyuntura del ’68, que ocurrió no solo en México, sino en París, igualmente en Estados Unidos, Alemania, Checoslovaquia y otros países, marcó el momento en el que la juventud universitaria se asume al fin como un actor político, señala Eduardo Jacobo.
El maestro en Historia Moderna y Contemporánea, condena el hecho de que los Estados sigan manifestando una falta de capacidad de dialogo, que los conduce a reprimir jóvenes universitarios por medio de la violencia: “eso no debe pasar en ningún país, y creo que si se sigue por esa línea lo único que se va a conseguir es radicalizar el movimiento y extenderlo por el mundo”, manifiesta.
Las críticas que las y los estudiantes manifestantes están recibiendo por parte del gobierno y medios de comunicación estadounidenses, respecto a su falta de conocimiento sobre el conflicto en Gaza, no se sostienen frente al flujo de información que facilitan las redes sociales y los antecedentes de un desbalance y una lucha en la que hay claramente una parte sometida, señala el historiador.
“Después de la pandemia, pensamos que iban a cambiar las dinámicas sociales, pero nos damos cuenta que en realidad no hemos cambiado tanto”, comenta el universitario. Sin embargo, las crisis también abren posibilidades, y estas se reflejan en las manifestaciones que ya se están dando en varios lugares del mundo, recientemente en Roma y Londres, menciona.
En Zacatecas, también hay activistas y estudiantes que han tomado las calles para manifestarse contra el genocidio en Palestina, recuerda Jacobo Bernal. Muchos de esos activistas resultan ser estudiantes de Humanidades, que inciden en la visibilización de estos movimientos y en la generación del cambio social, señala el historiador.
Siempre ha habido activistas preocupados por Palestina, pero estas protestas son muestra de que la conciencia sobre este problema histórico se está expandiendo, argumenta Eduardo Jacobo. “Me gusta pensar de manera optimista y, tal vez esto podría ser el comienzo del fin del conflicto, apoyado por la sociedad civil”.
