14.8 C
Zacatecas
jueves, 2 mayo, 2024
spot_img

Tortas japonesas

Más Leídas

- Publicidad -

Por: HERÓN EDUARDO DOMÍNGUEZ •

Si bien probablemente no tuvo alternativa, los cambios efectuados en el gabinete del licenciado Peña Nieto constituyen un ejercicio si no de de honradez  por lo menos de sinceridad, ya que amén de una puesta al día de aquel célebre “no se hagan bolas”, de tan grata memoria, son una confirmación de todo cuanto acerca del lic. P.N. y el régimen por él encabezado afirman sus críticos más implacables, y un áspero mentís a quienes con tibieza cada vez mayor lo han revindicado.

- Publicidad -

Y es que uno de los rasgos más reconocibles del autoritarismo priísta fue la recomposición del gabinete a mediados de sexenio, que según los exégetas del régimen en proceso de restauración que aún viven se trata de una “carambola de tres bandas”, pues obedece a múltiples propósitos, tales como deshacerse del lastre, ceder a la presión de los poderes fácticos, incorporar a parientes rezagados, etcétera; empero sobre todo ampliar la lista de posibles sucesores.

Las cosas así, con los ascensos respectivos y el acceso al gabinete de familiares cercanos de sendos ex-presidentes del neoliberalismo priísta, y un fiel servidor del capital financiero, queda meridianamente claro quiénes para el ocupante de Los Pinos son los dueños de este redituable país, y deja hablando solos a los charlatanes que un día sí y otro también tratan de la “imperfecta democracia mexicana”, de la cual según las decisiones bajadas de lo alto no queda sino el adjetivo.

La novedad, si es que alguna, radica en que a diferencia de sus congéneres de antaño, que dejaban, para despistar, pasar algún colado, al operador de los “cambios estructurales” esta suerte de simulaciones lo tiene enteramente sin cuidado.

***

Y a propósito de reacomodos, quienes cifraban sus esperanzas de ponerse al frente (es un decir) del cabús del tren nacional mediante la manipulación del padrón y las dádivas de la caridad oficial han visto súbitamente languidecer sus posibilidades, en beneficio del gang organizado bajo las alas de un buitre.

Gajes de un viejo oficio. ■

- Publicidad -

Noticias Recomendadas

Últimas Noticias

- Publicidad -
- Publicidad -