■ Un bono señalado por 12 mdp corresponde a “un tema técnico y justificado”: contralor
■ Otra observación es por el pago de deudas anteriores, como prestaciones y seguridad
Noé Rivas Santoyo, contralor interno de la Benemérita Universidad Autónoma de Zacatecas (BUAZ), informó que las observaciones de la Auditoría Superior de la Federación (ASF) a la Máxima Casa de Estudios, por 68 millones de pesos, se refieren a dos conceptos que serán solventados en los próximos meses.
Expuso que la auditoría señaló un monto de 12 millones correspondiente a un bono de funcionarios que la actual administración rectoral pagó durante los últimos cuatro años y medio y hasta ahora se observó. El problema en este caso, dijo, fue el nombre del concepto, por lo que se trata de “un tema técnico y totalmente justificado”.
“El tema del bono es más de fondo porque con la actual administración se redujeron los sueldos de los funcionarios y estamos por abajo del tabulador aprobado en el convenio federal aún con el bono”, dijo.
En ese sentido, precisó que el bono sólo se pagó a los directores de las escuelas y el objetivo fue que no se integrara al salario para no elevar prestaciones como aguinaldos, primas de antigüedad, seguridad social y otras prestaciones que, de sumarlas al salario, se incrementaría en gran media el costo de estos, pero por el simple hecho de que no estaba contemplada la figura en el convenio, la auditoría lo observó.
Rivas Santoyo informó que, en el convenio de financiamiento, el tabulador marca un sueldo de 82 mil 680 pesos para el Rector, pero durante esta administración se redujo a aproximadamente 64 mil pesos. En el caso del secretario general, tiene un sueldo en el tabulador de 68 mil pesos, pero disminuyó a 58 mil pesos.
El resto del monto observado, agregó, es por el pago de deudas de otros años, por ejemplo las prestaciones laborales no pagadas y los impuestos y seguridad social de años pasados que se han cubierto recientemente.
Detalló que el argumento de la auditoría es que la Universidad no puede pagar deudas pasadas porque no están en el convenio, pero si no se pagan el problema se acumularía cada vez más.
El contralor interno manifestó que la expectativa es que en la siguiente instancia se resuelva la situación, de manera que las observaciones sean solventadas adecuadamente, especialmente porque los conceptos no habían sido señalados en años anteriores.
De acuerdo con Rivas Santoyo, “la observación del pago de las deudas pasadas tampoco se observó antes y ahora sí. La Universidad tiene un presupuesto deficitario y no puede sancionarse el esfuerzo de cubrir las deudas pasadas que las heredaron las anteriores administraciones y es absurdo que se prohíban los esfuerzos de contener el gasto para cubrir compromisos actuales y pasados”.
Por último, dijo que luego de que se notifiquen las observaciones de manera formal a la Universidad y a partir de ese momento habrá un plazo de 30 días hábiles para solventar las diferentes observaciones a la Cuenta Pública 2029.
