La manera en que puede evitarse que los policías municipales se involucren en el crimen organizado es que se delimite su competencia y que solamente sean las corporaciones federales las responsables de combatir la delincuencia organizada, opinó Aquiles González Navarro, ex procurador de justicia de la entidad.
Años atrás, recordó, los policías municipales solamente fungían como auxiliares del Ministerio Público federal, mientras que la delincuencia organizada solamente correspondía a la Policía Judicial Federal. Es decir, todos los delitos relacionados al narcotráfico eran competencia exclusiva del Ministerio Público federal y de policías ministeriales federales.
La policía de los estados, por su parte, atendían los asuntos correspondientes al Código Penal de cada entidad, y los policías municipales solamente atendían cuestiones como personas ebrias en la vía pública, música con alto volumen.
“El problema fue que involucraron a los estados en el combate a la delincuencia organizada, y para ello metieron a la Policía Ministerial, la Policía Preventiva y la Policía Municipal”, expuso González Navarro.
Manifestó que los policías municipales no están aptos para combatir la delincuencia organizada, y si lo hacen es común observar que conocen a delincuentes de alto nivel y estos los contratan bajo “la ley de los dos metales: plata o plomo. Primero les ofrecen dinero, el doble de lo que les paga el municipio, y si alguien por honestidad no acepta, el plomo, amenazan a la familia”.
Además, el sector más frágil dentro de los cuerpos policiacos es el de la policía municipal, porque es fácil saber quién es la esposa, en cuál escuela están los hijos, entre otros detalles que facilita a la delincuencia organizada tener ubicados todos los movimientos de un policía municipal.
En esa situación, el policía se ve obligado a participar con la delincuencia organizada en secuestros, venta de droga o armas, entre otros delitos, de forma que la competencia que había antes de cada corporación era la correcta.
González Navarro afirmó entonces que involucrar a los policías municipales en el sistema de seguridad pública fue una de las torpezas de Felipe Calderón. Contrario a ello, se les debe definir su esfera de competencia de acuerdo con sus aptitudes.
También calificó como erróneo contratar policías que no tienen vocación, lo que significa que no se puede convocar a personas desempleadas, con necesidades económicas, a que sean policías.
“Lo que tiene que hacerse es que todo el que quiera ser policía pase por la escuela de policía, tanto para ser municipal, estatal preventivo o ministerial. Incluso dijo que este último debe cursar una carrera profesional como Derecho, mientras que el preventivo puede hacer una carrera técnica. La vocación se va a medir a partir de los estudios que soporte en la carrera”, explicó.