En la anterior columna que La Jornada Zacatecas tuvo a bien publicarme, expusimos un punto de vista crítico sobre la situación de la Universidad Autónoma de Zacatecas, y sólo como introducción a la presente, me gustaría escribir el estatus de cómo se encuentra al día de hoy, tomando en cuenta que los días que han transcurrido han sido decisivos para la UAZ, tanto que ya hay planes, acciones y presupuestos, que al final forman parte del Zacatecas “macro”, de ese que se verá reflejado en el global 2017, o bien, en como cierre el año el estado para dar paso a lo que viene.
La gestión es una característica de los estadistas y para no exagerar, diré que es una cualidad de los buenos gobernantes, con ella, se hacen los grandes cambios y las transformaciones en los municipios, estados, países o instituciones, sin ella, no sólo se queda anclado el desarrollo sino que es muy probable que ante las condiciones del mercado, el alza del dólar y de las depreciaciones, se caiga en deuda pública (el último recurso en muchas ocasiones, de malas administraciones).
En Zacatecas hemos tenido buenos y malos gestores, y me refiero a los gobernantes, aquellos que han asumido el costo de ser gobernadores o gobernadoras de un estado pobre y según algunas teorías, olvidado por la Federación, aquí no tenemos excedentes de nada, salvo de migrantes, aquí no hay playa, no hay petróleo y no hay condiciones para el desarrollo mas allá de lo que “generosamente” la Federación nos otorga, por eso, es indispensable que el gobernador y su equipo, tengan conocimiento en el tema de la gestión y una alta sensibilidad para construir presupuestos participativos que permitan mejorar las condiciones de la vida de la gente.
En Zacatecas en la actualidad, se ha aprendido la lección de que los mejores gobiernos son los que gestionan mayores recursos, pareciera ser una obviedad, pero si nos remontamos a lo que el estado genera por ingresos propios, es muy posible que nos vayamos contra la pared, debemos tomar en cuenta que sólo algunos impuestos forman parte de la política económica del estado y esto hace una economía condicionada y precaria. A últimas fechas el impuesto que genera la minería ha contribuido un poco al desarrollo de los pueblos, pero nuca será comparado con lo que se extrae de los mismos, estamos entonces ante la espada y la pared, si de generar recursos propios se trata.
El actual gobernador Alejandro Tello se ha caracterizado por no sudar calenturas ajenas, ha sido firme y muy preciso en el rumbo que le quiere dar al estado en materia económica, sabe de las condiciones de austeridad que permean al presupuesto federal del año que entra, y sabe también “con el conocimiento que le dio ser secretario de finanzas”, que los ingresos propios no alcanzan, por eso se ha hecho allegar de perfiles de primer nivel en la gestión, como es el caso del contador Jorge Miranda, el cual ha tenido la experiencia de ser como secretario de Finanzas en el pasado, un trasformador de las gestiones de la ex gobernadora Amalia García, en austeridad y robustecimiento de programas sociales o de infraestructura esencial, cosa que repercute directamente en la calidad de vida de la gente. Esta iniciativa del gobernador de llamar a ser parte de su equipo a los que más saben, es de entrada otra característica digna de llamar la atención, pero se debe reconocer que no es suficiente. Veamos.
El 90 por ciento de los recursos del estado de Zacatecas en términos generales es ministrado por la Federación, esto hace, como ya lo dije, que nuestro estado tenga una híper dependencia al subsidio, y el 10 por ciento restante, como también ya lo dije, se conforma de los ingresos estatales producto de los pocos y mal pagados impuestos que tributamos los zacatecanos. Pero, por si no fuera poca cosa, el 90 por ciento de la Federación, puede sufrir incrementos en el mejor de los casos, o estatismo en el mediano de los casos, lo cual significa en términos económicos una involución por lógica mercantil; de tal suerte que el componente presupuestal final necesita más que de buenas intenciones, por eso, además de un buen secretario de Finanzas (como es el caso, con Don Jorge), se requiere una comparsa en las cámaras, particularmente en la de diputados, mediante la cual, los legisladores de todos los partidos hagan un frente común para bien del estado de Zacatecas, es preciso decir que ellos serán los receptores de las prioridades presupuestales del gobierno, para incluirlos en el presupuesto de egresos federal, pero además, una vez ya diseñado el mismo, se tendrá que dar la batalla en la etapa de la discusión de la cámara, para generar prosperidad en el ramo social más importante de todos los manejados por la secretaría de Hacienda, llamado Ramo 23, que comprende todos los fondos que benefician de manera directa al ciudadano. Es ahí donde está la verdadera batalla, de la mano de la gente. Seguiremos con el tema. ■
