14.8 C
Zacatecas
jueves, 2 mayo, 2024
spot_img

Realidad mexicana, propuesta desde el poder, produce como efecto la parálisis social: Rivera

Más Leídas

- Publicidad -

Por: ALMA RÍOS •

■ Escribir para encontrarse con los otros “desde el bien común que es el lenguaje”, plantea

- Publicidad -

■ Participó la escritora en el Tercer Encuentro de Narradores Centro-Occidente, recientemente

En estos momentos de “guerra neoliberal contra la población y la ciudadanía”, es importante, señala la escritora tamaulipeca Cristina Rivera Garza, retomar las palabras de otros y apropiarse de ellas para luego regresarlas a su lugar de origen.

“De tal manera que podamos entablar y seguir una conversación que nos permita practicar una vida distinta. Necesitamos producir una vida distinta, hacerlo de tal manera que sea mucho más intensa, mucho más plena, mucho más interesante que la vida que nos prometen: tan poca, tan trágica, tan sórdida, desde el poder, todos estos muñecos neoliberales”.

Así propuso la autora de Nadie me verá llorar (Tusquets, 1999), al poder de imaginar realidades, mundos alternativos, como parte de la función del escritor en un México que vive tiempos que situó como “aciagos” y de “horrísona violencia”.

Rivera Garza estuvo recientemente en la capital del estado como participante del Tercer Encuentro de Narradores Centro-Occidente, oportunidad que aprovechó Carlos Navarrete, el conductor del programa de La Jornada Zacatecas TV, Acentos, para hablar con la también docente de Escritura creativa de la Universidad de California en San Diego, de la función del escritor y la escritura en el México actual.

De la realidad mexicana propuesta desde el poder, destacó la invitada, ha producido como efecto principal: “la parálisis social al hacernos sentir que estamos aislados, que no podemos hacer nada, que esto no tiene solución”.

El ejercicio de escribir entonces, afirmó, se hace necesario para reforzar los lazos que van del texto a la sociedad, “de esto que ya contiene la escritura intrínsecamente: vernos con otros y ver que otros también se vean con otros”.

Cristina Rivera Garza precisó que al definir el trabajo del escritor en “trastocar, jugar, producir con el bien común que es el lenguaje”, lo que dice de otra manera es: “que toda estética es política”.

“Nosotros no sólo nos metemos con la manera en cómo percibimos el mundo sino con la manera en cómo lo producimos”.

Desde sus herramientas humildes pero poderosas, la palabra, la oración, el párrafo, la sintaxis, el escritor produce otros mundos. En ese sentido, no tiene una sola función sino múltiples. Todas importantes, agregó.

La escritora durante su participación en el programa Acentos, de La Jornada Zacatecas TV

Las interconexiones con los otros, sumó a esta lectura de la escritura como producto de la comunidad humana, se han hecho cada vez más evidentes mediante el uso de la tecnología digital que ha dejado ver “este trabajo de mediación continua que es la escritura, el contacto con otros”.

El copy paste, el rastreo del origen de una palabra o con cuál otra se conecta, “ha dejado muy en claro que estas nociones de originalidad pura y limpia, pues son más bien parte de la imaginación económica del mercado editorial y de la imaginación del ego infladísimo de muchos autores”.

Cosa que expuso, para negar rotundamente la soledad creadora del autor y por tanto su originalidad.

“El autor separado de la sociedad, que escribe gracias a un genio personal que le da un contacto especial con fuerzas misteriosas del universo, es un mito romántico”, sentenció.

“Los que nos hemos dedicado a escribir sabemos, y sabemos muy bien, que siempre estamos escribiendo con otros, que siempre son las voces, los lenguajes, las experiencias de los otros, de lo que nos alimentamos y a lo que aspiramos a regresar”.

La ganadora del premio Anna Seghers para literatura latinoamericana (2005) coincidió con Claudio Magris, acerca de que el escritor realiza su trabajo como el mítico Noé, “para salvar lo que amamos”, expresión traída a colación por Carlos Navarrete para pregunta a la autora, sus propias razones para escribir.

Rivera Garza dijo sobre la expresión de Magris, “refleja lo que he querido decir a través del termino de desapropiación”.

“Vivimos constantemente como escritores, sí apropiándonos del lenguaje de los otros, pero creo que en estos momentos, especialmente en estos momentos graves, tenemos que hacer el giro que sigue, que es desapropiarnos de esto que llamamos el reino de lo propio, regresar lo que hemos tomado y regresarlo si es posible multiplicado”.

Recuperó para ahondar en la idea, del manifiesto que aparece en su libro que aparecerá nuevamente bajo el sello de la editorial independiente Surplus, Dolerse, e inspirada en la lectura de una autora norteamericana, “que la desesperación es fácil”.

En esta búsqueda de conectarse con la comunidad a la que pertenece, y a la que le importa retroalimentar, le resulta importante establecer una conversación con “esas personas que están en su vida cotidiana enfrentándose a cosas a las que yo también me estoy enfrentando”.

Hablar-escribir-leer “sobre lo que nos pasa, sobre lo que nos puede pasar, sobre el mundo que podemos construir juntos, para eso están también los textos”, dijo.

“Es decir, para salir de la desesperación. Y sí como Magris lo decía, para llevarnos todo lo que amamos en estos libros y en estos textos, pero en esta práctica sobre todo de estar con otros a través de la escritura”.

- Publicidad -

Noticias Recomendadas

Últimas Noticias

- Publicidad -
- Publicidad -