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viernes, 26 abril, 2024
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Trumpazo

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Por: LEONEL CONTRERAS BETANCOURT • admin-zenda • Admin •

La palabra que da título a esta nota es un aproximativo del término “trompazo” que se deriva a su vez de trompada y que el diccionario define como porrazo, sinónimo de golpe. Eso y no otra cosa representa el indeseado y para muchos el inesperado triunfo de Donald Trump en las recientes elecciones de los Estados Unidos.

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Lo que parecía imposible y poco probable terminó imponiéndose en esa especie de reallity show en que terminan convirtiéndose las elecciones presidenciales norteamericanas. Encuestas y predicciones de los representantes de los poderes fácticos e interesados que se han beneficiado con la economía globalizada, en voz de los que llaman líderes de opinión, apostaban al triunfo de la Clinton. Ese era su deseo. Atribuían la derrota anticipada de su adversario a sus defectos y excesos que terminaron siendo virtudes para quienes lo apoyaron con su voto y le dieron el triunfo: los blancos anglosajones, resentidos debido a la pérdida de expectativas y empobrecimiento, desempleados y con poca educación. Entre los motivos para que el magnate inmobiliario evasor de impuestos y burlador del sistema fiscal triunfara, Sostiene Jefferson Cowie, destacado historiador económico de la Universidad de Vanderbit, hecho que califica como un shock, se encuentran el que “Una, la clase trabajadora blanca del Medio Oeste ya no está dispuesta a ser despreciada.

“Y dos, que esa misma gente fue capaz de votar un candidato que abiertamente culpa a los inmigrantes y las minorías por sus problemas” (Reforma, 9/IX/16). Aquí pudieran estar las razones y causas del triunfo del candidato republicano, que no sólo se alza con la presidencia de la primera potencia capitalista y el imperio armamentista más poderoso del mundo, sino que por inercia su partido alcanza la mayoría en las cámaras de representantes y de senadores. No tendrá oposición ni contrapeso para sus ocurrencias y locuras, salvo el que le impongan los dueños del dinero y de los poderes fácticos que es para quien realmente gobiernan los presidentes gringos.

Peña Nieto, en algún sentido ganó perdiendo y con él México también pierde, pues no obstante que lo haya acogido al invitarlo y darle un trato de jefe de Estado en los mismos Pinos, padeceremos las consecuencias de la política trumpista. Al día siguiente de los comicios políticos opositores endosaron al gobierno de Peña el impulso que tomó Donald Trump para que arrasara a Hilaria. Pues con su acto torpe e injerencista al invitarlo en plena campaña, le atribuyen responsabilidad en los resultados. Para el puntero en las encuestas con miras al 18, López Obrador, fue un error “de los integrantes de la mafia del poder en México, el haber tomado parte en la contienda del vecino país del Norte, (Ibíd.).

Ya Alejandro Nadal publicó antier en este rotativo un lúcido diagnóstico sobre los protagonistas. Parafraseando a ese economista, comparó la confrontación como la contienda entre un psicópata payaso contra una mujer oportunista y ambiciosa. El primero misógino, machista, racista e ignorante. Por su parte la segunda ostentándose en su experiencia y valores democráticos, si bien en su trayectoria no son ajenos sus afanes belicosos y un oportunismo ilimitado. Agrega que en la derrotada Hillary influyeron sus mentiras sobre sus actividades injerencistas en Bosnia, su aventura en Libia que propició el desastre en el Norte africano, sus operaciones encubiertas al servicio de las firmas productoras de armamento militar y sus negocios con el ejercito de Isis según fue ventaneda por Wikileaks; así como su intervención en el conflicto sirio. Agrega que “el rasero con el fueron medidos ambos fue el del dinero”, tal y como ocurre allá con las elecciones. Concluye diciendo que la contienda electoral no fue entre ambos, sino entre “el aventurerismo belicoso de una mujer experta en camuflajes, y la nostalgia de un mundo en el que la ignorancia y los prejuicios raciales y misóginos constituyeron valores admirables”, esto último representativo del grupo blanco anglosajón tradicionalista, racista y discriminador agraviado por las minorías y los embates de los tratados comerciales con México, Canadá y China que supo encarnar muy bien Trump.

La mejor conclusión sobre las elecciones estadounidense que acaban de transcurrir la hizo la Rayuela de La Jornada del día de los comicios: “Gane Clinton o Trump, a México le ira igual o peor que hasta ahora. Nos ven de menos, ni modo”, juicio con el que estamos de acuerdo. Los demagogos y populistas son peligrosos y más si llevan a la práctica sus ideas y deseos, dado su pensamiento cuadrado y obsesión por su ideología que buscan aplicar como dogmas.

El triunfo del “trompismo nacionalismo blanco” (Alfredo Jalife dixit), ha resultado ser para México y los mexicanos comenzando por la depreciación del peso que sigue en un tobogán con la amenaza de entrar en caída libre, y demás partes del mundo globalizado enganchado a la financiarización, una verdadera trompada. Un madrazo del que tardaremos en reponernos. ■

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