13.8 C
Zacatecas
viernes, 26 abril, 2024
spot_img

En este país muchas veces las armas de los cárteles son las que mandan: Valdés

Más Leídas

- Publicidad -

Por: ALMA ALEJANDRA TAPIA • Araceli Rodarte •

■ El ex director del Cisen presentó en Zacatecas su libro Historia del Narcotráfico en México

- Publicidad -

■ En caso Ayotzinapa, necesario, que la sociedad se involucre y marque un alto al Estado, opina

En este país donde muchas veces las armas de los cárteles son las que mandan, un suceso como el de Iguala, Guerrero, donde se desapareció y posiblemente se asesinó a 43 estudiantes, se explica por el control político, social y público que los criminales tienen en los municipios, donde rutinariamente hacen ese tipo de actos y lo de los normalistas de Ayoztzinapa fue un “mátenme a estos 43 revoltosos, que no me molesten a mi mujer”.

Lo anterior lo comentó Guillermo Valdés Castellanos, ex director del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen), ayer durante la presentación de su libro, Historia del Narcotráfico en México, que fue comentado por Raymundo Cárdenas Hernández.

El funcionario durante el sexenio de Felipe Calderón, en su visita a Zacatecas relató la evolución que ha tenido el negocio de la droga en México desde 1926, hasta la actualidad de la cual no sólo derivan 50 mil asesinatos hasta 2006, sino también está lo que llamó las tres tragedias del país: la violencia, instituciones débiles e incapaces y lo peor, ciudadanos absolutamente indefensos.

Ante ese escenario es que Valdés explica hechos como los de Iguala, Guerrero, el cual no es nuevo, ya que el fenómeno se empezó a denunciar desde 2008, pero al no existir voluntad política para enfrentarlo, hoy se ven casos terribles donde los criminales pasaron del negocio de las drogas, a la captura de la institución municipal y el Estado, para ya no sólo ganar por la venta de drogas, sino en especial beneficiarse de las rentas públicas mediante la captación de las instituciones.

Guillermo Valdés Castellanos, ex director del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen) ■ FOTOS: MIGUEL ÁNGEL NÚÑEZ

Aunque desconoce en este momento cuántos municipios del país están en condiciones similares a las de Iguala, refirió que durante su gestión al frente del Cisen, “se habían detectado decenas”, de ahí el reto de reconocer a los municipios como el principal espacio de lucha para el narco, que con llamadas telefónicas ha dado avisos de su licencia para operar.

Ejemplificó de que en “un municipio del país”, el crimen organizado rodeó con camionetas de sicarios la casa del entonces candidato a alcalde y le marcó para que fuera a verlos, como un aviso de que ahí iban a operar en el municipio, después cuando ganó la contienda, una llamada más bastó para que sin trabas les permitiera realizar su trabajo.

Valdés aludió a algunas cifras respecto del comportamiento de los homicidios relacionados con el narco: 90 por ciento de la ejecución “es entre malos, 85 por ciento es “la típica” de levantón, tortura, algún “ado” (encajuelado, quemado, ahorcado) y luego hacen público el cadáver. Hasta 2006 de los 50 mil muertos buen número eran autoridades o policías asesinados por las organizaciones criminales. De esos 70 por ciento son funcionarios municipales.

Cifra que una vez más evidencia cómo el control del espacio municipal es fundamental y advirtió: “si el Estado no lo recupera el clima actual crecerá, por la fragilidad que tiene un alcalde frente a sicarios”.

En tanto, parte de la sociedad se ve obligada a tejer redes con los narcotraficantes, en especial los empresarios quienes se deben adaptar a la nueva autoridad que es el crimen organizado, mientras que la vida social se descompone por la extracción de rentas sociales (extorsión-secuestro) y la captación del Estado porque es el narco el que impone directores de obras públicas, de seguridad y todos los sectores.

Valdés Castellanos aludió a una ocasión en que La Tuta (Servando Gómez Martínez) reunió a 20 presidentes municipales de Michoacán para imponerles a sus funcionarios.

El libro fue comentado por Raymundo Cárdenas Hernández

Cuando el Estado quiere, los tipos van a bote

Tras varios relatos acerca de la desconfiguración de los cárteles de la droga en México, desde 1926 a la fecha; los acuerdos del Estado con el narcotráfico, la ruptura, la pelea por los territorios y el nacimiento de células como los zetas o la familia michoacana (pasajes que se relatan en Historia del Narcotráfico en México), a decir del ex director del Cisen, sería una utopía pensar que uno de los negocios más rentables del mundo un día se combatirá, sin embargo, el reto está en lograr un negocio menos violento como el de hace décadas.

Para lograrlo, consideró, se tiene que fortalecer al Estado y sus instituciones, pero ese proceso puede llevarse toda una generación, pues se requiere rehacer a las policías, reformar los Ministerios Públicos y cambiar el modelo carcelario, que el actual es una universidad. “La tragedia es que si no se apresuran, se desperdiciará mucho tiempo”, enfatizó.

Ante los cuestionamientos de los asistentes a la presentación acerca de hacia dónde va el país, su opinión sobre el caso de Ayotizinapa y las investigaciones e incluso la duda de si los mexicanos son espiados como se cree, el ex titular del organismo de inteligencia nacional, habló de la necesidad de que la sociedad se involucre y le marque un alto al Estado, de lo contrario éste no actuará fuerte.

 

 

“Si no se tiene enojo y hartazgo de la sociedad que reclama y le mienta la madre al funcionario, los señores no se van a mover”, expuso.

Valdés relató cómo la aprehensión de un capo de la droga requiere de 19 mil piezas para armar el rompecabezas, sin embargo, al haber detenido a 34 de 37 en el sexenio de Felipe Calderón, es una prueba de que “cuando el Estado dice quiero, los tipos se van a bote”.

Aseguró que el país ha tenido un incremento muy grande en sus capacidades de inteligencia, pero sobre todo se requiere voluntad política.

Respecto de la versión dada a conocer ayer por la Procuraduría General de la República (PGR) y el posible hallazgo de los estudiantes normalistas, se pronunció por hacer caso y creer en la versión de Jesús Murillo Karam, porque la institución “tiene elementos sólidos y buenos para hacer investigación”.

- Publicidad -

Noticias Recomendadas

Últimas Noticias

- Publicidad -
- Publicidad -