■ Lo importante es que esta “sensación dolorosa” se transforme en acción, revela sondeo
Indignación, rabia y también preocupación son tan sólo algunas de las reacciones que generó entre los zacatecanos la información dada ayer por la Procuraduría General de la República (PGR), en torno al caso de los 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa, Guerrero.
Los jóvenes, quienes oficialmente continúan desaparecidos según informó el titular de la PGR, Jesús Murillo Karam, de acuerdo con las declaraciones de tres de los detenidos, fueron asesinados y calcinados.
“Estoy pensando en los padres de esos estudiantes, estoy pensando en los estudiantes marginados que quieren luchar por este país y en lo que les puede esperar”, aseguró Froy Salas.
Esta zacatecana sostuvo que su reacción ante la declaración del funcionario federal fue “de horror, de miedo de lo que está sucediendo en este país (…) porque esto no es más que abrir la caja de todo lo que históricamente ha venido sucediendo en el país pero que, en esto, se nos presenta de una manera horrorosa”.
Sin embargo tiene claro que, pese a la preocupación y temor ante la barbarie, la sociedad mexicana tiene que organizarse y “debemos paralizar este país, por lo menos un día, y que ellos (el gobierno y la clase política) se den cuenta qué pasa en un país cuando se paraliza y que todo el mundo salgamos y hagamos una sola voz, una sola conciencia de que no queremos más esto”.
Al igual que Froy Salas, Rebeca Toledo Cisneros aseguró también que paralizar el país es una de las vías que debería tomarse para manifestar el repudio ante estos hechos y presionar al gobierno.
Expuso que, “si en otros países el sentarse en una plaza pública permitió que se fuera un dictador, en este momento la clase política (en México) que se vaya, de veras parar el país, pero pararlo”.
Aunque, sea ésta u otra reacción social, expuso Rebeca Toledo, lo importante es que esta “sensación dolorosa” se transforme en acción ya que “no podemos las personas de este país seguir sin hacer nada, nuestra vida no puede continuar normal”.
El zacatecano Julio Medina subrayó también que hay que “seguir con la presión y con la organización pacífica” para exigir a las autoridades justicia y “que hagan su trabajo”. Pero, sobre todo, consideró que no se debe politizar el asunto para que continúe siendo “más que nada la unión entre los jóvenes y la sociedad”.
Carlos Uriel Berumen, por otra parte, subrayó que los sucesos de Guerrero con los normalistas de Ayotzinapa se engloban en una crisis de inseguridad nacional, por lo que aseguró que “lo que le pasa a los estudiantes va a seguir pasando”.
En relación a este aspecto señalado por Carlos Uriel, Teresa Domínguez Landero agregó que la colusión de autoridades y delincuentes abona a perpetuar esta situación. Al respecto, comentó que “yo creo que el gobierno está detrás de todo esto, porque tanta información, los policías, los federales, el Ejército, obvio que el gobierno sabe todo, sabe cómo se han manejado las cosas y obviamente está combinado hasta con el narco, todo está embarrado de la misma manera”.
No obstante, uno de las opiniones expresadas con mayor frecuencia entre los zacatecanos sondeados fue la que expuso Froy Salas, quien concluyó que “el momento nos está marcando un parteaguas para que este país pueda cambiar en la conciencia”.
