28.6 C
Zacatecas
jueves, 2 mayo, 2024
spot_img

La instrucción de la primera enseñanza como panacea

Más Leídas

- Publicidad -

Por: LEONEL CONTRERAS BETANCOURT •

Una de las ilusiones de la ilustración y de los ilustrados que cruzaron las fronteras de los siglos 18 y 19 fue la de considerar a la educación comenzando por la instrucción de las primeras letras como la panacea, el remedio milagroso para salir del atraso, encaminar al país hacia el progreso y formar a los futuros ciudadanos de la nación mexicana.

- Publicidad -

Contrariamente a otras cabeceras de partido y pueblos, la instrucción de la primera enseñanza en Fresnillo era un poco menos deplorable. En este lugar operaban varías escuelas. En la que había en la cabecera se enseñaba además de la obligada doctrina cristiana, los demás ramos de las primeras letras como eran los de leer, escribir y contar.

Sin embargo, contrariamente a Jerez, en condición más desfavorable se encontraba Tlaltenango, cuya municipalidad, de acuerdo con el informe del subdelegado Juan Antonio de Evía, no tenía ninguna escuela. 

Juchipila y Aguascalientes se encontraban en una situación similar a la de Fresnillo con una gran carencia de escuelas. Una suerte diferente era la de Zacatecas, capital de la intendencia y del partido del mismo nombre. En la ciudad se tiene conocimiento de la existencia de cuatro establecimientos de instrucción elemental. Dos escuelas cuyo sostenimiento por lo que hace al pago de sus maestros dependía de los caudales del Colegio Seminario de San Luis Gonzaga desde 1786, cuando ocurrió su reapertura. Las dos restantes atendían a un menor número de alumnos y se encontraban en un estado de abandono, lo que movió a las autoridades del Ayuntamiento por intermediación del Intendente a solicitar al Virrey la creación de otras escuelas. Sobre el salario que debería devengar los maestros, este debería ser de 300 pesos anuales, más una ración de tres pesos para ayuda alimenticia y el pago de la renta de una casa para su hospedaje; prestaciones de las que gozaban los de las escuelas dependientes del Colegio citado. Además de la solicitud para la creación de más escuelas, el Ayuntamiento tomó el acuerdo de hacer efectiva la real ordenanza de intendentes en materia de instrucción que fijaba la obligatoriedad de los padres de enviar a sus hijos a las escuelas. 

Ya entrado el periodo independiente, las élites y clase política de la nueva nación depositaron su confianza en la educación del pueblo. La instrucción, comenzando por la primaria debería ser una especie de panacea para curar todos los males de la sociedad. Entre las prioridades estaba la de abrir el mayor número de escuelas para llevar las luces a los lugares más apartados. Ilustrar a la niñez y juventud mexicanas representaba una urgencia para poder acceder a mejores estadios de bienestar y formar futuros ciudadanos. En Zacatecas, cuando se conoce la Constitución de Cádiz, jurada en 1812 y se busca poner en práctica algunos de sus preceptos como la gratuidad y obligatoriedad de las primeras letras, existían muy pocas escuelas de este tipo. Con excepción de las que había en la ciudad de Zacatecas no exentas de problemas y las de los partidos que aquí se han mencionado y alguna otra que operaba como obra pía a cargo de las parroquias de algunos pueblos, el panorama educativo cuando ocurre la guerra de independencia, no era muy alentador. 

Con esta colaboración, agradeciendo de antemano la hospitalidad de La Jornada Zacatecas, concluimos la serie de colaboraciones relacionadas con la divulgación de las escuelas de primeras letras de la Intendencia de Zacatecas.   

Referencias.

ARCZ. Archivo de las Reales Cajas de Zacatecas.

- Publicidad -

Noticias Recomendadas

Últimas Noticias

- Publicidad -
- Publicidad -