17.8 C
Zacatecas
viernes, 26 abril, 2024
spot_img

Cerveza, televisión y muerte

Más Leídas

- Publicidad -

Por: CITLALY AGUILAR SÁNCHEZ •

  • Inercia

Nunca dejan de asombrarme las curiosas y extravagantes coincidencias zacatecanas. Miren que hacer coincidir las festividades del Día de muertos con el Zacatecas Fest, patrocinado por la cervecería de mayor prestigio… El pasado fin de semana fue difícil encontrar la diferencia entre quienes festejaban a los fieles difuntos y los fieles al alcohol, medio difuntos, festejando en las plazas públicas de la ciudad.

- Publicidad -

Tal evento fue anunciado con bombo y platillo por nuestro flamante gobernador, y uno de los lemas publicitarios aún promueve a nuestro estado como “la capital de la cerveza”; y esto es inevitable no leerse con un dejo de orgullo amargo… como el sabor de la famosa bebida.

Por si no fuera suficiente con tales sucesos, Miguel Alonso viaja al municipio Ciudad Cuauhtémoc para supervisar de manera personal la entrega de 2 mil 40 televisores digitales, y con esto suma ya la escandalosa cantidad de 160 mil aparatos en todo el estado; esto como parte de la polémica Reforma de telecomunicaciones. Y con esto tenemos un resumen de la combinación perfecta que identifica a la sociedad mexicana actual: muerte, cerveza y televisión.

 

La cultura de la chela

Es una verdad conocida que en nuestro estado se bebe cerveza de manera excesiva. La epítome de esto se evidencia cada año en Semana Santa, allá por los rumbos de Jerez. No obstante, los pocos bares que engalanan nuestro Centro Histórico y algunas zonas comerciales, suelen tener clientes constantes durante toda la semana. Y ahí nos encontramos todos; nadie queda totalmente exento. Éste no es un texto que intente juzgar los hábitos de entretenimiento de los zacatecanos, pero me parece sintomático que, el alcohol sea el más utilizado aquí.

Alguien por ahí se preguntó, en alguna otra columna periodística, si es que “la chela” es cultura. Y si entendemos por cultura todo aquel conjunto, complejísimo, de signos y símbolos, de costumbres, ética y comportamientos que se efectúan en determinados contextos dentro de una comunidad, tendríamos que responder afirmativamente a tal cuestión.

La cerveza está tan cerca de todos, su consumo está tan arraigado en nuestras actividades diarias, que imposible será negarla como un uso cultural, casi a la par del mítico maíz o de la necesidad de ir a misa los domingos. Embriagarse se está consolidando como una forma de identidad entre mexicanos de todos los estados y todas las edades. En estos tiempos es más mal visto aquél que no bebe, que quien sí lo hace.

Es una cultura hermética, pues quien ingresa difícilmente logra salir. Y su iniciación exige juventud –he visto, con tristeza, como los púberos de secundaria o preparatoria se exigen llevar a la práctica “la pisteada” como un acto de masculinidad, poder y pertenencia- y promete con ello una ilusión de madurez precoz.

En este contexto se llevó a cabo el Zacatecas Fest, con bebidas y comida a precios muy accesibles; ofreciendo a los presentes entretenimiento y la posibilidad de compartir, libre y comúnmente el vicio por este brebaje… en otras palabras se puede decir que fue expuesta nuestra cultura alcohólica en las plazas principales, como si se tratara de un objeto preciado y de valor.

 

Signos y símbolos culturales

El Zacatecas Fest, además de  ofrecer cerveza, también tuvo en programa la proyección de películas, conciertos y algunas otras actividades que desde luego, tuvieron menos importancia entre la población. Realmente es difícil prestar atención, incluso al televisor, cuando se está en condición beoda. La programación en pantallas es meramente simbólica para un pueblo que vive embriagado de su propia circunstancia evasiva.

Ver televisión o no hacerlo no depende tanto de nosotros, sino del estado de inconciencia en que lo hacemos. Cuando vemos el aparato ¿realmente lo estamos observando o nos emborrachamos con el simple brillo del plasma? 160 mil pantallas planas regaladas por el gobierno nos pueden dar una pista de que en realidad, este aparato también es ya un legado cultural; otra forma de embriaguez adictiva.

En este tenor, tanto el Zacatecas Fest como la costumbre de reunirse frente al televisor, opacaron de manera arrasadora la tradición milenaria del Día de muertos. Los canticos de los niños que caminan de casa en casa disfrazados, fueron pocos en relación a otros años. Y es que incluso, desde edades muy tempranas, el hábito de permanecer horas frente a este electrónico, priva a muchos de actividades elementales como la convivencia humana.

Seguramente habrá quien considere los párrafos anteriores demasiado conservadores. Y probablemente lo sean. Pero lo es aún más justificar tales acciones como acontecimientos cotidianos que no afectan a nadie ni a nada, porque eso es una gran falacia.

Cada vez nos perdemos más como humanos. En esencia, cada día parecemos más seres muertos. El alcohol o el televisor existen y nos los podemos evitar; incluso llegan a ser necesarios en determinados contextos; pero todo cobra un tinte muchísimo más complejo cuando, dos cosas que principalmente sirven para distraer y evadir, sean ya una forma de vida, es decir, una cultura. Porque en este sentido pueden incluso ya ser considerados signos y símbolos representativos de lo mexicano o zacatecano. ■

- Publicidad -

Noticias Recomendadas

Últimas Noticias

- Publicidad -
- Publicidad -