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jueves, 2 mayo, 2024
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Encontraron los lectores en Hugo Gutiérrez Vega “el valor de la conversación como verso”: docente

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Por: ALMA RÍOS •

“La literatura la hacen los lectores”, sentencia Alejandro García. Y para hablar de aquella que han construido los asiduos a la obra de Hugo Gutiérrez Vega, agrega que lo que ven en la escritura del jalisciense fallecido el pasado 25 de septiembre, “es el valor de la conversación como verso”.

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“Qué poder hay en la conversación que pueda hacer trascender eso que utilizamos todos los días para convertirlo en un poema, pues creo que fundamentalmente la profundidad en la mirada”, dice García.

No son sólo “los grandes ritmos” de la poesía sino la palabra que compartimos y que en Hugo Gutiérrez Vega habla de dualidades, tal como lo expusiera Marco Antonio Campos, cita el docente e investigador en la Unidad Académica de Letras de la UAZ.

Así en la obra del autor se encuentra “esta cuestión del chacoteo con la cosa seria, la cuestión libresca o la cuestión popular”.

También en coincidencia a la lectura de Marco Antonio Campos sobre Gutiérrez Vega, señala sobre el signo de la poesía del director de La Jornada Semanal, la influencia de dos poemas de Constantino Cavafis, La Ciudad e Ítaca.

Ambos son dos pequeños mitos de la realidad, dice: “La ciudad es que a donde vayas, te vas a llevar la ciudad. Ya destruiste tu vida aquí y la vas a destruir a donde vayas, porque estás destruido. Ítaca es que cuando te quedas en tu ciudad y estás destruido, vayas a donde vayas te vas a quedar en la ciudad, es más que nada la inmovilidad”.

Este signo nos lleva al asunto del trasterramiento en la obra de Gutiérrez Vega, que lo puso siempre en la búsqueda “de lo que no nos es permitido, la felicidad”.

Este es el asunto fundamental que los lectores de Gutiérrez Vega “encontramos, una conversación que se acerca mucho a lo cotidiano pero donde existen este tipo de desgarramientos: ¿por qué no puedo ser feliz si vivo en la ciudad que quiero? o ¿por qué no puedo ser feliz si me fui a otra ciudad?…estoy extrañando mi ciudad, o ¿por qué tengo que recurrir a expresiones populares?…porque no me satisfacen las expresiones librescas”.

El común denominador de la poesía y del ejercicio poético de Gutiérrez Vega es la crítica. En la década de los años 60 del siglo 20, se dio una “pequeña” escisión entre los poetas.

Por un lado se generó una poesía centrada en la figura poética y por el otro, una “más pasada por el ritmo largo y el tono conversacional”, esta última muy parecida a la del nicaragüense Ernesto Cardenal y “un poco cercana” a la poesía del chileno Nicanor Parra.

“En este contexto estaría la poesía de Hugo Gutiérrez  Vega. No debemos olvidar que estos poetas tienen una herencia doble muy pesada, por un lado tienen la gran poesía de Los Contemporáneos y por otro, la gran poesía de Octavio Paz”,

De esto deviene dijo que muchos de estos poetas encontraran en Ramón López Velarde “esa explicación que les permitía salirse de ese doble candado que tenían con la tradición mexicana. Y también cómo escapar a esto que se llega a llamar el tono crepuscular” de la misma

Gutiérrez Vega se encuentra así entre estos dos tonos, el burlesco y festivo, “digamos un poco dorado” y el tono propio de la poesía mexicana.

El vínculo del escritor nacido en Guadalajara en 1934 con Zacatecas, también se expresa en su inserción dentro de la generación donde se inserta Eduardo Elizalde, y como dato curioso, el que justo Elizalde, José de Jesús Sampedro y el propio Gutiérrez Vega, fueran receptores del Premio Nacional de Poesía Aguascalientes, respectivamente, en 1974, 75 y 76.

Un dato que Gutiérrez Vega trajo a colación cuando se hizo merecedor del Premio Iberoamericano de Poesía Ramón López Velarde en 2001.

Gutiérrez Vega mantuvo con Zacatecas una relación estrecha que tuvo como uno de sus vínculos al poeta José de Jesús Sampedro y en los años recientes, a estudiantes de la Unidad Académica de Letras de la UAZ, esto a partir de la impartición aquí de la cátedra que lleva su nombre.

Otra vez en alusión a que son los lectores quienes hacen la literatura, Alejandro García señala que “tenemos un montón de escritores y textos que no damos a conocer”.

Algunos de los que en relación a sus conmemoraciones luctuosas se hacen de sus obras “versiones superficiales, muy de capilla” como el caso de Octavio Paz.

Todos ellos esperan por un lector que “los vea y los incorpore como miembros de otra generación”, tal como les dice a sus alumnos: “ustedes son la generación que va a determinar quiénes quedan, y si ustedes dicen Shakespeare no va, no va”.

En este sentido sobre Hugo Gutiérrez Vega, propone, ¿”Hugo Gutiérrez Vega va? Yo creo que sí. Lo importante es que  mientras haya lectores, va a haber literatura”.

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