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viernes, 26 abril, 2024
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Gobierno de gabinete, un primer paso para salir del pantano

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Por: RAYMUNDO CÁRDENAS HERNÁNDEZ •

Al inicio de su espléndido artículo El vaciamiento democrático publicado por la revista Nexos, Jesús Silva-Herzog Márquez enuncia las expectativas abiertas en 1997 por el hecho inédito de que el PRI perdió la mayoría en la Cámara de Diputados, para continuar con un contundente diagnóstico de lo ocurrido a partir del 2000: “No sospechábamos un descenso en la barbarie, una tergiversación de los mecanismos de competencia, el vaciamiento de la democracia…” Más adelante afirma: “Corrupción y violencia se trenzan en el México que inicia el siglo XXI. Abultado listado de tragedias y escándalos en tan sólo tres lustros: migrantes cazados y exterminados, niños asfixiados, bombas en la plaza pública, reiteradas muestras de brutalidad policiaca, exhibición cotidiana de la crueldad, corrupción que ofende y mata. Mientras la clase política se empeña en su discurso de modernidad, el país ha vivido una profunda reversión histórica: un retroceso en el proceso de civilización…¿Puede negarse que México es hoy un país más inhóspito, más cruel, más salvaje de lo que era a principios del siglo?…”

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Y párrafos abajo agrega, refiriéndose al histórico septiembre de 1997: “… Los partidos por primera vez se colocaron en el centro de la vida política del país. Ahí han estado desde fines del siglo pasado, en el centro de la vida pública, pero han ocupado ese sitio más para coludirse que para competir…  Si el reclamo de la transición fue terminar con la anomalía del partido de Estado, lo que emergió en la democracia fueron tres partidos de Estado… Al PRI como partido subsidiado por el Estado se le sumaron dos discípulos, el PAN y el PRD. Dos nuevos partidos de Estado que aprendieron fácilmente a emplear los recursos públicos para su causa. Lejos de activarse como vehículos de la sociedad civil y competir por el poder, ocuparon la posición de su rival histórico.”

“El Pacto por México escenificó esta colusión. Los tres grandes partidos apostando por las mismas reformas. Los dos partidos de oposición renunciando a su deber de ejercer la crítica. El regreso del PRI trajo de vuelta la filosofía del consenso, esa vieja fuente de legitimidad autoritaria que asocia el patriotismo a la unidad. Las diferencias se borraron durante un par de años, las alarmas se desactivaron, los vigías se echaron a dormir. La impunidad encontró en el abrazo de la clase política un clima protector. La coalición reformista pronto apareció como una red de complicidades, como pacto de ocultamientos. Ese Congreso que en 1997 había refundado su independencia, volvió a la sumisión a fines de 2012…” Más claro ni el agua.

Comparten este brutal diagnóstico de Silva Herzog Márquez, connotados intelectuales como Lorenzo Meyer y políticos como Porfirio Muñoz Ledo, el primero en su más reciente libro “Nuestra tragedia persistente” y el segundo en varios de sus discursos pronunciados en el año 2015.  Revertir la situación descrita es la mayor prioridad nacional. Los Zacatecanos podemos aportar nuestro grano de arena en la coyuntura de la renovación de los poderes del estado en 2016, atacando una de las causas de fondo del desastre nacional descrito en el artículo citado extensamente: la inexistencia de frenos y contrapesos por la concentración del poder en el titular del poder ejecutivo de la federación y de las entidades federativas, mediante una reforma de estado para crear, entre otras cosas, un gobierno de gabinete para el estado de Zacatecas y lograr la independencia de los órganos de procuración e impartición de justicia, así como los encargados de castigar la corrupción .

Esas reformas son pertinentes, además de posibles, en virtud de que la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos ya fue modificada con el voto afirmativo de todos los grupos parlamentarios, para incluir la noción de gobierno de coalición. Así, ahora se puede leer en el “Artículo 76.- Son facultades exclusivas del Senado: I… II. Ratificar los nombramientos que el mismo funcionario haga de los Secretarios de Estado, en caso de que éste opte por un gobierno de coalición,…” y en el Artículo 89.- Las facultades y obligaciones del Presidente son las siguientes: I. II. “…En los supuestos de la ratificación de los Secretarios de Relaciones y de Hacienda, cuando no se opte por un gobierno de coalición …”

La propuesta para Zacatecas implica crear la figura de gabinete estatal con las funciones de aprobar las propuestas de Plan Estatal de Desarrollo, de Presupuesto de Egresos y de reformas constitucionales antes de ser enviadas a la legislatura. Los integrantes del gabinete serán propuestos por el gobernador del estado y aprobados, uno por uno y en votación calificada de dos tercios, por la legislatura estatal, la que será dotada de la facultad para emitir voto de censura sobre el desempeño que producirá la destitución inmediata del secretario aludido.

Además es necesario dotar de plena independencia a los responsables de la procuración y administración de justicia, trasladando la función de proponer a sus titulares del gobernador a la sociedad civil, y crear el Consejo de la Judicatura, el Tribunal de Cuentas y la Unidad de investigación patrimonial, con la mayor independencia del poder ejecutivo.

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