Gracias a la maravilla de las telecomunicaciones, ayer domingo 5 de julio de 2015 fuimos testigos de dos eventos aparentemente desvinculados, pero que prueban que el péndulo de la historia económica mundial ha virado y ahora el neoliberalismo sufre derrota tras derrota, mientras que las opiniones de los economistas denominados post keynesianos, como Joseph Stiglitz y Paul Krugman, galardonados con el premio nobel, son más escuchadas y aplicadas que nunca. Los eventos a los que me refiero son, en primer lugar, el triunfo del No en el referéndum convocado por el gobierno griego, y el discurso del presidente de Ecuador, Rafael Correa, durante la recepción del Papa Francisco en el aeropuerto de Quito, capital del mencionado país.
Con una participación superior al mínimo requerido, los griegos votaron abrumadoramente por el No, desafiando las advertencias en toda Europa de que un rechazo a nuevas medidas de austeridad a cambio de ayuda financiera podría poner al país rumbo a la salida de la zona euro. Las cifras oficiales muestran que más de 61% de los griegos participantes rechazaron la oferta de los acreedores que se puso a consideración en la consulta. La sólida victoria del No contrasta con las encuestas que auguraban un resultado cerrado y pone a Grecia en un terreno desconocido, en que se arriesga al aislamiento financiero y político en la zona euro y a un colapso de su sistema financiero si los acreedores se niegan a entregar ayuda, pero para millones de griegos el resultado fue un mensaje claro a los acreedores de que no aceptarán más medidas de austeridad.
El primer ministro griego Alexis Tsipras centró su campaña por el No en la denuncia de que el precio a pagar por el rescate financiero era un “chantaje” y una “humillación” al país, mientras que la oposición acusó a Tsipras de poner en peligro la pertenencia del país en el club de las 19 naciones que utilizan el euro y llamó a votar por el Si porque equivale a conservar la moneda única. El resultado del referéndum es un premio a la congruencia y audacia del dirigente del gobernante Syriza que en enero pasado apenas logró ser la primera minoría con un 32%
“El pueblo griego demostró que no está sometido al chantaje”, afirmó ayer en Twitter el ministro de Defensa, Panos Kammenos, tras el referendo. “El pueblo griego ha demostrado que no está sometido al chantaje, no se deja aterrorizar ni amenazar. La democracia ha vencido”, indicó el líder de Griegos Independientes, socio de gobierno de Syriza, mientras que el ministro griego de Finanzas, Yianis Varoufakis, arremetió contra otros países europeos a los que acusó de demorar el acuerdo de rescate para que se agotaran las arcas de los bancos griegos y forzar a Grecia a aceptar lo que describió como un acuerdo humillante.
Los funcionarios del Gobierno griego, que argumentaron que el No fortalecería su posición negociadora para llegar a un mejor acuerdo con sus acreedores tras meses de disputas, inmediatamente dijeron que tratarían de reanudar las conversaciones con sus socios europeos. La victoria del No en Grecia es “una herramienta que servirá para tender una mano cooperativa a nuestros socios”, afirmó la noche del domingo el ministro de Finanzas, asegurando que a partir del lunes el gobierno trabajará para “encontrar un terreno de acuerdo” con la UE y el FMI.
El triunfo del NO cobra mayor relevancia si recordamos que la población griega, enfadada y exhausta tras cinco años de recortes en las pensiones, una caída de la calidad de vida y alzas de impuestos, sufrió en la semana previa a la consulta el cierre de bancos retiros limitados en los cajeros automáticos y la posibilidad de que el país literalmente se quede sin dinero, además de la amenaza de que su situación empeorará al salir Grecia de la zona Euro. El pueblo heleno derrotó a la campaña del miedo.
Mientras que los griegos empezaban a festejar su victoria, al otro lado del mundo el mandatario ecuatoriano ofició de anfitrión en la ceremonia de bienvenida del Papa Francisco a Ecuador, país que será su primera parada de la gira latinoamericana que se inició hoy, y que incluirá también a Bolivia y Paraguay.
El mandatario hizo una brillante síntesis de la realidad social en Latinoamérica. “Es el continente más cristiano del mundo, pero el más desigual”, resaltó. “La solución como tantas veces ha sostenido usted es solidaridad y humanidad. Vivimos una globalización inhumana y cruel. No busca ciudadanos globales, sino consumidores globales”, manifestó el presidente Correa. Citó varias veces lo dicho en diferentes ocasiones por el distinguido visitante al respecto, como también, otros documentos de la Iglesia Católica sobre el tema. “Vemos a la luz de la fe como un escándalo y contradicción la creciente brecha entre ricos y pobres”, mencionó.
“El bienestar logrado es injusto en su raíz (…) Mientras no se logre la justa distribución de la riqueza, no se resolverán los males de la sociedad”, dijo Correa. “Estas injusticias claman al cielo”, agregó. La causa de todo esto, de acuerdo al mandatario ecuatoriano, son los sistemas políticos y sociales “perversos”, que se pone al servicio de la economía, cuando se necesita que estén al servicio de la vida. “Me ha citado demasiadas veces” dijo el papa en su oportunidad. Así quedó de manifiesto que las posiciones del papa francisco sobre la realidad social y económica del mundo han creado un gran espacio de coincidencias con las diversas fuerzas progresistas que luchan por la sustitución del modelo neoliberal.
