San Cristóbal de Las Casas, Chis. El obispo de la diócesis local, Felipe Arizmendi Esquivel hizo un llamado a los grupos que están enfrentados en la comunidad de La Realidad, municipio de Las Margaritas, donde el pasado 2 de mayo fue asesinado el zapatista José Luis Solís López (Galeano).
“La fuerza de la razón no está en las armas, en los golpes, en la destrucción de los bienes de los demás, en las amenazas, mucho menos en el alcohol, sino en la escucha de las razones de los otros y en la búsqueda común del bien de la mayoría”, dijo en un comunicado leído en conferencia de prensa este domingo.
Añadió que “es muy triste y preocupante que pobres se enfrenten contra pobres; que indígenas peleen entre sí; que las divergencias políticas entre organizaciones y partidos políticos degeneren en asesinatos, en destrucción de bienes comunitarios, en heridas que son difíciles de sanar, más en el espíritu que en el cuerpo”.
Manifestó que en La Realidad “se salió de control el diálogo que las partes intentaban llevar a cabo para resolver pacíficamente los problemas generados por la explotación de un banco de arena y por las diferentes posturas ante los programas de gobierno”.
Consideró que “en vez de analizar razones y llegar a buenos acuerdos, como ya lo han hecho en muchas otras ocasiones anteriores, echaron mano de piedras, machetes y armas, con el saldo de un muerto y varios heridos” de la Central Independiente de Obreros Agrícolas y Campesinos-Histórica (CIOAC.H) y bases de apoyo zapatistas.
“Ya tenían varios años de convivencia más o menos pacífica entre quienes son ya mayoría y los que quedan en pequeña minoría (los zapatistas)”, pero “ahora volvieron a exaltarse los ánimos”, .
Arizmendi Esquivel expresó que “e han escuchado voces (de la CIOAC-H) que piden la intervención de la diócesis” y “aunque a mí no me ha llegado ningún escrito en ese sentido, los agentes de pastoral de la Misión de Guadalupe, que atienden esa zona, se hicieron presentes en La Realidad desde los primeros días para conocer más de cerca la verdad de los hechos”.
Señaló que Jaime Gordillo y la religiosa María del Refugio Esparza estuvieron dos días en la comunidad, ubicada en la selva Lacandona, y “junto con los hermanos maristas están prontos a seguir acompañando el proceso de esclarecimiento de la verdad y de reconciliación”.
Sostuvo que la diócesis de San Cristóbal “apuesta siempre por la paz, en la verdad y la justicia y por el amor fraterno y la reconciliación”.
El obispo aseveró que el gobierno estatal “está procurando hacer lo que le corresponde y ejercer justicia, sobre todo con los agresores y asesinos, pero la solución profunda depende de la convivencia pacífica de la propia comunidad”.
