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jueves, 2 mayo, 2024
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Eugenio Trías: del pensamiento de la dispersión a la razón fronteriza

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Por: SIGIFREDO ESQUIVEL MARÍN •

La Gualdra 540 / Filosofía

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El pensamiento contemporáneo se encuentra en un estado de indigencia radical, los grandes pensadores se han muerto y los nuevos filósofos están muy lejos de estar a la altura de nuestro tiempo. Salvo casos excepcionales, aún hay, claro está, se despliega por doquier una performance filosófica muy pobre que gesticulan sofistas mediáticos región cuatro. Vivimos tiempos sombríos y tristes para el pensamiento crítico-creativo. Uno de los últimos pensadores notables que ha tenido la lengua castellana, grande entre los grandes, sin lugar a dudas, ha sido el pensador catalán Eugenio Trías, digno heredero de la exquisita prosa literaria de Ortega y de Unamuno, el autor de La política y su sombra (Barcelona, Anagrama, 2005), elucida las sombras y penumbras de la filosofía para repensar en compañía de los clásicos los temas y problemas del presente abriéndose al horizonte por venir. En la década de los noventa del siglo pasado, siendo adolescente, leí La Dispersión (Madrid, Arena Libros, 2006), y aunque el autor luego ha tomado distancia de esta obra primeriza me sigue pareciendo una meditación poética aforística que hace verdaderamente justicia al talante y talento de la herencia nietzscheana. En sintonía con la deconstrucción derridiana, pero con una prosa preclara y luminosa, Trías dinamita la ilusoria búsqueda de un fundamento absoluto, al tiempo que busca repensar asideros móviles desde la errancia y el exilio del ser. Hace del pensamiento una fiesta trágica y afirmativa de la vida jubilosa sin más. Luego el autor va a emprender una nueva navegación, no sin una relectura rigurosa y fecunda de Platón, Hegel, Nietzsche y Heidegger, principalmente, aunque estén presentes los creadores más notables de Occidente. En efecto, bajo las divisas de razón fronteriza y filosofía del límite, va arriesgar una relectura bastante creativa, poderosamente afirmativa, de la muerte, la finitud y la humana condición limítrofe. Un libro como Filosofía del futuro (Barcelona, Herder, 1983) despliega una cartografía del presente abierto a la memoria y al porvenir desde la multiplicidad de temporalidades heterogéneas que se bifurcan. La prematura muerte del pensador, el 10 de febrero del 2013, justo en el momento más prolífico de su quehacer, nos da cuenta de que la muerte se erige como umbral limítrofe de todos los umbrales y al mismo tiempo como potencia vital que nos retrotrae al devenir cósmico impertérrito. Afortunadamente la vasta obra de Trías nos proporciona auxilio en la búsqueda de luz y de lucidez en un mundo aciago y ciego de sentido. Escribió con amplia clarividencia sobre los más diversos temas y problemas desde la literatura y las artes, en particular desde y sobre el cine y la música, hasta temas emergentes de la cultura, la política, la ciudad, el amor y las pasiones; cabe destacar el diálogo entre humanidades, ciencias y psicoanálisis. Al igual que un notable ensayista como lo fuera Freud, sus argumentos siempre nos invitan a pensar críticamente y nos interpelan. Estemos o no de acuerdo con él, se fijan posiciones finamente argumentadas. De manera personal, he utilizado a pensadores como Eugenio Trías, María Zambrano, Chantal Maillard, Gilles Deleuze y Jacques Derrida, entre otros, como intercesores para ir construyendo de forma discreta, paciente, terca, tenaz y libremente, un pensamiento que me, nos, permita entender y atender el presente desde la multiplicidad de líneas de fuga y puertas que se atisban en su inmanencia múltiple subyacente como una suerte de virtualidad tangible. De manera particular, Trías, Zambrano y Maillard me parecen ejemplos paradigmáticos de búsqueda de rigor, libertad creativa y claridad expositiva sin caer en reduccionismos o banalizaciones. Después de todo, aún es posible pensar en compañía de los grandes pensadores, aunque sea bajo la ilusión de ir a caballo en sus hombros. Tarea áspera, ingrata y difícil, la tarea del pensamiento se erige como ciudadela en y desde el presente. No obstante, en algunos momentos, pensar atisba la felicidad suprema del devenir puro. Las obras de Trías, en sus instantes estelares e inspirados, en algunos pasajes, exultan y expulsan gotas de alegría y dicha, nos contagian de un pensamiento danzante afirmativo. Y desde ahí, justo es preciso pensar la miseria (del) presente.

https://issuu.com/lajornadazacatecas.com.mx/docs/gualdra540

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