En los ya estertores agónicos del cuasi inicio del último año, del régimen priísta de Miguel Alejandro Alonso Reyes en el gobierno del estado, el desastre es evidente, lejos quedaron las promesas vanas del inicio de gobierno, el “Zacatecas seguro, unido, productivo, moderno y más justo” que con bombo, platillo, confeti y dianas anunció por todos los medios posibles, Zacatecas esta hoy peor que nunca, invadido por la ineptitud, corrupción e impunidad, según se ha venido señalando.
No podemos los zacatecanos menos que estar de acuerdo con esos calificativos, la ineptitud de su gobierno no puede ser ocultada de ninguna forma, 90 mil millones de pesos se han venido canalizando en el transcurso de su periodo hasta el momento para obra, la mayoría destinada a elefantes blancos sin ningún impacto significativo en la economía estatal, generando no más allá de unos 3 mil y algo de empleos por año en ese transcurso, mucho menos que los que se requieren para mantener la tasas de empleo necesarias, es decir, hay un retroceso, y lo peor, marcados estos recursos por la sospecha y las sombras de la corrupción.
El pasado 6 de junio, La Jornada Zacatecas publicó los resultados de un ejercicio demoscópico hecho por el Laboratorio de Estadística y Matemáticas de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ), en el que “6 de cada 10 zacatecanos señalaron a la corrupción como el principal problema que aqueja a México y al estado”.
“Con 64.2 por ciento, este ámbito encabeza el listado y está seguido por 19.7 por ciento de personas que mencionó como su primera preocupación la inseguridad y otro 11.6 por ciento que colocó en primer término la falta de empleo”. (La Jornada Zacatecas/6 de junio de 2015. Pág. 2), resultados que muestran con meridiana claridad el sentir de los zacatecanos, y que seguramente con el evidente manoseo del proceso electoral realizado por el régimen alonsista, esta percepción se agudizara.
La situación del empleo no es mejor, es irónico que mientras Alonso Reyes cacarea alegremente que disminuye la tasa de desempleo, cuatrocientos trabajadores de la mina Aranzazú, del municipio de Concepción del Oro, habían sido despedidos, entre otros más, la realidad es que en tanto se dirigen los reflectores de la atención pública a las maquiladoras de reciente instalación, con salarios raquíticos y prestaciones esclavistas “De clase mundial” no se toma en cuenta el lacerante desempleo en el campo y áreas populares en las ciudades, donde se asume oficialmente que alguien es “agricultor”, “pequeño empresario” o cualquier otra etiqueta y en realidad no tiene ingreso alguno, la verdad del desempleo es otra, y no ha sido cuantificada en su real magnitud, mucho menos hay una atención real de la parte gubernamental hacia este problema.
No podemos menos que señalar especialmente al problema de la inseguridad, renglón en el que la responsabilidad del régimen es ineludible. La seguridad es una de las dos razones básicas de la existencia del estado, como lo definen los británicos Thomas Hobbes en su obra el Leviatán y en especial John Locke, quien establece los fundamentos del estado de derecho, que es ya historia y solo conocemos como un concepto abstracto, escrito y perdido en viejos y polvorientos libros en olvidadas bibliotecas, a ese estado ideal del PRI hemos llegado gracias a sus gobiernos y métodos de hacer política.
Sólo en lo que va del año, Zacatecas lleva más de 1110 muertos, resultado directo de la guerra entre grupos del crimen organizado, según se puede conocer en redes sociales, además de otros atribuidos a causas distintas. Y que decir de la ola de delitos del fuero común que se ha desatado en todo el estado y de lo cual no se tiene una cifra confiable, pero evidente en lugares como Fresnillo, Valparaíso o Río Grande entre otros, donde aparecen cadáveres prácticamente a diario. Y nos preguntamos, ¿para qué han servido los 3 mil millones de pesos para infraestructura, equipamiento y contratación de elementos certificados en lo que va de su gobierno?
¿La construcción de 5 unidades regionales de seguridad; la construcción y puesta en operación de las instalaciones del 97 Batallón de Infantería en Fresnillo, con una inversión de 267 millones de pesos y la puesta en marcha de las instalaciones del albergue para la Primera Compañía de Infantería no encuadrada en el municipio de Jalpa realmente han funcionado? ¿Ha servido la puesta en operación del Centro de Video vigilancia para la zona metropolitana, con una inversión de 33 millones y la consolidación de la Policía Metropolitana y la inversión de 10 millones 435 mil pesos en seguridad pública este año en Fresnillo? Las cifras hablan por sí mismas, para poco o nada han servido.
Y ante este enorme desastre que se llama Zacatecas, vemos a un Miguel Alonso aun viajando por el mundo continuamente, tomándose la foto en exóticos países para propósitos sin clara justificación y con enormes costos con cargo al erario de Zacatecas, incluso inaugurando antros o centros nocturnos, es decir a pesar de todo… en medio del glamur y la frivolidad, ¿Cómo justificar lo injustificable?
Zacatecas necesita un cambio, literalmente ser rescatado del secuestro que este régimen ha perpetrado en su contra, y de esta manera, establecer las condiciones para dirigir una política integral contra la corrupción, cáncer de este régimen, una clara y eficaz estrategia de seguridad pública, ahora prácticamente inexistente, que otorgue las garantías necesarias a la población para que pueda realizar sus actividades de todo género, estableciendo un verdadero estado de derecho, así como aplicar medidas dirigidas a hacer viable al campo, a la industria, respetando la vocación económica de cada región. En suma, poder tener las condiciones para mejorar las condiciones de vida de todos en todas sus vertientes. A eso estamos convocando a todos los zacatecanos y zacatecanas, hombres y mujeres que busquen aportar su parte para crear el estado libre y progresista que todos queremos, la lucha apenas empieza. ■
