Quizás uno de los casos más emblemáticos y mediáticos sobre un desafuero ha sido al que se enfrentó el hoy presidente de la República, entre los años 2004 y 2005, cuando los que mantenían la mayoría y el poder político, encabezado por el entonces presidente Vicente Fox, el panismo en el congreso, y priísmo como aliados, decidieron desaforar a Andrés Manuel López Obrador, entonces jefe de gobierno, por una construcción, quien mantenía un crecimiento constante y encabezaba las encuestas para las elecciones presidenciales que ocurrirían en el 2006; meses después, Vicente Fox declaraba, ante medios de comunicación, que hizo lo que tenía que hacer para detenerlo.
El fuero, en aquel entonces, permitió a quien se convirtió en un perseguido político, tener un posicionamiento en el Congreso Federal, y que más allá de contravenir a los diputados y al dictamen que lo desaforaba, dio un discurso político exponiendo la persecución política de la que era víctima y ganando respaldo popular; una vez desaforado, su victoria no fue sólo jurídica, pues logró demostrar su inocencia, y además triunfó políticamente: quienes buscaban debilitarlo terminaron posicionándolo aún más.
El fuero es la inmunidad procesal de la que gozan diversos servidores públicos, a nivel Federal el presidente de la República ya no la ostenta, pues a propuesta de López Obrador fue eliminado, sin embargo, diputados, senadores, gobernadores de los Estados y a nivel local, al menos en Zacatecas, magistrados, diputados locales, secretarios de estado, regidores, presidentes municipales, síndicos, entre otros, es decir, en nuestro estado gozan de inmunidad procesal, la gran mayoría de los servidores públicos y representantes populares.
La inmunidad procesal no es otra cosa que el privilegio de tener la oportunidad para evadir la justicia, es la imposibilidad de las autoridades judiciales e investigadoras para presentar, ante la justicia, a cualquier servidor público por la comisión de un delito o falta administrativa; para ello, primero deben pedirle al Congreso del Estado que inicien la declaración de procedencia de la acción penal en el caso de la comisión de algún delito o el juicio político en el de faltas administrativas graves, quien a través de la comisión correspondiente, debe considerar si se retira el fuero o no, al servidor público o representante popular.
Para el caso de juicio político ha sido evidente que quien ostenta la mayoría decide si se inicia dicho procedimiento o no para quien hubiese cometido faltas administrativas graves, pero también en el caso de desafuero puede frenarse el que un presunto responsable no se enfrente a la justicia y ni siquiera pueda ser juzgado.
Es así que, para algunos, el fuero es una herramienta necesaria para evitar abusos y persecuciones políticas por quienes sostengan el poder político en un Estado como el de Zacatecas, justo como se intentó con Andrés Manuel, sin embargo, en ese caso, si este grupo político sostiene mayoría, será un hecho que se enfrente a la justicia el presunto responsable, pero también puede frenarse, con la misma mayoría, el que un actor político enfrente las consecuencias jurídicas de sus actos.
Hoy en Zacatecas vivimos un procedimiento histórico por la solicitud de desafuero que hace la Fiscalía del Estado al Congreso contra el presidente municipal de Guadalupe, un hecho que, sin duda, sacude políticamente a nuestro Estado; el procedimiento ha sido, evidentemente, un mecanismo para dar tiempo a quien es considerado presunto responsable. Es cuestión de días para que seamos testigos de si dicho proceso le brindó tiempo suficiente para sustraerse de la justicia o si realmente benefició para evitar ser un perseguido político como alega él mismo.
El fuero debe desaparecer y dejar de ser una herramienta para ralentizar la justicia para la víctima de delitos como el homicidio de Raúl Calderón, presuntamente privado de la vida en manos de un presidente municipal allegado al Gobierno del Estado, ¿fue el fuero el que motivó a la presunta comisión del delito pensando quedaría impune? ¿Ha sido el fuero el expositor de la ignorancia de algunos legisladores para interpretar un procedimiento tan sencillo establecido en sus propios reglamentos y normatividad? ¿Es el fuero una herramienta que fomenta el linchamiento mediático, político y social para quien, legalmente, debe presumirse inocente hasta no existir una sentencia? ¿Ha sido el fuero del que gozan nuestros representantes populares, el que en este caso permitirá al presunto responsable huir de la justicia?
En unos días los zacatecanos estaremos siendo testigos de que el fuero ya no beneficia ni a quienes lo gozan, pues rápidamente se vuelven objetos de linchamientos mediáticos, sociales y políticos, así como víctimas de la carroña electorera, mientras que las víctimas de delitos, así como sus familiares y amigos, padecen el retardo de la justicia y esto quizás permita la fuga de los responsables, la exposición de su familia y se evita una investigación silenciosa.
