■ El artista plástico presenta Paraíso, colección que celebra sus 25 años en el ámbito
■ Anuncia otra muestra para octubre, donde retomará lo que ha hecho a lo largo de su carrera
Luego de ocho años de ausencia en galerías locales y para celebrar 25 ciclos vitales como artista plástico, Armando Haro propondrá en Paraíso, la esencia de sí como medio de reencuentro con Zacatecas.
La ocasión tendrá como escenario la Galería Arroyo de la Plata ubicada en la capital del estado, el próximo 8 de agosto.
A modo de remembranza, Haro Márquez ofrecerá reminiscencias de aquel joven recién egresado del taller de grabado Julio Ruelas que con El Viaje, exposición individual realizada en el Ex Templo de San Agustín en 1994, enfocaba mundos mágicos y animales fantásticos asomados desde algún lugar situado en el cromatismo de los claroscuros de la pintura conventual.
Paraíso será un reencuentro amable, propone, con el espectador que le conoce y al que abrazará a modo de celebración mediante el regodeo del arte por el arte mismo, sin pretensiones reflexivas, filosofías o cuestionamientos del caótico momento actual, para las que también, este neo renacentista ha tenido espacio en su obra.
De El Viaje a Paraíso, la temática tendrá un tratamiento distinto, ahora escrito visualmente con exuberancia de vida en ambientes, colores y formas.
Se mantiene, reitera, la fidelidad de esa primera intención como artista, ahora realizada mayoritariamente en cuadros al óleo de formatos de 1.50 por 1.50 metros, cuya característica principal será el montaje, propuesto “a la manera de un tanka japonés. Esta forma de presentarla le dará un poco más de ligereza y levedad”.
El nombre de la muestra convoca otra vez al taller Julio Ruelas, personificado esta vez en la presencia de Mónica Romo Rangel, compañera de Armando Haro en aquel laboratorio, quien se encargara entonces de hacer el texto de presentación para El Viaje, mismo que tuvo como título Un paraíso en medio de las escamas.
Armando Haro señala en la entrevista, siempre ha tenido en el pensamiento el modelo del hombre renacentista como uno fundamental para nuestra época. La multidisciplinariedad es algo con lo que ha conciliado, o mediante la que ha construido, su vida.
“De origen soy grabador, después me especialicé prácticamente en todas las técnicas”. Esto precisa, en instituciones como el Kala Art Institute de Berkeley, California en los Estados Unidos.
Haro es también ingeniero civil, abrazó luego la filosofía mediante un posgrado realizado en la Universidad Autónoma de Zacatecas y concretó recién, un posgrado en la UNAM que le limitó para realizar obra plástica, pero del que resurge renovado para plantarse en otra de sus facetas, la docencia, que ejerce actualmente en la Licenciatura en Artes, así como en la correspondiente a Ingeniería en Diseño Industrial, ambas en la Máxima Casa de Estudios en el estado.
“Después de dedicarme tanto a estudios y experimentaciones y exploraciones, yo creo que la mejor manera de retribuirlo a la sociedad es compartirlo con las nuevas generaciones”, dice sobre esta otra vocación.
Adelanta, sin embargo, que en octubre vendrá, para darle seguimiento a su faceta de artista plástico y dentro de la celebración de sus 25 años en este ámbito, otra exposición, esta sí retrospectiva y donde retomará las exploraciones que ha hecho a lo largo de su carrera, entre ellas, la crítica de los fenómenos sociales, que propondrá en soportes del arte contemporáneo: la fotografía digital y la videoinstalación.
