Ha regresado La Muerte,
y como siempre en cada año,
anda buscando las almas
que se llevará al camposanto.
Pero ahora está confundida
y hasta se ve algo preocupada;
la situación no es para menos,
al ver tanta gente fregada.
Por un lado, la naturaleza
que al país azotó tan cruel,
inundaciones y desgracia
por la Ingrid y el Manuel.
El alza constante de la gasolina
eleva, por consecuencia, los costos;
las manos rascan y buscan,
pero los bolsillos ya están rotos.
Los 500 pesos que les dieron
a los que votaron muy contentos
por miles los multiplicaron,
y hoy se los cobran en impuestos.
No lo duden lo que hoy les digo,
ya no habrá más serenatas,
pues, como en el tiempo de Porfirio,
se pagará por puertas y ventanas.
Como mexicanos teníamos petróleo,
pero ahora otros dueños ya tiene;
la mayoría nunca pensó en esto,
pues con el futbol los entretienen.
México ahora es más grande,
se los aseguro sin engaño;
Peña Nieto lo ha declarado,
pues Monterrey ya es otro estado.
Algo que es muy sorprendente,
como descubrir que hay huesos en las manos:
México es, aunque no lo crean,
“El país con más mexicanos”.
Ahora resulta que entre más tienen
se les perdona por sus excesos;
mientras pequeñas empresas se hunden,
Televisa se está riendo de esto.
La Catrina ya tiene más chamba,
pues también mascotas se lleva;
con el IVA en sus alimentos,
son un lujo que no cualquiera.
Me retiro y me despido,
yo voy a vender a mi perro,
antes que se muera de hambre,
y ya me lo pidió el taquero.