Intelectuales de gran envergadura han comentado, en abundancia, sobre la vigencia de los aportes de Carlos Marx. Otro tanto han hecho quienes afirman que es “anacrónica” la concepción general de la historia humana marxista, o que no existe la lucha de clases, sostienen que no hay explotación del hombre por el hombre y que la plusvalía es una entelequia. Por eso, hablar de este tema resulta, para mí, un elevadísimo atrevimiento que decido correr.
He sostenido en otros lugares que, para hablar de Carlos Marx, así sea a favor o en contra, se requiere haberlo leído de manera directa y no a través de otros. Y más que eso, estudiado y comprendido. No es fácil hacer una buena lectura de todo lo que este científico social produjo y menos evaluar lo escrito en el contexto de su tiempo, frente a las nuevas circunstancias y aplicando su tesis de que “de lo que se trata es de transformar al mundo”.
Dispuesto a las críticas y aportes serios, porque así se aprende mucho. Podría destacar que de Marx tenemos, como uno de sus aportes más valioso, la herramienta para el trabajo de la Ciencia Social (sin demeritar los resultados que legó al mundo): su Método Científico que es Dialéctico e Histórico. Evitaré referencias y citas por las características de espacio de este artículo. Si hay debate posterior, podré señalarlas directamente.
Para Marx, el gran trabajo de la ciencia es encontrar el punto de coincidencia de la apariencia de las cosas con su sustancia (esencia); si la esencia coincidiera, de buenas a primeras, con su apariencia, entonces no habría necesidad de la ciencia. Y refiriéndose a la economía, habría de destacar que la verdadera ciencia económica empieza cuando se puede pasar del Proceso de Circulación al Proceso de la Producción. Porque, dice al principio de El Capital, “La riqueza de las sociedades en las que domina el modo de producción capitalista se presenta como un enorme cúmulo de mercancías…”. Hablar de que “se presenta” es enfatizar su apariencia en el proceso de circulación, la esencia se encuentra el proceso de producción.
Para Marx, la Mercancía es la célula básica de la sociedad capitalista. Así lo señala desde el principio de El Capital. También explica el por qué iniciar con el análisis de la Mercancía: justo porque ella es el producto de las relaciones sociales de producción que la crean y la encarnan, es su objetivación concreta e histórica, pero esas estructuras de relaciones sociales permanecen ocultas.
La Mercancía contiene, pero oculta, el movimiento fundamental de la sociedad capitalista entera. Igual esconde la apropiación que el Capital hace del Plusvalor y la Ganancia que devienen en explotación. No deja ver la lucha irreconciliable del Capital vs Trabajo, que en lo real y concreto se expresa como lucha de clases, personalizada entre burgueses y trabajadores asalariados, motor fundamental en las grandes transformaciones que culminará con la desaparición de las clases sociales.
Pero hay que advertir que Marx inicia su exposición de la naturaleza de la sociedad capitalista a partir de la Mercancía; no fue así como inició el proceso de su investigación. Estamos, entonces, ante dos momentos de su trabajo científico. El primero inicia con la indagación histórica y culmina con una exposición de lógica dialéctica. Algunos de sus críticos no han podido comprender que la lógica de Marx dista mucho de ser lógica formal. Y tampoco alcanzan a distinguir el proceso histórico que tienen para él los conceptos económicos, llegar hasta la célula capitalista y abstraer de ella la estructuralidad de la Relación Capital-Trabajo que representa la relación principal de la sociedad actual.
Su método científico inicia con la realidad concreta e histórica, así borra el idealismo predominante de la investigación social de su tiempo y le da sustancia material en las relaciones que establece la sociedad para producir los medios de sustento, lo que constituye la base material (de la que han de brotar sus componentes políticos, de cultura, instituciones, leyes y un largo etcétera) y termina mostrando el movimiento real de la sociedad capitalista que se obtiene por la vía de la abstracción. Por eso, Marx también revela que su método, en el proceso de investigación, parte de lo concreto a lo abstracto y en su exposición debe partir de lo abstracto a lo concreto.
Podrá comprenderse que Marx hizo importantes contribuciones a la Ciencia Social desde una perspectiva de totalidad, en la que supo desentrañar y mostrar que un concepto simple, como la Mercancía, esconde relaciones no sólo económicas, sino también sociales, culturales, políticas, porque para Marx no hay varias ciencias sociales, sólo la ciencia de la historia material de la sociedad, a la que su compañero Federico Engels llamó Materialismo Histórico.
