Algunos sitios arqueológicos de la entidad están en riesgo de perderse por actos vandálicos o por la actividad minera, entre ellos el llamado La Higuera, donde hay pinturas rupestres dañadas, informó Carlos Alberto Torreblanca Padilla, integrante de la sección de Arqueología del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en Zacatecas.
Comentó que en todo el país se tiene el registro de 53 mil sitios arqueológicos, de los cuales 481 están en Zacatecas y van desde lugares con arquitectura monumental como La Quemada con pirámides, plazas y plataformas, hasta vestigios más simples como alineamientos de rocas o adobe que fueron parte de alguna construcción prehispánica, fogones de grupos de cazadores nómadas o sitios con pinturas rupestres que son la mayoría
Refirió que sólo cuatro sitios arqueológicos están abiertos al público en el estado: La Quemada, en Villanueva; Altavista, en Chalchihuites; el Teúl de González Ortega; y Las Ventanas, en Juchipila.
Mencionó que en el estado hay retos importantes para la preservación de todos los sitios arqueológicos por las condiciones y fenómenos naturales que hay en la entidad, pero la problemática más difícil es la causada por el ser humano: vandalismo, saqueo, tráfico de piezas, el crecimiento urbano, la minería, parques eólicos, la agricultura, entre otros que afectan el patrimonio arqueológico.
Torreblanca Padilla expuso que hay varios sitios dañados por la actividad humana, por ejemplo, las pinturas rupestres de La Higuera, en la capital del estado, que está en riesgo grave debido al vandalismo, porque han sido rayadas con pintura moderna.
Aunado a ello, “vemos que este sitio está siendo afectado por el crecimiento de la mancha urbana de Zacatecas que se extiende hacia el Cerro del Padre. Donde también se talaron árboles recientemente para abrir una vialidad. Está muy cerca de las punturas rupestres y nos preocupa esa afectación por la creación de infraestructura urbana”.
En el municipio de Fresnillo, comentó que hay compañías mineras que hacen trabajo de exploración en sitios arqueológicos registrados, de forma que se requiere de una mejor gestión en ese tipo de obras.
En este tipo de casos, Torreblanca Padilla dijo que hay una normatividad para que toda institución que realice alguna obra debe solicitar una revisión para garantizar que no haya daño al patrimonio arqueológico.
“Hemos hecho trabajos de salvamento arqueológico, y si nos avisan con tiempo podemos recorrer los espacios donde se van a realizar obras y rescatar todo y hacer los estudios pertinentes para preservar el patrimonio arqueológico en esos lugares”, agregó.
Señaló que esto es importante porque “son pequeñas piezas del rompecabezas para ir armándola historia antigua de Zacatecas que poco sabemos sobre ella. Sabemos de algunos sitios que están más estudiados, pero aún desconocemos muchos sectores del estado donde sabemos que hay vestigios”.
Por último, Torreblanca Padilla manifestó la necesidad de que la sociedad civil reporte al INAH sobre algún proyecto de infraestructura que se vaya a realizar y así generar una estrategia de protección de ese patrimonio.
