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jueves, 2 mayo, 2024
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La literatura mexicana todavía no se piensa desde una literatura mexicana multilingüe: Entrevista a Nadia López García

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Por: BEATRIZ PÉREZ PEREDA •

La Gualdra 604 / Poesía / Entrevistas

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Nadia López García nació en Oaxaca en 1992; es poeta bilingüe (tu´un savi-español) promotora cultural y tallerista. Ha participado en distintos recitales, talleres y festivales tanto en México, España, India, Colombia, Estados Unidos, Guatemala, Puerto Rico, Venezuela, Cuba, Belice y Panamá.

Del 2015 al 2017 fue becaria de la Fundación para las Letras Mexicanas en el área de poesía. Cuenta con varios premios de poesía, siendo el más reciente, el Premio Mesoamericano de Poesía Luis Cardoza y Aragón. Ha sido considerada como parte de «Los mexicanos más creativos» por la Revista Forbes. Es autora de los poemarios: Ñu´ú Vixo/Tierra mojada, Pluralia Ediciones, México, 2018; Tikuxi Kaa/El Tren, Almadía, México, 2019; Isu ichi/ El camino del venado, UNAM, México, 2020; Las formas de la lluvia/ বৃষ্টিধারার নানা রূপ , JOLDHI, Bangladesh, 2021; Dorsal, FCE, México, 2022 y Sukuachi ntava/ Niños que vuelan, Universidad de Sevilla, España, 2023. Su obra ha sido traducida al griego, árabe, inglés, francés, bengalí, hindi, chino, alemán y catalán. 

 

Beatriz Pérez Pereda: Nadia, tu libro Dorsal, aparte de bellísimo, es importante porque sin dejar nunca de ser poesía nunca toca la violencia de nuestro país. No sólo es la pérdida, la búsqueda de los desaparecidos, sino también lo que se hace con sus cuerpos, la violencia añadida sobre el libre ejercicio de la sexualidad y la identidad, háblanos un poco de esto, del proceso de este libro…

Nadia López García: Justo estuve en Hermosillo, Sonora, y en esos días tuvimos una reunión con varias amigas y amigos y gente que vino a leer poesía y platicar, leímos un poco de Dorsal y de cómo había sido la experiencia con este libro. Yo les decía que para mí el norte significa muchas cosas, significa volver a esa infancia un poco rota, compleja, que me tocó vivir en el Valle de San Quintín en Baja California, porque fue una infancia de mucho trabajo viviendo en una familia jornalera agrícola, entrándole al quite, al trabajo en la fresa, en la cherry. 

Para mí Dorsal es una historia muy dolorosa que me tocó, si bien no me tocó vivirla en mi cuerpo, ni meramente en mi familia, sí me tocó presenciarla como una testigo bastante joven, pero que a sus siete años ya había vivido un montón de cosas fuertes en el tema de hacerse persona. Escribir Dorsal fueron varios años, yo comencé a escribirlo en el 2015 y comencé por una necesidad que tengo todavía de contar estas historias que en su momento no fueron motivo de una nota periodística, que no salieron en la radio, en televisión. Es más, que incluso la propia comunidad intentó olvidar, mi propia familia intentó olvidar como diciendo: sí, fue caótico, fue difícil, fue violento y al final de cuentas nosotros no tuvimos implicación en ello.

La historia de Estrella, que llega a este mundo en un cuerpo de varón y le dan el nombre de Apolinar, pero conforme va creciendo se da cuenta que quiere transitar desde otra forma de existir este mundo, desde una que ella decida, genera mucha violencia, porque éramos gente que fuimos educados por programas como Mujer casos de la vida real, por este estigma hacia la diversidad sexual. Hasta la fecha en la frontera hay mucha presencia de iglesias norteamericanas que tienen una idea muy fuerte del bien y del mal, del pecado, entonces alguien adolescente que dice que le gustan los chicos, que comienza a vestirse diferente, que comienza a salir por las noches, va a ser muy mal vista y agredida y también todo eso confluye con otra cosa más grande que pasaba y sigue pasando en las fronteras de lo cual casi no se habla, y de pronto un día dije que sentía que todo el dolor del mundo y toda la violencia estaba en las fronteras, porque era una tierra de nadie, nosotros cuando vivíamos allá éramos migrantes en nuestro propio país, con esta etiqueta de ser gente sucia, no educada, gente indígena, gente pobre y pasaba algo mucho más grande que era que en esos años, en los años 90, comenzaba a intensificarse la violencia en las fronteras, pero también el TLC, también el ejército, el EZLN comenzaba a gestar otra forma de pensar de los pueblos indígenas y pensar también las fronteras, siento que hay muchas cosas que no salieron en las noticias o que no se difundieron, fue seguir dando esta cara de México como un país tranquilo en sus fronteras, tranquilo con los pueblos indígenas y lo que hizo fue generar violencias que no fueron dichas hacia el exterior, pero que dentro fueron justo más violentas por no haber sido nombradas. 

Creo que algo que a mí me ha dolido mucho, pero que he aprendido a asumir, es que hay cosas que nunca van a tener una justicia con las instituciones, con estos procesos jurídicos que vivimos, pero que la justicia que nos queda a las personas que de alguna forma intentamos escribir, es eso, contarlas, es decir existió, pasó, esto fue lo que ustedes nunca quisieron publicar, lo que nunca se quiso decir de forma audible en mi casa, en la colonia y yo no sé, a veces me pregunto que si yo no hubiera vivido una frontera, no sé si nos hubiera tocado vivir tantas cosas que nos tocaron vivir, esto es algo que por supuesto cimbró mi vida, pero ahora pienso en todas las otras cosas que sí pasaron en mi casa, que fueron muy violentas y muy dolorosas y que todavía no tengo la forma de cómo terminar de escribirlas y pienso en eso, pasé por un tiempo en el que preguntaba si servía para algo la poesía, si servía para algo escribir, me lo sigo cuestionando en muchas ocasiones, pero creo que nos sirve contar historias, para que ojalá generen una huella que haga que esa misma historia ya no se replique, que ya no haya más Estrellas que les sangre la nariz a golpes porque deciden ponerse una falda, y lo que pasó en esa familia con Vicente, con su hermano, fue una cosa terrible que tiene que ver con la trata de órganos, que tampoco se habla mucho en nuestro país, aunque es un tema gravísimo y que sucede en muchos lados, pero en ese momento lo que las personas decían es “bueno, esto sucedió en esta familia porque Estrella anda ahí haciendo, anda invocando al diablo, anda en pecado y por eso es un castigo divino”, entonces ese castigo divino ya no se cuestionó, ya no se denunció y pienso un poco que lo que yo quería hacer era escribir esto, nombrarlo de alguna forma, sacarlo de mi cabeza y de mis pensamientos y me di cuenta que no, no es que lo sacara simplemente, lo saqué para que fuera visible. 

El proceso del libro primero fue muy violento, o sea yo me acuerdo que escribía con mucha furia, tecleaba casi sin pensar, de hecho al inicio yo no pensé que fuera un poemario, yo sólo quería escribir, ni siquiera estaba pensando en el género y también algo que pienso es que este libro lo pude escribir después de muchos años cuando de alguna forma ya había procesado un poco lo que había pasado, pero también procesado la implicación que tuvo mi familia, la que yo tuve y también pude escribirlo después de que esta agua de alguna forma se sedimentara, yo me acuerdo, por ejemplo, de los botes de agua que nos daban cuando vivíamos allá, que era agua súper puerca y tenías que esperar que se asentara para poder sacar el agua más pura y el lodo, el fango, tirarlo, pensaba en eso, que tuvieron que pasar muchos años para que yo pudiera escribir esta historia, porque de alguna forma necesitaba poder mirar a través de esa agua y separar el odio y el rencor y poder separarlo de Estrella y de su hermano, porque algo que quería es que el odio no se comiera a esta historia, entonces fue un libro que empezó con mucha furia pero lo seguí leyendo, lo seguí pensando y yo quería que fuera una historia en la que sangre no se comiera la cara de las personas. 

BPP: Has hablado que Dorsal nació de entre la culpa y de que fuiste un testigo cobarde, aunque en el marco de esta historia eras sólo una niña; sin embargo, Dorsal me parece un libro muy valiente y muy oportuno para nuestros tiempos, un bello homenaje a la memoria de Estrella, que la salva del silencio, y hay algo también de “literatura de la redención”, quieres ahondar sobre esto: 

NLG: No sé muy bien cómo expresarlo, esto de la literatura de redención, la verdad es que en lo que yo pienso, no sé si Dorsal lo concebiría así, más bien pienso que tiene que ver con una literatura para poder seguir transitando, más que para redimirnos de algo, porque la poesía no puede cambiar el pasado, tampoco puede hacer que quizá uno sienta menos dolor, yo algo que he pensado es que no es cierto que podamos escribir el dolor, pienso que cuando yo estoy pasando por situaciones dolorosas ni siquiera puedo pensar, ni siquiera puedo hablar, me embrutezco, también lo digo por una cosa que estoy escribiendo ahora sobre una cuestión que ocurrió en mi familia directamente y que cada vez que vuelvo a ella y la escribo me parece que mi mente no logra asentarse, entonces creo que quizá es una literatura que al menos a mí me ayuda a transitar, creo que también un poco para eso sirve la poesía, las palabras, la literatura, al menos a mí me ayuda a tener las herramientas para poder transitar, quizá de una forma más sana, más digna, más atenta también.

También algo que pasa con Estrella es que no sabemos su destino, no lo sabemos, hay gente en el área de Tijuana, una parte de muchos burdeles, que dice que la ha visto ahí; hay gente que dice que hace muchos años, seguramente una de las personas en situación de calle que han encontrado en las barrancas ha sido ella, o que anda en los Estados Unidos, en fin, también ahí hay un poco una construcción de relatos sobre alguien, yo no lo sé, yo creo que ojalá ella esté haciendo lo que le plazca, lo que quiera sin pedir permiso por existir como quiera existir, pienso que lo que vivió Estrella, no sólo por este asesinato de su hermano, sino también por todo el odio que ella tuvo que enfrentar siendo muy chiquita, siendo prácticamente una persona adolescente, este odio de muchos ojos, familiares y de vecinas, vecinos, por las decisiones que tomaba sobre su sexualidad, sobre su cuerpo, siento que aparte de la violencia física que también recibía por parte de muchas y muchos de nosotros, yo digo que yo me hubiera vuelto loca, de verdad, no hubiera podido avanzar, entonces digo si ella se fue y puede hacer lo que quiera hacer, qué bueno, no lo sé, alguna parte de mí me dice que Estrella, como lo fue Vicente, que ya se apagó para siempre en alguna parte del mundo, pero otra parte quiere creer quizá desde un lado romántico, esperanzador, que sigue ahí, porque al final de cuentas, creo que quien escribe tiene una cierta esperanza de que lo que cuenta llegue a oídos de para quien pensó esa escritura, yo pensé esta escritura para Estrella, pero bueno es algo que quizá también la literatura no nos deja saber, cuando lanzas esa flecha, a dónde llega, también es como las cosas de la incertidumbre. 

 

BPP: He leído algunos posts tuyos donde mencionas las posibilidades y experiencias que te ha dado la escritura, la poesía, esto es especialmente significativo porque eres una inspiración para muchas personas, por ser mujer, bilingüe, escribir no sólo en español sino en tu’un savi, platícanos qué ha significado para ti convertirte en una escritora publicada, premiada, leída…

NLG: No lo sé, yo estoy pasando por momentos muy fuertes de un tiempo para acá, me cuestiono mucho por qué escribe uno, para qué escribe, quizá no sea el mejor momento para responder esta pregunta, vengo de hacer unos talleres sobre poesía y hacer pequeños libros con niñas y niños del poblado Miguel Alemán, que es un poblado que está construido por personas migrantes, tanto mixtecas como triquis, y es una experiencia muy fuerte donde hay mucho cansancio emocional y físico, puede que por esto que voy mirando lo que te voy a decir es más honesto, a veces ni yo misma me explico qué estoy haciendo, me desespero, por supuesto sé que mi poesía no va a salvar mi lengua, pero por lo menos creo que se puede visibilizar. 

Me cuestiono muchas cosas, Dorsal es un libro que lleva poco más de un año publicado, se agotó el primer tiraje, se hizo un segundo y ahora un tercero, y se han vendido no sé cuántos libros en poco más de un año, el libro salió en septiembre del año pasado, ahora a finales de octubre acaba de salir la tercera reimpresión, con ese libro pude ir a la FIL Guadalajara, he ido a un montón de ferias, pero pienso en porqué los otros 4, 5 libros que tengo en mixteco traducidos al español, por qué no han tenido el impacto que ha tenido Dorsal, pero una de las razones, nos guste o no, es el idioma en el que Dorsal está publicado: sólo en español, los otros poemarios están en forma bilingüe y hay que decirlo, la literatura mexicana todavía no se piensa desde una literatura mexicana multilingüe, entonces también pienso en eso, cómo se ve a la poesía, la narrativa que se escribe en lenguas originarias, aunque se traduzca al español, muy poca gente se acerca genuinamente a ella porque quiera saber qué estamos produciendo. También pienso que es mucha responsabilidad, he convivido con mucha gente que sabe de mí, que tiene mis libros, que algo le mueve lo que estoy haciendo y es mucha responsabilidad, y justo me decían qué más vas a escribir, queremos tener otro libro tuyo, qué fuerte, sabes, quienes escribimos de forma bilingüe creo que tenemos una cuestión política muy fuerte, muy marcada en lo que hacemos, que a veces es chido pero también es tener mucha conciencia sobre eso, a veces me gustaría escribir meramente, aunque también es político, por el placer de hacerlo. 

Para mí por supuesto que me pone feliz, pero tiene una responsabilidad relacionada con el peso político que tiene el uso público y en la literatura de un idioma que ha sido combatido por todos lados, por un idioma que ha hecho que se nos violente a las personas, hay que decirlo, en nuestro país claro que hay un reconocimiento más marcado de las lenguas originarias, pero es muy reciente, realmente quienes hemos transitado este país una lengua originaria, la mayoría de las experiencias no han sido nada gratas, al contrario, han sido super violentas con nosotros, nosotras, por ser hablantes de una lengua que todavía mucha gente cree que es un sinónimo de no ser civilizados, incluso, a mí me lo han dicho, que el país no avance, no progrese es porque hay gente hablando un idioma indígena, no lo sé, yo misma no me explico muchas cosas y me sigo preguntando otras, pero eso es bueno porque escribir tiene que ver con preguntarse cosas, creo que si alguien tiene todas las respuestas ya no hace música, pintura, literatura…

 

BPP: También eres pedagoga, promotora cultural y das talleres para las infancias, cómo dialogan todos estos tú con tu escritura, con la poesía principalmente, ¿cómo influye un oficio en el otro? 

NLG: Sí, también soy pedagoga de profesión, y siento que de alguna forma dialoga con la poesía porque para mí la poesía tiene que ver con narrar, con narrarnos la vida y la pedagogía es una reflexión sobre esa vida, muchos ven a la pedagogía como procesos de enseñanza-aprendizaje, yo la veo como procesos de reflexión sobre la vida, sobre el humano y su formación en esa vida, entonces, siento que de alguna forma se van relacionando. Y bueno, lo de promoción cultural yo lo enfoco mucho a la difusión de lenguas indígenas, porque la poesía cuando la hago desde el mixteco si tiene un posicionamiento político también, de hacer poesía y literatura en este idioma que el estado ha combatido mucho desde diferentes espacios. Y así como muy parcelado no sabría decirte cómo influyen una en la otra, pero creo es lo que me hacen ser, pienso que la poesía que hago con infancias, en los talleres… para mí sería imposible, incongruente, escribir literatura para infancias si no trabajé con ellas previamente, para mí los talleres son muy importantes en el sentido de poder conocerles, escucharles, saber quiénes son, qué quieren, qué les mueve y en función de eso poder hacer poesía con ellas y para ellas, no sólo de ellas, creo que influyen en eso, se van dando, mirando, las prácticas desde la pedagogía, la promoción y la poesía. 

Bueno, también otra cosa, que quizá suena un poco duro, es que la poesía, pues yo no soy hija de escritores, no tengo un apellido de escritores, y la verdad es que yo no vivo de la poesía, para nada, entonces sí los talleres, de pronto no todos, hay muchas cosas que hago gratuitas pero de alguna manera sí me generan un poco, una entrada económica que deja que yo pueda contribuir a la renta, comer, pagar el pasaje, hay muchas cosas, por ejemplo esto de acá de Sonora, donde realmente no hay financiamiento, es más bien una cosa autogestiva en su mayoría, entonces justo muchas cosas las financia una. 

 

BPP: En dónde te encuentras ahora poéticamente, qué quiere escribir Nadia López, cuáles son tus obsesiones, tus búsquedas…

NLG: Yo creo que una de las búsquedas que siempre he tenido es el papel de la memoria, qué recordamos, cuando recordamos, porqué recordamos lo que recordamos y también porqué olvidamos lo que olvidamos, a mí parece muy importante pensar en la memoria no como una cosa pasada sino como una cosa presente que nos ayuda a narrarnos, también que nos ayuda a no repetirnos, y a no repetir ciertas historias, ciertas violencias, entonces, quiero escribir varias cosas, esbozos de cosas que quiero contar, estoy un poco asomándome a no sé si sea a la novela, quizá a la crónica, me obsesiona mucho la memoria, la cuestión de la memoria cómo recordamos y también porque llegamos a olvidar cosas de forma colectiva. 

El año que viene va a salir un libro con Almadía que se llama A dónde van los árboles cuando duermen, que es un libro de poesía pensado desde una experiencia que viví con una de mis sobrinas, cuando ella nació su mamá falleció, entonces este libro habla sobre la permanencia de las personas, de las palabras. También va a salir con Almadía otro libro que habla sobre el cuerpo y la mujer en la mixteca, y bueno, por ahorita son las cosas concretas. También me gustaría no exactamente detenerme, pero escribir de pronto es muy cansado, en el sentido que no me dedico sólo a eso, sino que trato de robarle tiempo al tiempo para sentarme a escribir, algo bueno, es que gané una beca Fonca, eso me va a permitir hacer un proyecto que desde hace tiempo quería escribir. 

 

Dorsal

[Fragmento]

Por Nadia López García

 

VII

Frente al espejo miro

la delgada línea de mi boca

los huecos que se dibujan

al intentar decir: Mujer,

palabra con cicatriz.

 

Mi voz, cercenada por el chillido

de los pájaros, tiembla en mis labios,

mis ojos me desconocen.

 

Nuevamente la voz al centro,

siempre al centro como címbalo

que retumba en los límites

de mi cabeza.

 

Un cuerpo puede ser una casa

abandonada, láminas de abrojos,

puertas carcomidas y polvo

de lo que fue.

Un cuerpo puede ser un coágulo

de sangre, pulmones hinchados.

 

Mi lengua lapida las palabras: Ícaro,

Mamá yo soy Estrella,

me llamo Estrella.

 

Abuela, escucho una voz dentro de mí

¿hace mucho que nací, abuela?

Paola, también conocida como Rodrigo,

¿habrá sentido dolor al morir?,

¿habrá pensado que moriría?

 

Si el nombre es la primera máscara

que usamos

¿por qué no escogerla

nosotras mismas?

¿Cuántas veces podemos ser alguien más?

 

Escribir es regresar

a donde somos la cara sin máscara

ni atadura

sin temor a la destrucción futura. 

 

Hippocampus

En la búsqueda del cuerpo

encontraron una coraza ósea almidonada 

con anillos, con cola larga y en espiral,

una boca profunda y una cabeza,

huella de haber sido caballos de tierra

alguna vez. 

 

¿Quién diría que los caballitos de mar 

son peces?

¿Quién diría que los cuerpos, en ocasiones,

se confunden en la forma?

 

Sabes, yo sueño muchas cosas.

El otro día soñé que te vestías de mujer,

que te mirabas en un espejo y sonreías.

A veces no sé si es un sueño o un recuerdo,

pero aquí, estoy segura, fue un sueño

¿verdad,

hijo?

 

Siempre hay un riesgo en escuchar 

al cuerpo, escuchas que dice que sí,

que la forma está equivocada,

que no eres lo que ellos ven, 

eres

lo que tú ves 

 

Vicente, si estuvieras aquí ni tendría que escribirte. 

 

¿Te dije que papá no quiere verme a los ojos?, 

¿te dije que mamá está fragmentada 

desde que ya no estás?, 

¿te dije que nada pudieron hacer

para encontrarlos?

(a ellos,

a los que nos arrancaron tu paso

de caballo por el mundo)

 

Vicente,

si estuvieras aquí no tendría que escribirte.

 

No me dolería así, 

escribirte. 

 

[Estos poemas son cortesía de Nadia López García y FCE. Dorsal, 2022, Primera Edición Fondo de Cultura Económica]

https://issuu.com/lajornadazacatecas.com.mx/docs/la_gualdra_604

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