Durante esta semana el gobernador Alejandro Tello Cristerna activó una de las estrategias emanadas del Plan Estatal de Desarrollo (PED), documento que marcará su administración hasta el 2021, cifrada en el lema “Trabajemos diferente”.
Para darle sustento a lo que más que un lema es una meta, el lunes comenzó en la Presidencia Municipal de Guadalupe la presentación del primero de los ocho Programas Regionales de Ordenamiento Territorial incluidos en el PED. Luego hizo lo mismo en Valparaíso, ayer en Jerez y durante la próxima semana irá a las restantes cabeceras municipales sedes de las respectivas regiones.
A cada uno de estos actos asisten representantes de la sociedad civil, de organismos privados, los poderes Legislativo y Judicial, integrantes de los cabildos municipales, funcionarios, representantes de partidos y público en general. Así es como se socializa un plan de gobierno cuyas políticas públicas fueron diseñadas por los mismos actores y en las mismas regiones donde operarán.
Esta es la mejor forma de interacción entre sociedad y gobierno para lograr una gobernanza que ya comienza a mostrar sus bondades al generar inmediatas respuestas a viejos y nuevos problemas. Al mismo tiempo arranca la regionalización, que también en poco tiempo fructificará como la manera más eficaz, eficiente y transparente de aplicar los recursos económicos federales, estatales y municipales.
La regionalización, concepto que cada vez se hará más común en Zacatecas al convertirse en hechos, procede de la severa y minuciosa auscultación que Tello Cristerna armó durante su campaña electoral, concretada en la realización de 10 foros regionales y cuatro especializados, en los cuales se concluyó que atender los problemas de manera general es difícil y con frecuencia ineficaz. Dar más capacidad de ejecución a las regiones, en vez de centralizarla desde la capital, es más provechoso.
Fue así como a partir del diagnóstico surgieron ocho Programas Regionales de Ordenamiento Territorial que aglutinan metas, estrategias e indicadores, muy específicos y enfocados a los municipios que integran, porque entre ellos existen similitudes en las problemáticas, que igualmente exigen respuestas similares, comunes o complementarias.
En esencia regionalizar no es novedoso, pero lamentablemente es una estrategia que en México ha tardado en implantarse. Al practicarse hoy no se hace más que utilizar una herramienta cuya fuerza resulta inaplazable aplicar.
La regionalización implica actitudes diferentes y exige tanto mayor madurez de las autoridades municipales como de los ciudadanos, porque éstos ahora deberán ser corresponsables de la certera y transparente utilización de los recursos públicos. Esto, particularmente, es lo que hace novedoso y diferente el sistema mediante el cual ahora se gobierna en Zacatecas.
Ante los fuertes recortes presupuestarios de alcance federal, este cambio no podía ser más pertinente ni más certero. Las administraciones municipales ahora deben asumirse como sujetos obligados ante el escrutinio social. Menor flujo de recursos económicos requiere mayor eficiencia y pulcritud en el gasto, y de esto los ayuntamientos tendrán que dar cuenta a una sociedad que, por su parte, debe estar siempre alerta y actuando corresponsablemente.
Tal vez esta forma de gobernar, por diferente, choque con reticencias o inercias; con egoísmos o necedades, pero sin duda llega para quedarse. No es capricho local, sino urgencia global. La regionalización es un fenómeno que desde hace mucho tiempo es necesario, pero como todo proceso social, ha tardado en echar raíces, pero éstas ya profundizaron y hoy prosperan en otros lugares. Zacatecas, tan necesitado como está de soluciones integrales y firmes no puede situarse al margen de la modernidad política.
Sí, la regionalización demanda gran responsabilidad de gobernantes y gobernados, tal como lo impone el afán de vencer obstáculos y problemas que hasta ahora han parecido irresolubles. Superar adversidades como las que enfrenta México no es fácil. Lo encomiable es que en Zacatecas ya avanzamos en el camino para ser mejores.
Las dificultades, además, nos harán crecer a todos. Unos como sociedad y otros como poderes fácticos y gobierno. Todos habremos de trabajar diferente, con innovaciones, y por supuesto, con honestidad, transparencia, austeridad, eficiencia y eficacia, y siempre corresponsablemente.
Llega en buena hora la regionalización. Si con la participación colectiva se instaura satisfactoriamente, los objetivos del Plan Estatal de Desarrollo 2017-2021 se alcanzarán y habrá más y mejores oportunidades de empleo, de vivienda y de educación, y los derechos humanos, la seguridad, la justicia, la equidad y el desarrollo humano, social y económico, serán realidades palpables.
Los municipios unidos en regiones son, sin duda, rutas al progreso de Zacatecas. ■
*Coordinación Estatal de Planeación
