Cambio político

La política ha se ha utilizado desde hace varias décadas como un negocio personal y familiar, basta con realizar un análisis de quiénes han ocupado cargos de representación popular los últimos años, encontraremos los apellidos de políticos que han acaparado el poder en sus partidos para poder implantar a sus amigos y familiares con el objetivo de continuar ostentando el poder ya sea en los Estados a los que pertenecen o a nivel nacional en las cámaras del congreso, hasta el 2015 88 familias dominaban el congreso desde 1934.
Zacatecas no ha sido la excepción, también es víctima de cacicazgos regionales y estatales, grupos políticos que se las han arreglado para mantenerse en el poder durante generaciones completas y sexenio tras sexenio buscan imponer a sus cuadros para evitar ser juzgados por los de alguien más una vez que desocupen el cargo.
Aunado a ello, el uso de recurso público para ayudas sociales, grandes sueldos y percepciones de todo tipo, como bonificaciones por puntualidad, por desempeño, entre otros, han ocasionado que la política se convirtiera en un negocio muy rentable, arrojando una clase política insensible ante las necesidades de la población, enfocándose a realizar todo tipo de actos ilícitos para beneficiar sus economías.
Así es como se ha desvirtuado y pervertido el ejercicio de la política, dejando de lado su principal finalidad, el ejercicio del poder para lograr el bienestar de la colectividad. Estos grupos que se han hecho del poder generación tras generación, han optado por el ejercicio de la política de compra de lealtades, sus equipos políticos están conformados por personas empleadas y no por personas que se comprometen con proyectos con fines colectivos.
Esto ha sumido en una crisis al país, para lograr una transformación de fondo no basta con llevar a la victoria a un proyecto que se comprometa con combatir la corrupción, se requiere también que sean realizadas diversas reformas para modificar el sistema político y democrático por el que nos hemos regido durante años, no será suficiente aplicar cero tolerancia a la corrupción. Una vez obtenido el triunfo, el próximo Presidente de la República debe enfocar sus esfuerzos para lograr la transición de un sistema democrático representativo al participativo, fomentar el interés y participación de los ciudadanos en los asuntos públicos y políticos del país. Paralelamente debe modificarse el sistema de partidos en México, cada uno de los institutos políticos del país debe democratizar la vida interna de los mismos, la elección de candidatos no pueden continuar siendo por dedazos, por cumplir con el pago de favores o por la venta de candidaturas, mucho menos para hacer creer a los candidatos que deben el favor al que los designó.
Transformar también el ejercicio de la política es lograr también un triunfo para la democracia en México, pugnar por el respeto de los derechos de los militantes, lograr la igualdad en cuanto a la oportunidad de convertirse en candidatos o dirigentes fomentará la sana competencia al interior de los partidos, logrará fortalecerlos y limpiarlos de las prácticas que han arrojado a pésimos gobernantes que han sumido en la injusticia, en la corrupción y en la pobreza a nuestro país, cerrarle el paso a esta clase política democratizando la vida interna de los partidos políticos terminará por arrojar verdaderos representantes de los proyectos de las diversas instituciones políticas, de la militancia de las mismas y del pueblo en general, arrojará representantes con gran respaldo social.
El cambio comenzó antes del primero de julio, la participación será histórica, con ello se dará inicio a una nueva etapa en la vida nacional, la reconstrucción de nuestras instituciones gubernamentales y políticas cambiará la realidad que hasta ahora vivimos, los ciudadanos tienen el poder para lograrlo, para impulsarlo y para exigir que así sea.
Ha llegado el momento de cerrarle las puertas a esa clase política que tanto daño le ha hecho a los mexicanos, ha llegado el momento de que el poder del pueblo se imponga ante cualquier otro poder, la transformación es inevitable, ha iniciado y solamente los mismos ciudadanos podrían pausarla. La esperanza de un mejor país y de mejores condiciones de vida impulsarán a los mexicanos a seguir marcando la nueva trayectoria de nuestra nación.
El cambio en el ejercicio político también es inevitable, los cacicazgos, los grupos de poder serán suplantados por una nueva generación de políticos; el relevo generacional hace referencia, no a un cambio de políticos viejos por jóvenes, se refiere al cambio de toda una generación de políticos deshonestos, serviles y corruptos por políticos con principios, honestos y que comprendan que el ejercicio del poder tiene como única finalidad el bienestar de todos los mexicanos.