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jueves, 2 mayo, 2024
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La trata de personas, una forma de esclavitud contemporánea: experta

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Por: MARTÍN CATALÁN LERMA •

■ Marta Torres Falcón, profesora de la UAM, imparte conferencia sobre este tema

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■ Es el tercer negocio ilícito más lucrativo, sólo superado por el tráfico de armas y de drogas, dice

La trata de personas es el tercer negocio ilícito más lucrativo y rentable, solamente superado por el tráfico de armas y de estupefacientes, aunque en este momento las cifras ya son discutibles y ese fenómeno ya podría ubicarse en el segundo lugar, informó Marta Torres Falcón, profesora de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).

Durante la conferencia Laberinto del horror: trata de personas, impartida en el primer Coloquio de Investigaciones sobre Mujeres y Perspectiva de Género, organizado por la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ), la especialista expuso que la trata de personas es una forma de esclavitud contemporánea.

“Es indignante que la explotación de otro ser humano esté produciendo enormes ganancias a las redes de delincuencia organizada transnacional. Quienes pensamos que la trata de personas existe y que hay muchas mujeres que son víctimas de explotación, no hemos podido crear mecanismos para que las mujeres puedan reconocer y hablar de manera clara o directa”, expuso.

Comentó que en México hay diversos factores de vulnerabilidad que propician la proliferación de la trata de personas, entre ellos la escasez de servicios, alimentos y empleo, además de un bajo nivel educativo.

En consecuencia, Torres Falcón dijo que las personas que viven en esas condiciones pueden ser particularmente vulnerables al engaño y a falsas promesas.

Según explicó, hay dos formas de explotación: laboral y sexual, aunque la trata de personas abarca también condiciones análogas a la esclavitud y la extracción y tráfico de órganos. La diferencia es que la explotación laboral es un fenómeno reiterado y la persona es obligada a realizar una actividad determinada durante mucho tiempo.

La explotación sexual, sin embargo, es más lucrativa. En ese sentido, la primera fase de la trata de personas es el enganche de las víctimas, lo cual es sencillo, pues presentan ofertas de empleo simples, como el servicio doméstico.

“Esas son las ofertas de empleo, tareas domésticas o cuidar personas de la tercera edad, o algunas un poco más elevadas como camarera en un hotel o en un supermercado. Y cuando vemos a una niña que ha intentado ponerse piedras sobre el vientre para engañar el hambre y que sueña en poder comprar zapatos para ella y sus hermanitos, por supuesto que acepta trabajar en una casa, dormir en cama, tener tres alimentos al día y 200 pesos a la semana”.

En el tema de la explotación sexual, Torres Falcón indicó que las mujeres son engañadas de varias formas, pero las más comunes son mediante una oferta laboral a las posibles víctimas y la compra-venta de seres humanos en comunidades de alta marginalidad, donde los padres de familia están dispuestos a una transacción de ese tipo.

Aunado a ello, comentó que muchos padrotes se dedican a seducir a las mujeres en pequeñas comunidades, lo que implica un proceso de enganche más complicado, aunque “una persona enamorada es altamente vulnerable, sobre todo por el autor del enamoramiento”.

De esa manera, los padrotes, luego de llevarlas a otras ciudades, les hacen creer que tienen problemas financieros y que sus negocios van mal. Finalmente logran que la víctima acceda a trabajar en el ámbito sexual. “Estos señores básicamente las tratan bien, con actitudes amables, correctas y amorosas, visitan a la familia, ofrecen matrimonio, se casan de acuerdo con las normas de la comunidad, y se van a otra ciudad. Ahí estamos entrando apenas en el laberinto”.

“Después viene el horror. Lo primero que hacen los explotadores es sacar a las mujeres de su entorno. El enganchador suele llegar bien vestido, porque la mejor manera de cruzar la frontera a Estados Unidos es ir bien vestido, así te tratan mejor. Después llegan a un lugar intermedio donde tienen a las mujeres y ahí les dicen el trabajo que realmente van a hacer, pero una persona es la que se encarga de hacer el enganche, otra la que hace el transporte y otra la que las recibe y les dice lo que van a hacer”, puntualizó.

Torres Falcón expuso que, de acuerdo con los testimonios que ha recabado, las víctimas protestaron y se negaron a hacerlo, pero es en ese momento cuando aparece la primera de muchas violaciones y violencia sexual, hasta que ellas “firman lo que sea”.

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