Hace 54 años la intransigencia del poder en manos del Partido Revolucionario Institucional encabezado por Gustavo Díaz Ordaz, ordenó, la matanza encarcelamiento y tortura del estudiantado que tuvo la valentía de retar al poder exigiendo: justicia, libertad, democracia
Al movimiento estudiantil de 1968 se unieron los universitarios, profesores, amas de casa, sindicatos, miles de personas se reunieron el dos de octubre en la plaza de las Tres Culturas, para exigir solución a sus demandas, en respuesta a la ocupación militar de los planteles escolares de la vocacional 5 y la preparatoria Isaac Ochoterena incorporada a la UNAM, que habrían sufrido una riña, el 23 de julio del mismo año, estos hechos generaron frecuentes enfrentamientos entre estudiantes y granaderos, el 26 de julio los estudiantes son reprimidos por lo que redactan un pliego petitorio de seis puntos, los cuales fueron expuestos el dos de octubre, donde se exigía libertad a todos los presos políticos, desaparición de los cuerpos de granaderos, destitución de los jefes policiacos Luis Cueto, Raúl Mendiolea y A. Frías., pago e indemnización a los familiares de los heridos y deudos desde el inicio del conflicto, garantías al estudiantado y la desaparición del art 145 del código penal.
Ante este pliego, la intolerancia y brutalidad del Estado no se hizo esperar y tiñó de sangre la plaza de Tlatelolco.
A su vez, la participación de la mujer se hace presente , no se puede comprender o sentir el movimiento estudiantil de México en 1968, sin la participación de las mujeres, aquellas que eran estigmatizadas por no cumplir con los roles establecidos por la familia la iglesia y la sociedad.
Las mujeres participaron en el movimiento manifestando el rechazo a la violencia, adquiriendo conciencia en su actuar político, llevando a cabo tareas de organización y estrategia, las mujeres participaron codo a codo con los hombres, según un sinnúmero de testimonios políticos en Mujeres del 68: de Josefina Hernández Téllez, resaltamos que las mujeres estaban en las asambleas, tomaron las calles, las mujeres estaban en el brigadeo, en prensa, en el boteo, haciendo pintas, en la difusión del conflicto en los mercados, como oradoras estaban las mujeres, basta recordar a Myrthokleia González, por la Escuela Técnico Industrial Wilfrido Massieu, una de las primeras en caer herida y perseguida, ella fue la maestra de ceremonias en el mitin del dos de octubre, cabe destacar la participación de militantes del partido comunista, de la Unión Nacional de Mujeres Mexicanas fundada en 1964, ellas organizaron protestas con alrededor de cinco mil mujeres, muchas eran madres de familia, trabajadoras, oficinistas, campesinas, intelectuales, maestras, profesionistas, artistas, todas exigían la libertad a los presos políticos y apoyaban la movilización estudiantil, así mismo, la Escuela Técnica Número Siete de Trabajo Social, con cien mujeres raptaron un camión para investigar los sucesos que permeaban en el momento.
Algunas mujeres fueron inspiradoras de novelas, las mujeres llevaban el control de los gastos, eran las que hacían de comer, servían de correo, llevaban comida a los presos políticos, atendían a los enfermos, recibían en su casa a los brigadistas, las mujeres además también vieron como abatían a la gente y como corría la sangre.
La escuela de Enfermería y Obstetricia del IPN también apoyó el movimiento, alguna de ellas como Cipactli Yolanda Rodríguez, realizó labores de rescate para salvar a los heridos y sobrevivientes en el edificio Chihuahua. Las mujeres, además, reprodujeron la gráfica de las protestas, se subieron al transporte público, buscaban a los desaparecidos, esto muestra que las mujeres fueron testigos del movimiento y del cambio en el período.
El conflicto estudiantil indignó a grandes sectores de la población, las madres se manifestaron rechazando la violencia, las estudiantes rompieron esquemas de la autoridad, se da la rebelión doméstica, la rebelión familiar, de pareja y frente a la familia.
En el Comité Nacional de Huelga, diez y ocho mujeres estaban integradas, entre ellas, Ana Ignacia Rodríguez Márquez, “LA NACHA” estudiante de los últimos semestres en Derecho, que tuvo dos detenciones y un secuestro, otra mujer que tuvo tres detenciones fue Roberta Avendaño, “LA TITA”, profesora normalista y estudiante de derecho en la UNAM, ellas permanecieron encarceladas por dos años en la prisión de Santa Martha Acatitla, al igual que Adela Zalazar. Amada Velasco Torres, permaneció en el campo militar número tres y luego fue trasladada al palacio negro de Lecumberri, fue liberada por una carta internacional de Derechos Humanos de Alemania.
Las mujeres del movimiento estudiantil de 1968, aportaron una mayor participación de las mujeres en la vida política y social del país, hubo más integración de las mujeres con acceso a la educación, el movimiento estudiantil de 1968 ha sido concebido como un parteaguas de la visión tradicionalista que se tenía la sociedad mexicana respecto de las mujeres, ellas nos dejaron un legado de lucha para seguir transformando la historia del país y alcanzar el respeto e igualdad de nuestros derechos civiles.
Zacatecas, Zac., 01 de octubre de 2022
