Presentan La calle de los guías, catálogo de la artista visual Mónica Romo Rangel

 
La calle de los guías, catálogo de litografías de Mónica Romo Rangel, prologado con textos del escritor Juan Villoro y el historiador y crítico de arte, Enrique Franco Calvo, procede de la exposición de mismo nombre instalada en el museo Pedro Coronel en diciembre de 2012. En ella, la artista reunió obra realizada de 1991 a 2009.
El libro de gran formato coeditado por el Instituto Zacatecano de Cultura (IZC) y Ediciones Acapulco fue presentado el 20 de junio en las instalaciones de este espacio con la intervención como moderadora de la directora del museo Pedro Coronel, quien destacó el talento y la pasión que ha caracterizado la trayectoria de la también periodista.
La calle de los guías representa parte del trabajo gráfico de esta artista visual y plástica nacida en el Distrito Federal y avecindada en Zacatecas desde hace 25 años.
Mónica Romo subrayó que su trabajo “nada tiene que ver con lo urbano” y que asumió desde su llegada a Zacatecas una identidad nueva que está impresa en su obra. El diálogo que propicia la obra entre el artista y el espectador es la búsqueda final de quien crea. Así se cierra un círculo en el que ambos se integran, señaló.
Respecto al catálogo, dijo, era de suma importancia que quedara como registro de sus “hijos pequeños”, sus creaciones únicas, pero también, un medio de estimular a las generaciones jóvenes de artistas.
El testimonio impreso de esta obra cuyo tiraje ya se ha dispersado, encuentra también un sentido en su otra vocación, la periodística, misma que, destacó, aún practica.
Gustavo Salinas, director del IZC, resaltó en Romo a un talento artístico formado en la tierra de Zacatecas como propio, y a su obra como merecedora del apoyo institucional.
Para Sofía Gamboa, crítica y estudiosa del arte contemporáneo, las imágenes litográficas de Romo Rangel crean “una masa de espíritus, de cuerpos y de objetos vivos o supervivientes” vinculados a las leyendas.
Ella, dijo de la artista, es ya “una leyenda creciente que hace un camino y se forja un nombre en la difícil vía de las artes plásticas por la profesión y por ser mujer”. Alejandro Pérez Cruz, artista visual formado con especialidad en la Escuela de Artes Plásticas de la UNAM y docente en la Academia de San Carlos, refirió como un hecho inolvidable, la exposición que incluyó las primeras de estas litografías, realizada dijo, en junio del año 1992 en el museo Francisco Goitia.
En estos 25 años, comentó, “Mónica ha creado un método propio, un proceso creativo, reflexivo y crítico, apasionado y sincero, que trabajaba simultáneamente entre la realidad y la metafísica”.
En remembranza de los orígenes creativos de Romo a su llegada a Zacatecas, momento fundacional del taller Julio Ruelas, el también artista visual Ignacio Vera Ponce, recordó aquella primera generación como destacada por su vocación a la gráfica. Mostró su admiración porque desde entonces, comentó, se hizo evidente una coherencia, unidad, y concepto  en su obra y la capacidad para asimilar la riqueza del paisaje y la historia de la ciudad.
El sismo de 1985, dijo Alma Ríos, fue un momento fundacional no sólo para algunos procesos sociales sino motivo de exilio y nuevos comienzos para aquellos que dejaron atrás el Distrito Federal. En este contexto destacó la coincidencia de encontrarse con Mónica Romo hace ya 21 años, cuando fungía la artista como directora del suplemento cultural del periódico El Sol de Zacatecas.
En paráfrasis al autor Carlos Castaneda calificó al arte como un medio de replantear la realidad para generar otros mundos, eso que llama el autor dar un salto hacia lo inconcebible y que permite trascender  los límites del pensamiento. La obra de Mónica Romo abre puertas al infinito, recreando las leyendas, los mitos, y metamorfoseando las posibilidades humanas, comentó.