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sábado, 27 abril, 2024
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Cientificidad con intuición: llega al estado la exhibición Sebastián escultor en Zacatecas

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Por: ALMA RÍOS •

■ Presentan muestra del artista chihuahuense Enrique Carbajal dentro del 29 Festival Cultural

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■ Expresa que su obra siempre ha estado salpicada de un conocimiento científico, pero fundamental

Todo tiene una lógica matemática y física. Los seres humanos contemplan la naturaleza para referirla, unos en el arte “haciendo una especie de traducción, de asimilación, para plantear una segunda naturaleza, que es la plástica”. Las ecuaciones y las fórmulas estrictas, sin embargo, no llevan a ningún lado sin la intuición y la emoción. La conjunción de todos estos elementos es lo que produce los hallazgos de conocimiento.

La explicación la ofrece Sebastián para expresar en palabras su “escultura emocional”. La cuántica avanzada, dice, tiene mucha cercanía con lo esotérico, y hay quien quiere trasladarla hacia este último punto, pero para el escultor, lo que ofrece la realidad no es un fenómeno metafísico o esotérico sino eminentemente físico, ya sea la energía hecha luz o la materia hecha escultura.

Enrique Carbajal fue convocado al 29 Festival Cultural Zacatecas 2015 como representante del arte de Chihuahua, estado invitado, mediante su exposición Sebastián escultor en Zacatecas, inaugurada ayer en el Ex Templo de San Agustín.

En breve entrevista  previa realizada en el Museo de Arte Abstracto Manuel Felguérez, que confiesa no haber conocido antes al igual que a la propia ciudad de Zacatecas, misma a la que no obstante refiere como un punto geográfico y emocional cercano a su natal Chihuahua y por el que transitó varias veces de paso durante su época de estudiante hacia el norte, refiere sus inicios.

Dijo que desde el principio quiso encontrar su lenguaje, la estructura “de cómo decir escultura a la manera de Sebastián”, con medios científicos. Y para este propósito la matemática fue fundamental desde el planteamiento de sus “transformables” hasta las obras monumentales.

Siempre envuelto en la polémica, ya sea con su Caballito ubicado en Paseo de la Reforma en Ciudad de México, y que fue la pieza que le dio, no fama, precisa, sino popularidad entre la gente y un  medio para hablar de su obra, hasta su Guerrero Chimalli, que transforma el paisaje de Chimallistac en el Estado de México, Sebastián señala lo más reciente de su quehacer como la referencia a la geometría cuántica, la teoría de nudos, la topología combinatoria.

“Entonces, siempre ha estado (mi obra artística) salpicada de un conocimiento científico, pero lo fundamental, lo más importante es que sean esculturas”, expresó.

Esta combinación de racionalidad matemática e intuición ha sido el método y el medio  que le ha funcionado al escultor y de la que bromea llamándola: “brujería cuántica”.

Otro de sus medios para la trascendencia ha sido la convicción férrea de pertenecer a una vocación, la de escultor.

Aquí refiere cuando se señalan tiempos difíciles como los actuales que vive México, que en su juventud también hubo momentos complicados, fue como otros jóvenes, dijo, aprehendido en Tlatelolco en 1968 y remitido al Campo Militar número uno.

“Yo pude haber muerto en ese momento y por suerte pues no sucedió, y me salvé por azares de mi propio destino y decidí jamás dejar de ser escultor y seguir adelante”.

Sobre el México de hoy, utiliza palabras de descripción como “deplorable”, “triste”, “doloroso”, pero no cree en la opción del voto nulo o la abstención, pues dice, “es como doblar las manos”.

Comentó que prefiere “se intente poner lo mejor que tenemos y tratar de que las cosas vayan con las reglas que estaban ya dadas, tratar de presionar a que se cumplan”. Luego de esta expresión precisa no ser político sino artista plástico y que su manera de ayudar es produciendo obra, sin panfletos.

Sebastián, así autobautizado luego de una serie de anécdotas que le asociaron con este nominativo, cree haber nacido para hacer cosas, para dejar una obra, y ni en las peores circunstancias se ve ajeno a su misión.

“Necesitan quitarme la vida. Es una actitud de querer buscar el bien, la construcción, de ser emotivo hacia un carácter constructivo no destructivo”.

 

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