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sábado, 27 abril, 2024
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De Canadá a Zacatecas: Ben Caplan en el Foro de Música del Mundo

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Por: JÁNEA ESTRADA LAZARÍN •

La Gualdra 614 / Festival Cultural de Zacatecas 2024 / Música

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Ben Caplan es un músico, compositor e intérprete originario de Canadá, y el miércoles 27 de marzo se presentará en el Festival Cultural Zacatecas en el Foro de Música del Mundo, en la Plazuela Miguel Auza. Cotidianamente toca con su banda The casual smokers, pero en esta ocasión se hará acompañar de un ensamble de músicos zacatecanos con los que intregrará un cuarteto de cuerdas. Multipremiado, nominado y reconocido en Nueva Escocia como Artista del Año, Caplan se ha presentado en países como Australia, Alemania, Noruega, entre otros, así como en importantes festivales como el de Glastonbury, el Woodford Folk Festival y el Sydney Festival.

 

 

Jánea Estrada Lazarín: Ben, háblanos un poco de ti, quién eres, de dónde eres, dónde creciste, de tus inicios en la música, de tus influencias musicales… ¿Cómo definirías tu estilo musical?

Ben Caplan: Bueno, soy escritor de canciones, soy cantante, soy compositor. Soy una persona interesada en observar las cosas oscuras con ojos amorosos. La tierra que me vio nacer fue Canadá. Vivo en la costa este en la hermosa ciudad de Halifax, la capital de Nova Scotia. Mi abuela me regaló mi primera guitarra cuando cumplí 13 años y desde entonces casi nunca he dejado de tocar algún instrumento. Soy autodidacta, lo que creo que influye en mi estilo idiosincrásico.

Casi al mismo tiempo que recibí mi primera guitarra, heredé el tocadiscos de mi hermano mayor y comencé a coleccionar vinilos. Fue en los años dorados entre el vinilo que pasó de moda y los hipsters que lo volvieron a traer, por lo que podías encontrar y comprar álbumes increíbles por excelentes precios. Me enganché con Bob Dylan, Neil Young, Jethro Tull y la banda sonora de Woodstock, entre muchos otros.

Cuando tenía poco más de veinte años, comencé a escribir en un estilo que combinaba las influencias folk/rock de mi adolescencia con la música folklórica de Europa del Este que heredé de mis abuelos. Desde entonces, he estado experimentando mezclando diferentes géneros y estilos para tratar de encontrar una química única para cada composición.

No estoy seguro exactamente de cómo definir mi estilo. Tiene un componente teatral y narrativo, pero también se apoya en el jazz, el blues, el klezmer y elementos de la música popular.

JEL: Tienes cuatro discos, todos diferentes entre sí, pero hay uno en particular, el que salió en 2018, llamado Old Stock, del que me gustaría que nos hablaras porque fue el resultado de una colaboración entre la dramaturga Hannah Moscovitch, Christian Barry y tú. Entiendo que está basado en una historia real acontecida en Canadá a principios del siglo XX.

BC: Sí, el proyecto Old Stock fue para mí un hito importante en mi vida y carrera. Vivió como espectáculo teatral, como concierto y como álbum. La música y la historia tratan sobre la inmigración. Está basada en la historia de los bisabuelos de mi colaboradora Hannah Moscovitch, es una historia que refleja fielmente la de mis propios bisabuelos, ellos fueron refugiados judíos que huían de la violencia y el antisemitismo en Europa del Este a finales del siglo XIX. Comencé a trabajar en el programa en 2016, mientras se desarrollaba la crisis de refugiados sirios. Estaba escuchando las formas viles y deshumanizantes en que la gente hablaba de los inmigrantes y no pude evitar pensar en la resonancia con la experiencia de mis propios antepasados.

La obra trata sobre el trauma de ser expulsados de sus hogares y la dificultad de integrarse en una nueva sociedad. Para mí, este trabajo trata sobre la universalidad de la experiencia de los inmigrantes y refugiados de cualquier cultura. Estaba escuchando ecos de la misma discriminación que enfrentó mi propia familia hace 100 años y quería usar esa historia como una forma de humanizar al «otro». La discriminación que enfrentaron mis bisabuelos hace 100 años se parece mucho a la que enfrentan hoy los inmigrantes del Medio Oriente, África, Asia y América Latina. Es una obra que confronta al público con la fealdad de cómo se tratan a los refugiados e inmigrantes, y les pide que vean la humanidad de la gente en nuestras fronteras y en el mundo de hoy.

JEL: Canadá es un país multicultural en donde la migración es determinante, de qué manera esto influye en tu vida cotidiana, en tu vida como artista. En un mundo en el que las migraciones son constantes, ¿consideras que es necesario cerrar las fronteras? ¿Qué es lo que nos falta aprender como seres humanos?

BC: Mira, Canadá se ha ganado la reputación de ser un país muy acogedor; sin embargo, nos gusta medirnos por el peor comportamiento de nuestro vecino del sur, y no por ningún estándar objetivo. Presentamos una imagen de aceptación y multiculturalismo, pero esto a menudo oculta una discriminación más matizada y evasiva que la gente puede sentir, pero que es difícil de nombrar.

La inmigración es esencial para la identidad de Canadá. Nos enorgullecemos de nuestra cocina internacional, nuestras actitudes liberales, y el arco iris de etnias en nuestras capitales, pero todavía existen barreras sociales y miradas tácitas que plagan nuestra sociedad.

Puedo entender el pragmatismo político de hacer cumplir las fronteras, pero se convierte en un problema cuando existe una jerarquía real o percibida entre diferentes grupos raciales. No pretendo ofrecer soluciones políticas, pero sí sé que cada conversación y cada política debe comenzar con la dignidad humana de todas y cada una de las personas que llegan a una frontera. Uno de mis roles como artista es examinar la fragilidad y la dignidad de cada ser humano, sin importar el idioma que hable o de dónde venga. ¿Qué es lo que nos falta aprender como seres humanos? Entender eso, que somos todos iguales como seres humanos. El racismo arcaico que es la base del colonialismo está presente con nosotros hasta hoy.

 

JEL: Eres un artista multifacético, te he escuchado, por ejemplo, interpretar “Dos Gardenias” en español… y vas del folk al blues, o del blues al bolero con mucha naturalidad… pero también es eres un viajero incansable ¿de qué manera los viajes alimentan lo que haces? ¿Qué otras cosas nutren tu quehacer artístico?

BC: Para mí la música es música. Escucho música de todo el mundo y tomo ideas e inspiración de la música folclórica romaní, la música pop africana, los boleros, el tango y la música electrónica. Me encanta todo lo que tenga un poco de alma; que tiene sangre caliente en sus venas.Me enamoré de los viajes cuando pasé un año viviendo en Bolivia durante mi adolescencia tardía. Por eso hablo Español. La música latina en particular tiene un lugar especial en mi corazón. Aprendí a cantar boleros para impresionar a mi esposa mexicana, Karla, pero también porque lo amo profundamente.

En cuanto a mis incansables viajes… bueno, no es fácil ganarse la vida como músico. Mi única revelación es que el mundo es mucho más grande que mi propio jardín. Me he forjado mi nicho como músico subiendo al escenario con la mayor frecuencia posible, y la mejor manera de hacerlo es viajar lejos y con frecuencia.

 

JEL: Te presentarás por primera vez en México, en la ciudad de Zacatecas, el 27 de marzo, en el Festival Cultural. ¿Qué planeas hacer? ¿Qué tipo de concierto podemos esperar?

BC: Estoy muy emocionado por este espectáculo. No sólo porque es mi primera actuación en México; eso es suficiente para emocionarme. Sin embargo, más que eso, es una colaboración mexicano-canadiense. Estoy trabajando con músicos zacatecanos para presentar mi trabajo arreglado para cuarteto de cuerdas.

Éste es un concepto nuevo para mí. Estoy más acostumbrado al bajo, la batería, el clarinete, los teclados y a una interpretación dinámica y ruidosa. Trabajar con un cuarteto de cuerdas me permite explorar diferentes vocabularios musicales. Tomé canciones de todo mi catálogo y las reinventé para un tipo de espectáculo muy diferente. Es emocionante para mí deshacer mis canciones y volverlas a unir de nuevas maneras. Estoy asombrado de mi buena suerte de poder presentar mi primer espectáculo en México en este formato. Nos vemos en la Plazuela Miguel Auza, en el Foro de Música del Mundo, el miércoles 27 de marzo a las 10 de la noche.

 

 

 

https://issuu.com/lajornadazacatecas.com.mx/docs/lagualdra614

 

 

 

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