■ En el espacio se descargan aguas residuales debido a la ruptura de un tubo: Guillermina Alonso
■ Lugareños de la comunidad solicitan la intervención de las autoridades municipales
Localizada a escasos kilómetros de la mancha urbana, la presa ubicada en la comunidad de Laguna Blanca está a punto de desbordarse totalmente a consecuencia del aumento del nivel del agua por la descarga de líquidos residuales, sin embargo los daños que pudieran presentarse ante el posible desbordamiento son cuantificados en millones de pesos.
Además de continuar las descargas de los desechos residuales en la zona, el cauce del agua podría llegar a las localidades aledañas como El Obligado, comunidad que también ha solicitado la acción de las autoridades para prevenir los futuros daños por el torrente de agua contaminada.
Ante la falta de una planta tratadora de aguas residuales, la Comisión Nacional del Agua (Conagua) autorizó que se vertiera las descargas en este sitio conocido como colector de aguas residuales Las Américas, pero los niveles han incrementado al punto de ocasionar daños hacia los habitantes, esto sin mencionar los focos de infección que se han presentado por el estancamiento del mismo elemento.
Lugareños de la comunidad solicitaron la intervención de las autoridades municipales para atender la denuncia que desde hace un año afecta con mayor magnitud su lugar de origen y mismo que se agudizó con las pasadas lluvias registradas en la región, para ello acudieron a las instalaciones del palacio municipal.
Entre los habitantes afectados comparecieron José Alejandro y Antonio Miranda Bañuelos quienes son propietarios de un aserradero, que se encuentra en riesgo de inundarse por el desbordamiento de la Laguna Blanca y por ende perder miles de piezas de madera que quedarían inservibles por el contacto con el agua.
“Ya habíamos construido una zanja para evitar que el agua de las recientes lluvias no entrara a nuestra propiedad, pero afectamos a los vecinos porque desviábamos el cauce del agua, entonces ya no sabemos qué hacer”, agregaron los denunciantes.
Otro de los locales en riesgo es un establecimiento de venta de materiales para la construcción,
donde se encuentran en peligro latente cerca de 30 mil ladrillos que están a punto de ser arrastrados por el nivel del agua que incrementa considerablemente al paso de los días.
Además los habitantes de la comunidad agregaron que ya han perdido campos de cultivo, animales de traspatio y lo más grave es que el camino que conduce a la escuela primaria Cuauhtémoc está a metros de ser alcanzado por el agua y perjudicar el desempeño académico de los menores.
Una de las opciones para desazolvar el agua, según los afectados, es desviar el cauce a un costado de la carretera que conduce al municipio de Valparaíso, sin embargo esta medida podría afectar la tubería y línea de conducción de agua potable del sistema Carrillo, una de las principales vías de abastecimiento del líquido potable al poniente del municipio, porque podría contaminar el servicio.
Tras la problemática, Guillermina Alonso, presidenta de la comisión de Ecología y Medio Ambiente, agregó al tema que identificaron uno de los principales factores del daño, mismo que fue la ruptura de uno de los tubos que desemboca en el colector de aguas residuales que desde hace dos años presentó daños y por motivos desconocidos hasta el momento no ha sido reparado.
“Es un problema tan grande que no se puede solucionar de un día para otro porque ahí tienen que intervenir tanto autoridades municipales, estatales y federales, tenemos que hacer estudios para obtener una solución pero a contrarreloj para no tener los daños esperados”, destacó la representante del pueblo.
La edil reveló que incluso la compañía minera Saucito, ubicada en la comunidad de El Poleo, también desemboca las aguas de mina en este lugar, motivo por el cual solicitarán una audiencia con los directivos de la empresa metalúrgica para que informen acerca de los permisos necesarios emitidos por la Conagua para ejecutar la descarga de líquidos o de lo contrario regular la situación.
También se encomendó a la titular del departamento de Ecología y Medio Ambiente, Karla Gómez, a fin de analizar posibles líneas de acción para reducir los impactos negativos al ambiente en el lugar donde viven aproximadamente 20 familias y varios establecimientos industriales.
Pese a las intenciones por solucionar el problema, la edil reconoció que la carencia de recurso económico por parte del municipio podría ser un limitante para frenar los estragos provocados por la inundación de la comunidad con aguas residuales y por lo tanto resolver el problema de raíz, pero dijo que realizarán lo posible para atender a los ciudadanos.
Según la calendarización de las sesiones, este jueves se reunirán por segunda vez en punto de las 10 horas un grupo de regidores, funcionarios municipales y vecinos del lugar para analizar las medidas a aplicar para frenar el daño ecológico que provoca la concentración de diversos tipos de agua en el lugar y evitar la pérdida millonaria que se tendría en caso de desborde de la presa.
