En Zacatecas los últimos tres gobernantes han pasado de la derecha a la izquierda y de regreso; recordemos que Ricardo Monreal renunció al PRI y se refugió en el PRD para ser gobernador, desde dicho puesto comenzó a potenciar a Tomás Torres Mercado quien finalmente fue desplazado por Amalia García Medina del mismo partido. Miguel Alonso Reyes actual gobernante, ha brincado del PRI al PRD, este último lo postuló a la Presidencia Municipal de Zacatecas para posteriormente impulsarse a la gubernatura, nuevamente por el PRI. Sin duda, los últimos tres gobernadores han llegado a la titularidad del Poder Ejecutivo por ajuste de cuentas políticas más allá de la mística y el respeto a los estatutos de los partidos políticos a los que me he referido. En este sentido, considero que de igual forma, el próximo gobernador será el resultado del cobro de facturas aunado al premio o castigo popular que se manifestará en las urnas el próximo año. Entonces las cartas están echadas, los dioses del olimpo empiezan a manifestarse y a bajar al universo de los mundanos para dar luz y guía a sus adeptos; ya vino a Zacatecas Manlio Fabio Beltrones considerado el gran constructor de acuerdos, el super político y orquestador de los próximos triunfos del mega partido de las multitudes: el PRI. Ya puso orden temporal a los aspirantes a gobernar y, entonces, Alejandro Tello y Fito Bonilla son hasta ahora los únicos contendientes oficiales salvo la mejor opinión de Pedro de León Mojarro, Carlos Peña Badillo y Carlos Puente Salas, este último del Verde Ecologista. De igual forma, Andrés Manuel López Obrador y Ricardo Monreal, han venido a respaldar a David y ya trabajan en varios municipios sumando voluntades y atesorando la gran inconformidad que prevalece con el régimen actual. De esta forma, se me ocurre que las ciudadanas y los ciudadanos no tenemos alternativa, si sale un candidato de extracción popular, seguramente no tendrá éxito pues la aplanadora de recursos para colgar lonas, pagar spots en radio y televisión será definitivamente insalvable y, con kilómetros de plata y mucha buena voluntad, no se llega al poder. Sin embargo, quiero diseñar a mi ver, lo que sería un buen candidato para pretender llegar al Poder Ejecutivo, estos son los requisitos:
Primero. Se requiere una mujer o un hombre bien preparado desde lo académico, con una profesión reconocida legalmente, con un título, con principios y trayectoria de trabajo avalados por el mismo pueblo, de tradición zacatecana, honesto y con profundo arraigo a nuestra tierra.
Segundo. Inteligencia por sobre su belleza, pues está visto que la situación en la que se está dejando a Zacatecas, amerita de mucha materia gris para sacar adelante los grandes retos de nuestra entidad, en cuanto a la superación de la pobreza, los grandes retos ambientales en materia de agua, contaminación de la industria minera, desempleo, crecimiento económico cero, inseguridad y, en general, falta de oportunidades para los zacatecanos.
Tercero. Un equipo de trabajo con capacidad para ayudar a gobernar, de reconocido prestigio y profesionalismo, sujetos a auscultación permanente para determinar su productividad y eficiencia, que no sean divos ni divas o intocables que se sienten paridos por Dios.
Cuarto. Que presente un Plan Estatal de Desarrollo que sea el resultado de las genuinas aspiraciones y demandas de la ciudadanía y no producto de algún despacho de consultores que estructuran documentos alejados de nuestra realidad, sin orientación y con una brújula descompuesta que motiva que la carreta gubernamental, sea tirada por caballos que corren en diferentes sentidos.
Quinto. Que estructure una Administración Pública Estatal progresista, incluyente y austera, cuyo principal fin sea la satisfacción de las necesidades de la población, con mecanismos de control ciudadanos que promuevan una transparencia eficaz en el ejercicio de los recursos y, que formule estrategias de erradicación de la corrupción en las dependencias gubernamentales en especial, en aquellas que asignan obras, proyectos y demás recursos, con la finalidad de abatir el arraigado diezmo o moche y, finalmente.
Sexto. Amar a Zacatecas por sobre sus propios intereses económicos y políticos o compromisos familiares, necesitamos un gobernador a la altura de los zacatecanos, que nos mire de frente y que nos lleve al anhelado progreso y a la estabilidad. Queremos caminar otra vez en las noches, por las calles y callejones de nuestro maravilloso estado, sin ser atacados. Ojalá. ■
*Representante de Zacatecas ante el
Consejo Consultivo Nacional para el Desarrollo Sustentable
