■ Escritor zacatecano se involucra y acompaña a normalistas y familiares de desaparecidos
Generar una memoria de los acontecimientos de Ayotzinapa es una de las acciones fundamentales para la comunidad escolar de la Normal Rural Raúl Isidro Burgos. Y lo es aún más, si son sus estudiantes quienes escriben estos testimonios.
“Desde el corazón, desde el núcleo donde ocurrieron las cosas y que ellos mismos sean los que hablen y no dependan ya sea de gente que viene de fuera a contar la versión sin conocerla, o incluso, la prensa tendenciosa o la versión del Estado que son siempre sesgadas y con otros intereses”, dijo Tryno Maldonado.
A este empeño se ha sumado el escritor zacatecano mediante la impartición de un taller de narrativa, que tuvo como escenario, justo las instalaciones de esta escuela donde vive y convive con los normalistas desde hace dos meses, cuando llegó en el contingente ciudadano que hizo entrega de 4 mil volúmenes de libros de literatura colectados a la par de la celebración de la Feria del Libro del Zócalo, para los normalistas.
“Creo que la escritura empodera mucho más que la lectura. Se habla mucho de que leer te vuelve más sensible o más empático o más inteligente, pero yo creo que lo que empodera más, lo que vale más, es la escritura. Dejar uno mismo o una misma su testimonio”, dijo.
Iniciado el pasado 13 de enero, el taller tuvo una convocatoria promedio de 20 personas, debido a las actividades que hoy ocupan a los estudiantes de Ayotzinapa, el activismo en reclamo de la aparición y esclarecimiento del crimen del 26 y 27 de septiembre pasados.
Se fueron sumando dijo, también activistas de brigadas procedentes de organizaciones sociales y periodistas que dan cobertura a la normal rural. De tal manera que, propuesto para una semana, el taller se extendió por alrededor de cuatro más y tendrá próximamente la apertura de su segundo módulo.
Tryno Maldonado había ya recuperado en la columna que escribe para la revista emeéquis, el tema de los 22 mil desaparecidos en el país, cuando sucedió el que reitera en señalar como un crimen de Estado contra los normalistas al que le ha dado seguimiento ese espacio.
Dice, aprovechó “el aventón” propiciado por la caravana a modo de acompañamiento para hacerse llegar a aquel foco rojo del país.
“Y de ahí he estado muy metido con el tema, también me parece congruente estar aquí, preguntarle a los padres como lo están pasando, qué necesitan, hablar con los chavos de la Normal también, y estar más cercano”.
Decidió así, dejar de hablar desde la comodidad de un escritorio “dando opiniones sobre Ayotzinapa o contra el Estado, y acompañar tanto a los jóvenes como a los padres de los 43 normalistas desaparecidos en las marchas.
En este momento, comentó vía telefónica desde Guerrero, “soy como de la familia y ahora siento cuando veo las fotos de los 43 desaparecidos, siento que son como amigos míos que no veo desde hace mucho tiempo y que estamos esperando en la casa”.
Las familias de los jóvenes le han abierto las puertas de sus hogares para compartir “lo poco que tienen”. La mayoría de ellas son de campesinos y albañiles. “Es como mi familia adoptiva acá”.
Contra el olvido; otro día más de Acción Global por Ayotzinapa
En el contexto de otra convocatoria más por la movilización a favor de la memoria y contra el olvido de este crimen, a nivel global, Tryno Maldonado quiso aclarar, es mentira que la Normal Rural Raúl Isidro Burgos reiniciará clases y por el contrario señaló, desde que sucedieron los hechos, los pasados 26 y 27 de septiembre, la comunidad escolar toda se expresa en solidaridad con los padres de los 43 desaparecidos, y permanecerá en paro “hasta que no aparezcan con vida sus compañeros”.
El revire del Estado, al criminalizar al director y al alumno apodado El Cochiloco, expresado por Murillo Karam en su más reciente conferencia de prensa sobre el tema, señala, no tuvieron efecto alguno al interior de la comunidad escolar.
“Aquí la gente no lo cree”. Esa versión ha sido comprada por quienes no conocen el funcionamiento interno de la normal Raúl Isidro Burgos, precisa, donde los directores tienen poca injerencia en las decisiones que en asamblea toman los alumnos.
En este sentido el escritor, expuso, la inexistencia de sustento científico de la explicación oficial. “La forma legal de presentar algún difunto es entregando los restos, el cuerpo, y hasta ahora no existe ninguna evidencia de que haya sido así”.
De una entrevista con doña Isabel, madre de Bernardo Flores Alcaraz, El Cochiloco, a quien la PGR acusó de ser líder de Los Rojos al interior de la Normal, dijo, “ella está tranquila porque sabe que esa versión es para denostar o confrontar al movimiento”.
Maldonado reiteró su testimonio de que al interior de la escuela de Ayotzinapa, “tienen muy claras las cosas, por eso no van a bajar los brazos y van a seguir con la lucha. Incluso eso los alienta más, ver que el Estado que fue el culpable directo involucrado con el narco en la desaparición de los muchachos y la muerte de algunos otros, encima viene todavía a querer desprestigiar a los desaparecidos”.
El escritor espera permanecer con los normalistas todo el mes de febrero y quizás parte de marzo. Su objetivo también es, escribir un texto de largo aliento, un memorial de los muchachos y sus padres.
Agregó sustentado en su experiencia, “a veces es mucho más sencillo de lo que parece pasar del activismo de Twitter y de Facebook a un activismo más involucrado. Y por ejemplo, conocer a estas personas, sus necesidades, preguntarles qué necesitan, cómo puede uno ayudarlos, unirse a la lucha, es cuestión de voluntad”.
El caso de Ayotzinapa, dijo, se volverá un paradigma de la justicia a nivel nacional. Un hecho histórico que será un parteaguas, “porque si como mexicanos y mexicanas permitimos que el Estado perpetre una atrocidad como la que hizo con los 43 alumnos”.
Si el hecho queda impune, advierte, ya puede imaginarse, “que otras tropelías vamos a permitir como sociedad (…) me parece mucho más importante que no dejemos que se invisibilice y que pase sin que haya justicia y sin que se sepa la verdad, ¿por qué si no, qué país les vamos a dejar a nuestros a nuestras generaciones que vienen?”.
Así al memorial necesario de estos hechos que evite se repitan otras vez, el escritor agregó a las tareas fundamentales tanto para los normalistas y sus familiares como para la sociedad mexicana, el esclarecimiento del crimen de Estado y el logro de la justicia para las víctimas.
