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domingo, 19 mayo, 2024
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184 años y empeñada

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Por: ISRAEL GUERRERO DE LA ROSA • admin-zenda • Admin •

Palíndromo

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A escasos días de cumplir 184 años de vida nuevamente la Máxima Casa de Estudios se enfrenta a una crisis financiera. La retención por parte de la SHCP de 183 millones de las participaciones federales a la Universidad, por la falta de pago a diversas obligaciones fiscales del año 2015 y 2016, sólo adelantó una crisis que ya se había adelantado.

Lamentablemente, el lastre financiero de la UAZ es un problema cíclico y recurrente. Basta recordar que en 2005 entregó parte de sus inmuebles al ISSSTE para pagar para del adeudo de 652 millones de pesos que tenía con esa institución, el resto de los más de 650 millones pagaderos a 15 años, adeudo que venía arrastrando desde 1991.

Para 2013 la UAZ se encontraba nuevamente ante un adeudo de cerca de 700 millones de pesos. Ya en el pasado mayo de este año, se firmaba otra vez un acuerdo “histórico” para finiquitar un pasivo de poco más de 600 millones de pesos. Calificado por muchos como un logro extraordinario, otros más lo señalaron como una negociación que asfixiaría a la máxima casa de estudios.

Poco más de 20 días de asumir la rectoría de la máxima casa de estudios, el Rector Antonio Guzmán informaba que la deuda de la institución superaba los un mil 900 millones de pesos, entre adeudo al ISSSTE, impuestos, pago de prestaciones y adeudo de proveedores. Deuda que es superior al presupuesto de la UAZ en el 2016.

Los 70 millones de pesos que liberará este próximo lunes Hacienda a la Universidad, es un atenuante que ayuda a cubrir el pago de docentes y trabajadores, pero que en nada resuelve el problema de fondo.

La UAZ como lo hemos señalado en diferentes espacios es un microcosmos de la sociedad zacatecana, y en ese tenor, la importancia que la Universidad reviste para la vida económica, social, cultural y política de la entidad es conocida y reconocida no sólo por los universitarios, sino por la sociedad en general, sean o no universitarios.

Y es que además de hablar de logros académicos, la Universidad contribuye a mantener una cohesión social tan necesaria en la entidad, por lo que su futuro y su viabilidad tienen repercusiones generales. Y eso lo podemos ver con el acompañamiento que ha realizado el gobernador Alejandro Tello Cristerna para la parcial liberación de recursos,  pero también con las gestiones que en su momento realizaron Amalia García y Miguel Alonso.

No obstante, también es claro que debemos repensar a la UAZ. Sin dejar de lado la imperante necesidad de responsabilizar a quienes han errado su conducción, es necesario hacer a un lado el constante señalamiento de que la solución a la UAZ está en el centro, de que el gobierno debe aumentar el presupuesto, de que se debe brindar más apoyo económico por parte de los gobiernos.

La realidad es que eso no va a pasar, y sin afán de ser pesimista eso no sucederá, simplemente porque la realidad es otra. Primero, el deterioro económico que afecta al país y a Zacatecas y sus consecuentes recortes son un antecedente que augura que por ahí no viene. Basta ver el recorte que se avecina para educación.

Dos, la manera en la que en los últimos 12 años se ha venido lastimando a las universidad públicas por parte del Gobierno Federal es un mensaje claro de la política respecto a la visión que se tiene de estos instituciones educación superior y no hay visto de que este enfoque pueda cambiar. Por ahí no viene la solución.

Tercero, el incremento del subsidio estatal será complicado en función del tamaño de boquete financiero que enfrenta la UAZ, el recurso público estatal tampoco es la solución.

Podrá generarse un aumento en las participaciones, un aumento en el presupuesto, sin embargo, siendo realistas, serán paliativos. Port ahí no viene la solución.

Podrá generarse un nuevo rescate histórico que durará dos años y volverá el endeudamiento. Por ahí no viene la solución. Tampoco vendrá en el incremento de las cuotas universitarias, que no estaría mal una revisión al esquema.

En ese sentido, pareciera que gran parte de la solución al problema universitario no está en los recursos públicos, que no llegarán. La solución está afuera, en que la Universidad haga de manera conjunta todo lo anterior y más, entre eso la tan traída y llevada “reestructuración” financiera, pero también el camino deberá explorarse en mejorar su vinculación hacia afuera, en su capacidad de adaptarse para generarse el respaldo económico y financiero de un mercado que no la ve bien o que le ha regateado su apoyo.

Si infinidad de ocasiones se ha señalado la desasociación entre los entes públicos y la UAZ, es claro también que lo existe entre la UAZ y el entorno económico. Podrá parecer una injuria para los dogmáticos, pero será necesario que la UAZ reflexione sobre el papel que le permita vincularse al exterior en aras de ser tan sólo un poco sustentable.

Nos leemos en la siguiente entrega en Palíndromo, de izquierda a derecha y viceversa. ■

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