La historia que se escribe con sangre, nunca se olvida
“…Morir es nada cuando por la Patria se muere…”
José María Morelos y Pavón
México no debe darse el lujo de olvidar los agravios que se vierten contra su pueblo, porque precisamente el olvido, puede generar la aparición de nuevos capítulos sangrientos en la historia de nuestro país. Ayotzinapa es el reflejo fiel de la tentativa de olvido que se insiste como mosca en el cristal, motivado por las elecciones intermedias que se desarrollarán en este 2015. A la clase que detenta el poder, le estorba el tema de los desaparecidos, por ello, un buen número de activistas han emprendido la lucha por el esclarecimiento de los hechos y ahora, por el NO olvido a los vergonzosos acontecimientos. Actualmente, vemos en algunos medios de comunicación, cuerpos desnudos cuya piel es el lienzo sobre el que se escriben las consignas de ESTADO ASESINO, 4 MESES DE IMPUNIDAD, FUE EL EJÉRCITO, SEGUIMOS LUCHANDO 43, etc., sin embargo, creo impostergable la creación de una instancia ciudadana que levante la voz permanentemente ante los embates gubernamentales que promueven el olvido de los hechos de sangre que, históricamente, han afectado la conciencia de los mexicanos.
Propongo que dicha instancia utilice los medios que han abierto de manera altruista sus canales y espacios, para convocar certámenes de poesía, pintura, ópera, teatro, música, cine, fotografía, conciertos, ciclos de conferencias, literatura y todas las artes que me faltaron, con la finalidad de incentivar entre los jóvenes, la participación informada, reflexiva y coherente, con los orígenes y consecuencias de la mala actuación de los órganos estatales y la violación flagrante a los derechos humanos fundamentales.
Existen muchos artistas, ciudadanos, estudiantes y organizaciones que han expuesto su rechazo y protesta por los acontecimientos violentos, por lo que puede existir una afluencia importante de personalidades que establezcan a nivel nacional, un amplio circuito de manifestaciones permanentes en todos los estados de la República, en el que se promueva la persistencia de la memoria y la actuación de un frente común de información y oposición, ante posibles eventos futuros, ya que se ha visto, que las afectaciones no cesan y que los delincuentes pululan, ya que ahora, hasta los presidentes municipales encabezan comandos de secuestro y tortura como el ex edil Enoc Díaz Pérez del municipio de Pueblo Nuevo, Solistahuacán en Chiapas, que al estilo Mario Almada se baja de la camioneta, y dirige los actos delictivos apoyado por un comando armado de 30 civiles contra tres indefensos empresarios que ahora se esconden temerosos. Así las cosas, los actos contrarios a derecho, seguirán afectándonos ante la ausencia de estrategias bien orientadas a lograr por fin, la paz y la seguridad en todo el territorio mexicano.
Es importante señalar que debemos como ciudadanía, pasar al siguiente nivel de la manifestación de inconformidades, que debemos transitar del bloqueo de calles a la generación de acciones masivas que impacten profundamente al sentir del colectivo social y lo hagan reflexionar, no que como ahora, lo hagan rabiar ante la toma de calles y avenidas en las horas pico, eso es hacernos daño a nosotros mismos. Finalmente creo necesario que no dejemos solos a los padres de los desaparecidos, tal vez, ellos advierten esta condición pues periódicamente claman esa solicitud; ya incluso, han visitado en Ginebra, Suiza, al Comité de Desaparición Forzada de la ONU para demandar lo que en México no han encontrado. Por mi parte, adquiero el compromiso unilateral de no olvidar, por el contrario, desde esta trinchera insistiremos en el apoyo a los padres de los normalistas y promoveremos la creación de instancias que incrementen la participación ciudadana de una manera más contundente y eficaz, que aglutinen a los intelectuales, a los líderes verdaderos, a los jóvenes, a las organizaciones, a las mujeres y hombres que trabajan sin tregua por un mejor provenir, sólo así, podremos edificar un mejor país y evitaremos en lo posible, la impunidad de la barbarie traducida en hechos de sangre que afectan a nuestros hijos, que lastiman a generaciones enteras y que, ante la ineptitud de las autoridades, se quiera dar el cambio de hoja en el libro de los eventos más lamentables de nuestro país. Estoy totalmente convencido de que la historia que se escribe con sangre, nunca se olvida ¿y usted? ■
*Representante de Zacatecas ante el
Consejo Consultivo Nacional para el Desarrollo Sustentable
