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sábado, 18 mayo, 2024
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Rafael Flores Mendoza: La defensa de los derechos y la cultura del esfuerzo

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Por: AQUILES GONZÁLEZ NAVARRO • Admin • admin-zenda •

Mi solidaridad  con el periodista de La Jornada, Alfredo Valadez. La cobarde agresión no empaña los ideales ni doblega a los grandes temperamentos.

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Con la seguridad que proporciona la abundancia de recursos económicos para invertir en una campaña electoral, con las vías de la oportunidad política abiertas en los acuerdos del más alto nivel, con la certeza de que el parentesco por afinidad y las óptimas relaciones con el hombre del poder en el estado invariablemente abren las puertas de las estructuras burocráticas en los municipios y con la convicción de ser el hombre con mayor experiencia política entre los aspirantes a la gubernatura, Pedro de León olvidó la primera lección de Don Jesús Reyes Heroles: En política la forma es fondo, dijo el Maestro alguna vez.

Así, Pedro, el viejo lobo de la política, no atendió al llamado que hiciera el Partido de la Revolución Democrática para participar en la elección interna que concluyó el 14 de febrero pasado, lo que sí hizo el otro aspirante Rafael Flores Mendoza, con la intuición que la abogacía proporciona y cuyo resultado a favor ya no pudo invalidarse a pesar de los esfuerzos que para ello hicieron los dirigentes nacionales y estatales del partido.

“Que resuelva el partido”, no los tribunales electorales, invocaba tardíamente José Narro, cuando el Tribunal Electoral del Estado validó la asamblea donde resultó electo Flores Mendoza. “Que resuelva el partido” decía Narro, consciente de que, como en los mejores tiempos del absolutismo, el partido era él, Camerino y Ortiz Méndez, apoyados por el Comité Nacional y en la esperanza de que Flores Mendoza cayera en la trampa y negociara un acuerdo en tales términos.

Pero no sólo se olvidaron las formas, también se soslayó una regla básica de subsistencia del Sistema de Partidos: la protección a los derechos de los militantes. Si el militante lo exige ante los órganos de jurisdicción electoral, está a casi un 100% de que se le conceda si le asiste la razón. El Sistema de Partidos no puede auto-demeritarse o arriesgarse, a menos que los intereses sean de tal magnitud que lleguen a los niveles de “razones” de Estado, que no era este el caso y que sí lo fue en la contienda por la Presidencia de la República entre López Obrador y Felipe Calderón.

Es de reconocer el enorme esfuerzo, dedicación, anhelo y espíritu de lucha mostrados por Rafael Flores Mendoza: sin la posibilidad de competir en igualdad de circunstancias en tratándose de recursos económicos, teniendo en contra los acuerdos del más alto nivel y que explican la actitud de la dirigencia nacional y de la estatal del PRD  operando en favor de Pedro De León, a pesar de su presencia súbita en el partido y de su origen inmediato desde el  PRI y de su enorme trabajo en favor de ese partido en los últimos años.

Prácticamente Rafael Flores Mendoza se convierte así en el único candidato que logra esa ubicación de competencia electoral, a partir de la cultura del esfuerzo  y al parecer, contra todo,  inclusive en el momento de su registro ante el Instituto Electoral del estado, cuando su presentación como candidato del PRD a la gubernatura fue hecha por una representante de la Dirigencia Nacional, en ausencia del Presidente del Comité estatal, Arturo Ortiz Méndez.

Ortiz Méndez criticó fuerte a la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder judicial de la Federación. Comentarios tan fuertes externó que hubo quien en redes le sugirió no publicar ese tipo de declaraciones, fundamentalmente en su carácter de Presidente del PRD en el Estado. “Deberías ser el árbitro de esta contienda”, se le dijo y la respuesta no esperó: “Yo no fui electo para ser árbitro, tampoco lacayo del virrey, mucho menos sujeto de los delincuentes  de RF”. La actitud y comentarios de Ortiz Méndez corresponden a la medida del nivel de los compromisos adquirido e intereses perdidos.

La determinación de Flores Mendoza para defender su derecho ante los tribunales de jurisdicción electoral, ha sido básicamente lo que influyó en mi decisión de apoyar al ahora candidato de la coalición PRD-PAN. Hace semanas en esta columna yo afirmaba que todos los precandidatos declinarían en virtud de los acuerdos de alto nivel que estimularon a Pedro de León a dejar al PRI para buscar la candidatura del PRD-PAN.

Hoy que Rafael es candidato, todos los cercanos a él están obligados a poner su mejor empeño en apoyarlo. Me pregunto si Enrique Flores Mendoza, hermano de Rafael y candidato a la Presidencia de Guadalupe Por el Partido Revolucionario Institucional, declinará o continuará, en el entendido que de seguir combatirá a su hermano. Esperamos que decline y se integre a esta lucha. Ya vendrán tiempos mejores para él. Además ¿Quién no nos asegura que esta candidatura municipal no sea una perversidad sembrada?

2 III 16. ■

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