20.8 C
Zacatecas
viernes, 10 mayo, 2024
spot_img

Cultura de la Legalidad y Decadencia Social

Más Leídas

- Publicidad -

Por: ÁLVARO GARCÍA HERNÁNDEZ • admin-zenda • Admin •

Acudo a la comunidad de Perales en el municipio de Genaro Codina a invitación de la Secretaría de Seguridad Pública con el propósito de platicar con los jóvenes de secundaria, del Colegio de Bachilleres y con los padres de familia de aquél lugar. En el trayecto voy pensando en el tema que daré a esta entrega semanal que con gusto elaboro cada semana; por un lado, me gustaría dirigirme a la diputada Iris Aguirre Borrego donde a través de una misiva le manifieste mi sentir y repudio por las declaraciones que ya todos conocemos y por las cuales, no acepto sus disculpas medianamente actuadas, mejor me espero a que el partido Encuentro Social haga uso de las facultades que le otorgan sus estatutos y demuestre a la ciudadanía que tiene coherencia y compromiso con la sociedad zacatecana. De pronto, escucho la radio y los noticieros mañaneros de oposición y domesticados, se han puesto por fin de acuerdo y, sorprendentemente todos llaman al ex gobernador Miguel Alonso para preguntarle sobre su nueva encomienda que ha recibido por parte del Presidente de la República como director general del Fondo Nacional de Fomento al Turismo; Alonso Reyes ha sido pues, premiado por su atinada gestión al frente del Gobierno del Estado, entonces entro en conflicto interno ya que hasta antes de ayer, los medios habían señalado actos de corrupción e incluso, afirmaban que debido a la magnitud de tales agravios al erario público, ya no habría posibilidad de que el ex mandatario zacatecano ocupara ningún cargo en la Administración Pública Federal, de ahí y, después de mi conflicto existencial, llego a Perales y los jóvenes me esperan para hablarles de la cultura de la legalidad. Ya frente a los chicos de secundaria, olvido por un segundo lo decadente que es nuestro sistema político y jurídico y comienzo a hablarles de lo que el derecho establece y sobre la necesidad de ver a la ley como el único medio para encontrar la paz social, el desarrollo y la armonía. Llega el turno con los alumnos del nivel medio superior, platicamos sobre los derechos humanos y lo importante que es evitar caer en situaciones de violencia, desde cada espacio educativo o desde nuestra vida cotidiana; retomamos el caso lamentable del niño Cristopher Raymundo Márquez Alvarado de 6 años quien fue víctima de sus hermanos y primos y que, jugando, le sacaron los ojos, cortaron sus labios, lo estrangularon y apuñalaron 23 veces; reflexionamos en que debemos contribuir desde nuestra comunidad a la construcción de una nueva sociedad, con más equilibrio, con más justicia y equidad, hablamos de los valores que hemos perdido y de lo grande que es nuestro México a pesar de su clase política. Después del almuerzo, toca el turno de platicar con los padres de familia que integran a la citada comunidad, tienen sus hijos en preescolar, primaria, secundaria y Cobaez; les hablo de la necesidad de formar a sus hijos en la cultura de la legalidad, platicamos en la clase de sociedad que queremos formar para nuestros hijos y de la importancia que representa formar jóvenes responsables, estudiosos y respetuosos de los mandatos legales; un padre de familia nos habla sobre el derecho ajeno y la satisfacción que como padres debe darnos cuando hablen bien de nuestros hijos y no por el número de veces en que se involucran en conflictos. Termina la exposición y varios padres de familia me piden que regrese, que no dejemos el conocimiento de los derechos humanos y de las leyes solo en una plática, me dicen que están interesados en que sus hijos e hijas sean integrantes positivos de la sociedad y que debemos insistir más, en la formación de valores entre los muchachos. Termino mi participación con satisfacción, sin embargo, no puedo evitar sentir desánimo ante el escenario que tenemos frente a nosotros como sociedad, con una clase política alejada de los intereses que nos son comunes, con diputados y diputadas que se han considerado cercanos a la divinidad y que vomitan en la cara del pueblo como si ellos vivieran en una isla distintita en otro universo o como si pertenecieran a una clase sublime designada por los dioses. En este contexto, creo firmemente que los cargos son para servir a la gente y, aunque nuevas encomiendas quieran acallar las voces que hacen evidente lo antijurídico de sus gestiones, en nuestros corazones, entre los mercados, pasillos, cafés y demás espacios en donde la reflexión intelectual se haga presente, nos debe quedar claro que si no tomamos la cultura de la legalidad, estaremos condenados a la decadencia social en perjuicio de todos, pueblo presente y ciudadanos futuros.■

- Publicidad -

 

*Integrante del Consejo Mundial para la

Defensa de los Derechos Humanos

[email protected]

- Publicidad -

Noticias Recomendadas

Últimas Noticias

- Publicidad -
- Publicidad -