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viernes, 3 mayo, 2024
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Ni inmovilismo, ni decadencia, ni autoritarismo pero tampoco populismo

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Por: Marco Vinicio Flores Guerrero • admin-zenda • Admin •

El desafío de esta generación radica en cómo establecer instituciones eficaces de gobernanza basadas en el interés común.

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En el mundo, los sistemas democráticos han mostrado insuficiencias, la mayoría de los académicos están de acuerdo en que los problemas de democracia,  se resuelven con más democracia, además para que esta sea sostenible es importante establecer instituciones competentes, capaces de abarcar tanto perspectiva de largo plazo como perseguir el bien común.

Sin embargo, lo ocurrido la semana pasada con el “BREXIT”, demuestra que el populismo (temor conservador, ignorancia, xenofobia, cualquier cosa que pudiera ser) puede llevarnos a escenarios inesperados, y desencadenar una grave crisis económica, política y social en el mundo entero.

El referendo,  es una herramienta que permite resolver en parte el problema del déficit democrático, pero también es un riesgo que se debe asumir, porque la degradación del poder ha creado un terreno fértil para los demagogos que explotan los sentimientos de desilusión, prometen cambio y se aprovechan del desconcertante ruido, de la confusión provocada por los constantes cambios que ocurren en la sociedad y que el Estado  ha sido incapaz de responder con efectividad.

Lo del viernes pasado, no sólo es la salida de Gran Bretaña y la crisis que desencadenó, deja muy claro que el proyecto de integración Europea está atascado, enfrenta un impase existencial, ahora el reto es mostrar vigencia y el problema no es exclusivo de la Unión Europea, la democracia en el mundo está perdiendo efectividad, hay democracia pero no hay gobernanza, no hay conducción adecuada de la sociedad.

La democracia no es el único sistema a través del cual se puede conducir a una sociedad a mejores niveles de bienestar, la República Popular China, Singapur y los países de Oriente, tienen gobiernos socialistas con economía de mercado.

Ellos han dado impresionantes resultados de crecimiento sostenido y han mejorado significativamente el bienestar de su población, cuentan  con una cultura social basada en el mérito, que limita el amiguismo y la improvisación, y por el contrario, provoca que los hombres con mejores méritos y más capaces sean los que gobiernen; sin embargo, también tienen desequilibrios, lamentablemente sus ciudadanos están sometidos a un modelo de desarrollo autoritario, la exigencia del imperio de la Ley frente a expropiaciones de tierras arbitrarias injustamente indemnizadas por parte de la población rural ha desencadenado una rebelión abierta en toda China, aunado a ello existen daños colaterales sociales y medioambientales provocado por el desarrollo a ritmo acelerado.

Considero que ha llegado el momento de reexaminar la democracia tal y como la conocemos, no sólo por el éxito continuado en lugares como Singapur o China, los países de Oriente han dado muestra de que se adaptan a los cambios con gran rapidez, cuentan con sistemas educativos eficaces, la población ha mejorado su calidad de vida, que son la fábrica del mundo y tienen dinero para prestar a la nación más poderosa. Aun con ello, su sistema autoritario que limita libertades y atropella derechos, no pueden ser el ejemplo a seguir.

Ahora, debemos explorar para encontrar un modelo que funcione, que ofrezca resultados y no limite la democracia; es importante recalibrar las coordenadas del sistema político, para establecer una buena gobernanza, una “Gobernanza Inteligente”; lo que se podría plantear es una combinación equilibrada de democracia y meritocracia, de libertad y de autoridad, de individuo y comunidad, un modelo que delegue el poder y que implique a los ciudadanos en las cuestiones que nos afectan con el fin de reconciliar la democracia informada con la meritocracia responsable.

En la actualidad, en este mundo cambiante, la política se han caracterizado por el inmovilismo (actitud de rechazo a las innovaciones que afectan lo ya establecido), la decadencia (aunque el poder que ejerce el Estado va perdiendo fuerza, se debilita y se degrada, optan por dejar que las cosas ocurran, ¿esperarán hasta que se desintegre?), autoritarismo (hay quien piensa que es la mejor manera de salir de la crisis), el populismo (es riesgoso cuando no hay ciudadanos y líderes irresponsables).

¿Será posible crear el modelo político más sano y la forma de gobernanza inteligente para el surgimiento una nueva vía intermedia?

No podemos permitir inmovilismo, ni decadencia, ni autoritarismo y menos apostarle al populismo, al mundo le urgen políticos innovadores y ciudadanos responsables, con educación de calidad, con iniciativa para adaptarse rápido a las realidades cambiantes del mundo moderno. Las prioridades de todo gobierno deben ser, educación e innovación en todo, mejorar las capacidades de la gente y las capacidades institucionales del gobierno. ■

 

*Presidente de Educar e Innovar para Progresar A.C.

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