■ Según el Banco Estatal de Datos sobre Violencia contra las Mujeres (Banevim), en 2015 se registraron 3 feminicidios; en 2016, 14 casos, lo que representó un aumento de 366%
■ En 2017 la cifra se sostuvo en 14 y en 2018 aumentó a 24 casos (una variación de 71.4% )
■ El SESNSP señala que los delitos feminicidios a nivel nacional tuvieron un crecimiento del 9.5% de 2018 a 2019; pasó de 891 a 976 casos
■ De 2015 a 2018, la cifra de mujeres asesinadas en el país aumentó 57%, mientras los códigos penales de varios estados eran modificados aumentar los castigos: Arturo Ángel
■ No importa qué medidas se tomen hasta que se reestructuren la educación y la cultura, que de cierta forma permiten a los hombres hacer lo que quieran con las mujeres: Laura Lecuona
El descontento social y los casos más recientes de feminicidio dieron pie a que la Cámara de Diputados aprobara este martes un dictamen que propone aumentar las penas mínima y máxima para el delito mencionado (de 45 a 60 años de prisión), esto reformando los artículos 25, 261 y 325 del Código Penal Federal.
Aunque el aumento al castigo puede parecer una victoria, la experiencia demuestra lo contrario. En Zacatecas, donde a pesar de que la pena máxima por feminicidios se duplicó en 2016, se vio un alza en estos delitos; según el portal Banco Estatal de Datos sobre Violencia contra las Mujeres (Banevim), en 2015 se registraron 3 casos de feminicidio, mientras que en 2016 “cuando la sentencia aumentó” se registraron 14 feminicidios más, lo que representó un aumento de 366 por ciento.
Lo mismo sucedió del 2017 al año siguiente en el estado de Zacatecas, pues la cifra de feminicidios se sostuvo en 14, pero para 2018 aumentó a 24 casos, representando una variación de 71.4 por ciento. El año 2018 fue el periodo en que más feminicidios fueron perpetrados en el estado de Zacatecas.
Según el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), los feminicidios a nivel nacional tuvieron un crecimiento del 9.5 por ciento de 2018 a 2019; registrándose en 2018 un total de 891, en contraste con los 976 registrados en 2019, esto significa un aumento de 85 asesinatos a causa de odio contra la mujer en un año.
Como lo menciona Arturo Ángel para Animal Político, contrario a lo que se podría creer, aumentar las penas no tiene una repercusión directa sobre la cantidad de delitos que se cometen, esto se ve reflejado en los estados donde se han implementado mayores condenas a feminicidas, pero a la vez son las entidades con mayor cantidad de casos de esta índole.
Para ilustrar esto, en las cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) que rescata Ángel, se señala que, de 2015 a 2018, la cifra de mujeres asesinadas a nivel nacional incrementó 57 por ciento, esto al mismo tiempo que los códigos penales de distintos estados eran modificados para agravar las penas de feminicidio.
Las aseveraciones de aumentar las penas, entonces, no son útiles para reducir los asesinatos, de hecho, Laura Lecuona, experta en feminismo radical, argumenta que no importa qué medidas se tomen hasta que se reestructuren la educación y la cultura, que de cierta forma le dan permiso a los hombres de hacer lo que quieran con las mujeres, pues su función es servirlos, y al desobedecer pueden recibir un castigo, que puede ir de algo tan simple como una ofensa verbal a algo tan grave como el feminicidio.
Las penas más duras se pueden considerar, entonces, como una muestra simbólica de que las autoridades “están trabajando”, pero al final del día no se reflejan los resultados que la “justicia” espera.
