■ Actos fueron cometidos por el director de PC y autoridades de Godezac, dicen
■ Entregan escrito a la Sedena; lo revisará comandante de la 11 Zona Militar
Roberto de la Rosa, delegado municipal de Salaverna, acudió a la 11 Zona Militar en Guadalupe, acompañado de organizaciones sociales, para denunciar ante la Secretaría de la Defensa Nacional, el acto de desacato y falta de respeto a los símbolos patrios.
Estos, señala, fueron cometidos por José Antonio Caldera Alaniz, director de Protección Civil del estado, Fabiola Gilda Torres Rodríguez, secretaria general de Gobierno y el gobernador Alejandro Tello Cristerna.
Lo anterior ya que el pasado 23 de diciembre, en el operativo de desalojo y demolición realizado en contra de los habitantes de Salaverna, se demolieron dos edificios escolares, uno antiguo y otro nuevo, y no se tuvo la precaución de rescatar el lábaro patrio.
Los habitantes entregaron un documento por escrito, en el que exponen la situación que pasaron, cuando se demolieron algunas viviendas y edificios, por órdenes del Gobierno estatal. Además, se demolieron los dos edificios escolares sin que se tuviera el cuidado de rescatar la biblioteca, el archivo histórico de la comunidad, ni la bandera. Ésta, fue rescatada de los escombros rota y desgarrada.
En el oficio señalan que se violó flagrantemente el artículo 14 constitucional, que establece que nadie podrá ser privado de la libertad o de sus propiedades, posesiones o desechos, sino mediante juicio seguido ante los tribunales previamente.
Dicho documento fue entregado a José Martínez Rocha y Alma Cristina Ortiz Rodríguez, jefe del Estado Mayor Presidencial y asesora jurídica, respectivamente, quienes expusieron que se entregará al comandante de la zona militar.
Los habitantes de Salaverna piden también que se ponga atención al uso de explosivos por parte de la empresa minera, pues estos son detonados para provocar daños en la infraestructura de sus vivienda, y utilizados para intimidar a los habitantes.
Además de que se han mantenido tres patrullas, desde el pasado 11 de enero, en la entrada de la localidad, justo al exterior de los escombros de la vivienda de una familia. Y esto genera miedo a los habitantes, pues temen una nueva intervención en la que se utilice la fuerza pública.
La marcha, en la que participaron cerca de 15 personas, comenzó en el edificio del ayuntamiento de Guadalupe. En donde estuvieron unos minutos. De ahí, se trasladaron caminando hacia la zona militar, donde ya los esperaban cerca de tres patrullas de la Policía Metropolitana.
