■ Es impensable que quien venda comida en la calle tenga una computadora al lado, señala
A pocos días de implementarse la Reforma Fiscal, el reto de las Pequeñas y Medianas Empresas (Pymes), así como del resto de los contribuyentes, será el transformar la cultura de registro de sus actividades económicas y productivas, afirmó el contador público Carlos Alberto Gallegos Murillo.
Al respecto, dijo que una de las principales inquietudes sobre la nueva normatividad es el que se refiere a los Comprobantes Fiscales Digitales (CFDI) o facturas electrónicas, puesto que muchas de las Pymes tributaban en el Régimen de Pequeños Contribuyentes, es decir, estaban acostumbrados a realizar sus pagos en la Secretaría de Finanzas de manera bimestral.
“No tenían la cultura de hacer una separación o análisis administrativo de las actividades que se llevaban a cabo en sus pequeñas empresas. Por ejemplo, están las cotidianas misceláneas o tienditas cuyos dueños están asustados porque se les ha dicho que están obligados a emitir comprobantes digitales por Internet”, explicó.
Sin embargo, precisó que en este momento la reforma es inoperable y por tal motivo la Secretaría de Hacienda ha emitido ciertas facilidades a través de la Resolución Miscelánea, mediante las cuales los pequeños empresarios accederían a beneficios como no pagar durante un año el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS).
Gallegos Murillo explicó que al implementarse la reforma, las empresas que integraban el Régimen de Pequeños Contribuyentes, automáticamente han transitado hacia el nuevo Régimen de Incorporación Fiscal y por lo tanto ahora están obligados a emitir comprobantes fiscales digitales que incluyan diversos datos como lugar y fecha de emisión, RFC y monto de los actos y actividades.
Entonces, los pequeños contribuyentes deberán cumplir con todos esos requisitos que determinó el Régimen de Incorporación Fiscal, a fin que tengan acceso a los beneficios fiscales que se ofrecen para este año.
“Por eso es importante que estos pequeños empresarios empiecen a tener esa cultura de llevar un registro de sus actividades, para que a su vez puedan cumplir en tiempo y forma y no queden fuera de los beneficios que se están dando”, agregó el especialista en Impuestos.
Asimismo, señaló que la inoperatividad de la reforma se refleja en varios aspectos, por ejemplo, en el hecho que una persona que venda comida en la calle, tenga a un costado una computadora para emitir CFDI, lo cual es impensable.
En esos casos, Gallegos Murillo dijo que una opción es que esos contribuyentes incorporados al nuevo régimen fiscal puedan acumulen notas de venta y realicen una nueva factura en el portal del SAT en periodos determinados.
En el caso de las tiendas misceláneas, los responsables deberán separar los productos que llevan gravados el Impuesto al Valor Agregado, el cual es un procedimiento que no existía en la cultura de los pequeños contribuyentes.
Comentó además que el Régimen de Incorporación Fiscal se aplica sólo durante 2014, y si alguna persona física ya ha sido dada de alta pero en este momento no tiene ninguna actividad, posteriormente perdería el beneficio de la condonación de impuestos, motivo por el cual se sugiere que revisen su situación.
Por otra parte, hay otro problema que trae consigo la Reforma Fiscal que tiene que ver, indicó Gallegos Murillo, con la posibilidad de la población de emitir facturas electrónicas a través de Internet, porque hay un amplio sector de la sociedad, tanto en el ámbito rural como urbano, que no cuenta con esa herramienta para cumplir con esas disposiciones.
