■ El gasto social para 2019 recibirá una fuerte suma
■ Apoyo al sector energético empezará desde el primer año
“El gasto social para el 2019 recibirá una fuerte suma; lo cual va ligado a la propuesta de campaña de actual gobierno: ‘Por el bien de todos, primero los pobres”, destacó Roberto Soto Esquivel, docente investigador en la Unidad Académica en Estudios del Desarrollo de la Universidad Autónoma de Zacatecas.
El académico no dejó de lado la serie de críticas detonadas en el Congreso de la Unión a minutos de la presentación del primer paquete económico del gobierno (Proyecto de presupuesto de egresos) de Andrés Manuel López Obrador, “muchas de ellas muy fuertes”.
Pero observó, “si solo nos centramos en algunos rubros” podríamos decir en la lógica de priorizar a la población más pobre, “que se contempla la realización de obras en lugares y regiones donde la actividad económica es nula o simplemente no existe”.
Se refiere a los estados de Chiapas, Oaxaca y Guerrero; al sur del país “que ha sido la parte de México más olvidada y abandonada desde hace 36 años”.
A la par destacó la búsqueda en esta propuesta de presupuesto de reactivar la economía en el norte del país vía incentivos como son la disminución impositiva y el precio de la gasolina.
Por otro lado se pretende mediante estímulos fiscales propiciar la inversión público-privada, “pero entendiendo que habrá prioridad estatal”, dijo.
Otro elemento nodal de la política económica que se plantea desde este primer Presupuesto de Egresos es el apoyo al sector energético “que comenzará desde el primer año, pero con resultados a largo plazo (disminución de precios de la gasolina) lo que tendrá efectos multiplicadores en el conjunto del país”, dijo Soto Esquivel.
También la educación básica tendrá un incremento presupuestario, mínimo con respecto al ejercicio fiscal 2018. Y tanto los adultos mayores, como los jóvenes que no estudian ni trabajan en este momento, recibirán respaldo mediante pensiones y becas (en especial aquellos que habitan las regiones más pobres del país, nuevamente el sur).
Pero también se expresan contrastes, dijo el docente, “si observamos solo los números, habrá disminución en diversos sectores. En el sector salud (aunque el día que se presentó el presupuesto, el gobierno aseguró que habría estabilidad laboral para los médicos y enfermeras y en campaña se comprometió a terminar los hospitales en obra negra y de dotarlos de equipo) hay una disminución mínima.
No obstante surge alrededor de todo esto una pregunta obligada: “¿se requieren más recursos o con lo que se proyecta es suficiente?”. La respuesta surge de la alta expectativa sobre el tema del combate a la corrupción.
“Es cierto que durante 36 años ha sido un lastre muy importante que ha frenado la economía”, pues observó que “la OCDE ha calculado que los sobornos cuestan al país 2.3 billones de pesos, “casi el triple de lo que el Gobierno federal gasta en pensiones cada año”.
Para Soto Esquivel la última palabra la tendrá el Congreso de la Unión. “Falta poco para saber cuál será presupuesto aprobado, serán otras las críticas, y desde luego se deberá ser observador de lo ejercido; lo que sí debemos considerar es que la población estará al pendiente de cómo se distribuye y se gasta su dinero”.
Esta semana, dijo, inició con el anunció del aumento del salario mínimo; “aunque los comentarios son en su mayoría a favor por la recuperación al salario en términos reales, al menos el sector empresarial lo tomó favorablemente”.
No obstante los críticos auguran una cascada inflacionaria que dijo el economista, “no necesariamente puede ocurrir”, ya que dependería de varios factores, entre ellos, el dinamismo de la actividad económica ocasionada por el aumento del consumo.
Otro elemento que ha causado polémica se refiere al tema de las universidades públicas. Diez de ellas, incluida la Autónoma de Zacatecas que se encuentran en situación crítica, pero ambién han sido objeto de reducciones las tres grandes: UNAM, IPN y UAM.
Mientras unos han afirmado que es un error, otros, tal vez los menos, consideran que también estas instituciones ”deben aprender a ser ahorradoras” en especial en salarios de altos funcionarios, y priorizar lo importante, por ejemplo, dar certeza laboral a los profesores horas-clase en la UNAM, dijo Soto Esquivel.
Por lo pronto el gobierno dio marcha atrás a la disminución a la educación superior pero sin dejar de exigir que se transparenten los recursos y se implementen medidas de austeridad, principalmente en sus funcionarios de primer nivel.
Como un dato ofrecido por #AuditoriasALasUnivesidades (Desde la Izquierda), al respecto puede traerse a colación el que la Máxima casa de estudios en el país eroga 30 millones de pesos al año en salarios de 11 de sus funcionarios; una suma que no incluye prestaciones como el aguinaldo, vacaciones y “gasto corriente”.
Roberto Soto Esquivel subrayó por último, pero como un dato trascendente que ha habido pocos comentarios sobre los recursos destinados al pago de la deuda (Fobaproa).
Recordó que estos compromisos absorben una cantidad de recursos importante y que son el resultado de transformar deuda privada en pública.
“Rescatar a empresariados por el mal manejo que hicieron de los recursos”, que por otro lado, son quienes por cierto, “critican el gasto que ejercerá el gobierno en rubros sociales”, acotó.
